El origen de las brujas de sangre

6. El inicio de clases

POV: James🦁

—¿Dónde estabais? No habéis llegado tarde de milagro —nos dijo Emilie mirándonos.

Nos habían dejado un hueco a Allison y a mí en el frente de la clase. No me gustaba estar delante, pero supuse que no tenía más opción que aceptar el lugar.

Allison y yo necesitamos un momento para recuperar el aliento, y cuando lo hicimos, nos sentamos en nuestro lugar, con Emilie a nuestro lado y Walter y Brody a nuestra espalda. Emilie le pasó su corbata a Allison, que parecía haberse olvidado de ella, y, mientras ella se la ponía, yo me limité a contestar a la pregunta.

—Estábamos buscando la cocina.

—Pues parece que venís de correr los cien metros lisos —dijo la chica sentada junto a Emilie.

—¿Correr los qué?— preguntó Walter sin entender.

—Es una cosa de muggles —aclaró Allison girándose para verle.

—¿Tus padres son muggles? —le preguntó Brody a la chica.

—Sí.

—Qué guay. Tiene que ser como vivir en dos mundos —dijo Emilie, claramente ilusionada ante la idea.

—Supongo —contestó su compañera— ¿Todos vuestros padres son magos?

—No, mi padre también es muggle —respondió Brody.

—Espera...—comenzó la chica mirando a Allison cuando el resto usamos el silencio como respuesta—, ¿si tus padres son magos cómo sabes lo que son los cien metros lisos?

—Es su culpa —dijo señalando a Emilie—. Le encantan las cosas muggles.

Eso, y que había vivido toda su vida entre el mundo mágico y el muggle a petición de su madre. Pero como aprendí pronto en el tren, todo lo que incluía a su madre era generalmente complicado, así que no dije nada ante el hecho de que se hubiese callado esa parte. Aunque me parecía una buena idea que se educara en ambos mundos, después de un par de preguntas sobre su madre aprendí que seguramente la idea de su madre no había sido como yo creía el simple placer de hacerla conocer diferentes culturas.

—No puedo esperar a que empiece la clase —comentó Walter cambiando de tema—. ¿Qué creéis que nos enseñarán primero?

—No lo sé, espero que sea algún hechizo de defensa o ataque —dije esperanzado.

—No creo —negó Brody—. Mi hermano me ha dicho que no me haga ilusiones. Dice que hay mucha teoría en esta clase.

—¿Teoría? La clase se llama "encantamientos", no "teoría de los encantamientos" —se quejó Allison— ¿Cómo vamos a aprender con mera teoría?

Coincidía con ella, por lo que simplemente le di la razón. No había argumento que rebatirle.

—Bueno, tampoco dice nada de práctica de los encantamientos —respondió la chica junto a Emilie. Tendría que preguntarle su nombre luego, porque el resto parecía conocerla, o, al menos, actuaban mucho mejor que yo.

—Yo solo informo sobre lo que me han comentado —contestó Brody.

—Pues vaya, yo esperaba que esta clase fuese divertida —repliqué.

Noté que Allison iba a decir algo más cuando el profesor Flitwick carraspeó levemente, interrumpiéndola en el acto. Estaba colocado en una pila de libros para hacerse ver entre los alumnos.

—Bienvenidos a Hogwarts. Como ya sabréis, soy el profesor Flitwick y durante vuestra estancia aquí seré vuestro profesor de encantamientos. Estas clases se basarán en el equilibrio entre una buena aplicación teórica y práctica. Para empezar, ¿alguien podría decirme que idea se conoce como el principio del uso de la magia?

A mi lado, Allison levantó la mano, al igual que un par de personas más. El profesor recorrió el aula con la mirada y finalmente le cedió el turno a una de las chicas de Gryffindor. Traté de recordar su nombre, pero nada vino a mi mente.

—¿La luz y la oscuridad? —contestó algo dudosa.

—No —respondió el profesor dedicándole una mirada compasiva.— Pero casi, es un concepto muy parecido.

Otra oleada de manos alzadas y una vez más el profesor se dedicó a ignorar a Allison. Podía ver que el tema le molestaba, y por primera vez podía verla perfectamente en el papel de Ravenclaw. Tuve que contener la risa al verla hacer una pequeña mueca.

—¿El concepto de la muerte? —contestó el chico al que el profesor le había cedido el turno.

El profesor Flitwick se limitó a negar con la cabeza, uniéndose a la mirada de algunos estudiantes que miraban al chico extrañados ante una respuesta así.

Nuevamente, Allison levantó la mano, y esta vez el profesor le dio el turno a ella. Su sonrisa era contagiosa por lo que la miré sonriendo porque al fin tuviera la oportunidad de contestar. Sobre todo, porque estaba convencido de que lo haría correctamente.

—La idea de los cuatro elementos. Agua, aire, fuego y tierra. Aunque originalmente también se conocía el Éter como un elemento, pero este fue considerado más bien una variación más consistente del aire.

—Muy bien, una respuesta muy completa. Cinco puntos para Ravenclaw —dijo nuestro profesor antes de comenzar a explicar en qué consistía cada uno de los elementos.

—¿Cómo sabías eso? —preguntó Walter en un susurro.

—Es cultura general —respondió ella girándose levemente para que no la viera Flitwick.

Nuestro profesor pasó el resto de la hora explicando la historia de cómo surgieron cada uno de los elementos y como los muggles hicieron de ellos las teorías sobre la magia. También explicó durante un buen rato la fuerza de cada uno de ellos y nos afirmó que en las próximas semanas nos estaríamos centrando en la creación y el estudio de cada uno de ellos por separado. Antes de irnos, nos anunció que sería la tierra el primero de los elementos con los que empezaríamos a practicar y tras ello la clase terminó.

—Bueno, no ha estado mal del todo —dijo Abigail, que ya se había presentado formalmente.

—Supongo, aunque yo estaba a punto de dormirme en un momento con la historia esa del siglo cuatro —respondió Emilie bostezando.

—Yo también —concordé. Entendía lo de explicar teoría hasta cierto punto, dar historia cuando ya teníamos una asignatura específica para ello era demasiado—. Por cierto, ¿qué toca ahora?




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