Capítulo 12

Es un nuevo día, precioso y despejado. Luna conversa con Filix en la academia sobre algunas  
estrategias de combate 
-Mira quien viene Luna, tu noviecito-dice Filix en tono burlón 
-El solo es mi amigo, mira que no cambias-dice Luna 
Sebastián hace una seña a Luna y cuando esta se acerca le dice en voz baja 
-Necesito un favor, me puedes prestar una ropa tuya hoy mismo. 
-Estás loco para que quieres mi ropa, en que andas-dice Luna 
-Mejor que no lo sepas o tu vida correrá peligro-dice Sebastián  
-Pero esta es la única que traigo, tendrás que ir a mi casa luego de entrenar-dice Luna 
-Por supuesto-dice Sebastián  
Mientras tanto Dan analiza con su padre algunos problemas de la corte, y de los territorios  
más vulnerables en caso de invasión. 
-Son muchos los rumores del rey Ares-dice Dan 
-No son rumores, El ejército de Ares ha traído destrucción a la región, no sé si nuestro ejército  
resista tanto. 
-Deberíamos disminuir su salario para comprar más armas y subir los impuestos del pueblo- 
dice Dan-solo así ganaremos una guerra. 
-Hijo quien va a defender a un reino que no los proteja, debes aprender que la justicia y la  
compasión deben estar primero que la fuerza ,si subimos los impuestos asfixiaríamos al pueblo  
y por otra parte el ejército es nuestra arma principal ,recuerda siempre que debes tomar deci- 
siones que favorezcan a tu ejército para que esto los motive a luchar por ti. 
Ya al terminar en la academia Sebastián acompaña a Luna hasta su casa. 
-Mamá estoy aquí-grita Luna al llegar a casa

-Hija que bueno que llegas y por qué no me dijiste que traías visita-dice la madre de Luna-por  
favor pase y siéntese-se dirige a Sebastián 
-Es mi amigo de la academia-dice Luna a su mamá-Sebastián ella es mi madre, se llama Ana-le  
dice a Sebastián 
-Mucho gusto-dice Sebastián  
Y Luna entra a su habitación y trae una ropa envuelta 
-Mira es lo que te dije que te daría para la donación de los pobres-Dice Luna mientras mira a  
Sebastián con cara de no vayas a decir la verdad 
-Los pobres te estarán muy agradecidos-dice Sebastián y agrega-bueno ya me tengo que ir-y  
sale de la casa 
La madre de Luna le pregunta apenas lo ve salir 
-Y quién es ese chico? es tu novio? 
-mamá estás loca, el es solo mi amigo, pero es bien apuesto hija, ya es hora de que bayas de- 
jando la academia y pienses en casarte a fin de cuentas eres una chica. 
-Madre nunca dejaré la Academia, me encanta lo que soy y tal vez nunca me case-dice son- 
riendo mientras se quita los zapatos y los deja en la sala 
-No pierdes los malos hábitos, igualita a tu padre.-dice la madre 
Mientras tanto la princesa Leila espera a Sebastián en el lago, está nerviosa y asustada porque  
es la primera vez que se escapa,aunque también está eufórica y llena de fantasías. 
-Hei eres puntual-inturrumpe Sebastián sus pensamientos 
-Oye me asustaste-dice la princesa 
-Pues mira que le traigo un lindo vestido para nuestro paseo -dice Sebastián y saca de detrás 
de la espalda las manos con el vestido-creo que esta seda no es muy buena pero servirá jajá - 
-Ho seguro que es seda, no te inquietes que si nos descubren prometo que asistiré a tu horca- 
sonríe la princesa maliciosamente y camina hacia unos árboles para cambiarse detrás  
-Date la vuelta-grita la princesa 
Y Sebastián se pone de espaldas y comienza a silbar.

-He no está nada mal-dice Sebastián mirando a la princesa de arriba a abajo con el vestido- 
ponte la capucha 
Y sube al caballo y le extiende la mano y salen. 
Cabalga un rato por el camino y luego se desvía por el bosque buscando la zona norte y llegan  
a una hermosa Catarata de aguas cristalinas donde la verde hierva llena de flores silvestres  
cubren el resto del paisaje. 
-Y esto que es? nunca había visto nada igual-dice la princesa 
-Esto es la libertad, aquí no hay muros, ni guardas, aquí puedes ser tu misma-dice Sebastián 
-Solo responde por qué me traes aquí?-pregunta la princesa 
-Porqué quiero verte sonreír una vez más-dice Sebastián mientras con su mano le rosa el ros- 
tro colocándole un mechón de cabello detrás de la oreja y agrega: 
-No quiero que nadie te quite la sonrisa y menos la vida, nadie merece que mueras por él o por  
algo que no quieres 
-Pero no voy a morir por nadie-dice la princesa 
-No me mientas, te vi en el lago y no me digas más de ese collar por qué los he visto con más  
diamantes 
-Este collar me lo dio mi madre el día que murió, no creas que me conoces tanto-dice la prin- 
cesa mientras da unos pasos atrás 
-Pero.., es qué pensé...a no lo puedo creer, pensé que intentabas suicidarte. 
La princesa sonríe y dice 
-Y si así fuera que diferencia habría para ti- 
-Esto-y Sebastián se acerca y la toma en brazos y entra con ella a la enorme posa de agua don- 
de desemboca la cascada y deja que se sostenga sobre sus pies y la besa apasionadamente. 
-Estás loco-dice la princesa-estoy comprometida, soy la futura reina- 
y tomándole las manos le dice 
-Hoy solo sé tú misma, sé quién quieras ser, hoy no traes tus vestidos, ni tu corona, ni tus jo- 
yas, si me lo pides te llevo al castillo, pero solo quiero un día contigo. 
La princesa enmudece y deja que Sebastián le tome las manos y la lleve hacia la orilla donde se  
sientan sobre una roca a conversar. 
-Estás loco-le pregunta la princesa sonriendo 
-Si estoy bien loco, desde que te vi caminando en el lago enloquecí, no creas que no sé el ries- 
go que corro, pero qué más da si te quiero, si llevo noches que no duermo pensando en ti

-¿Y qué diferencia hace que te quiera si ya mi boda está planeada? Mi único objetivo en la vida  
es proteger a mi pueblo... 
-Escápate conmigo y sé quién tú quieras, sin restricciones, vayámonos bien lejos de aquí donde  
no le debamos explicaciones a nadie, sonde solo seamos tu y yo-dice Sebastián 
-Sebastián ya basta, si es verdad todo ese amor que juras no me lo hagas más difícil de lo que  
ya es ,sabes que no puedo escapar ,tengo un reino que depende de mí , mejor volvamos ya