El otro lado de la Villana

UNO

Desde pequeña siempre me trataron como una Reyna, como única hija me daban todo, lucía las mejores ropas, zapatos, etc., pero siempre estaba sola, de que me servía tener todas las cosas caras a mis pies si no había nadie con quien compartirla.

Mi Madre (Joanne de Brun) al ver que cada día que pasaba mi felicidad se apagaba decidió tomarse unas vacaciones para dedicarse a mí, aquellos 6 meses fueron inolvidables, mi Padre (Carter Brun) nos acompañaba en ciertas ocasiones, fui la niña más feliz del mundo, disfrute de cada viaje con las personas que amaba, pero de una u otra forma se acabaron las vacaciones…

- ¿Mami tienes que ir a ese viaje? - pregunté triste agarrándole su mano.

-Cariño, ese viaje es muy importante pero no te preocupes en 3 días vuelvo y vamos a la piscina, ¿está bien? -una sonrisa muy amplia se dibujó en mi rostro.

-Siiii-empecé a dar saltitos por toda la sala.

-Mi Señora, el carro está listo- le dijo Robert a mi Mami.

-Está bien, gracias Robert- pasó a retirarse y mi Mami me cargo.

-Mi vida quería darte algo-sacó algo que no podía distinguir.

-Esta cadenita paso por muchas generaciones en mi familia, tu abuela me regalo esto cuando tenía tu edad y ahora quiero dártela, siempre me trae suerte en todo momento y me protege, tiene muchos recuerdos junto con los tuyos y míos por esa razón quiero que lo cuides y lo lleves siempre contigo- me puso la cadenita y era muy linda, tenía piedritas de distintos colores que formaban un corazón.

-Te amo mucho hija-me abrazó con fuerza.

-Yo también Mami -nos separamos y yendo al auto volvió hablarme.

-Jolie prométeme algo hija-asentí a lo que dijo.

-Nunca permitas que nada ni nadie te pisotee y a la vez se apague o robe tu felicidad, prométeme que siempre te mantendrás de pie ante cualquier situación y que todo lo que has conseguido en un futuro no dejes que te lo arrebaten-le agarré su carita con ternura.

-Te lo prometo mami-esbozo una sonrisa y me bajo de su regazo.

-Muy bien cariño, Carter ya es hora, vámonos-mi padre bajó las escaleras con mucha prisa.

-Ya voy, hija venimos en unos días, te amo-me dio un beso en la frente y se metió al carro.

-Samanta, cuídala y dale sus alimentos a la hora, confió en ti- le habló mi Madre a mi Nana.

-No se preocupe Señora-los despedí y entré a la casa a jugar un poco.

Mucha felicidad en tan poco tiempo puede ser peligroso para una familia importante en la sociedad, aquella esencial reunión nunca fue segura para los Brun…

-Que sucede Robert porque entras apurado-estaba en sala jugando con mis muñecas y a la vez viendo la tele, en la cocina escuchaba hablar a mi Nana y Robert, pero no le tome importancia, mi dibujo había terminado así que cambie de canal.

-A esta hora mañana tuvimos un trágico accidente cerca al aeropuerto, hasta el momento no podemos afirmar si fue provocado, de los 3 carros en donde iban 4 personas en cada uno de ellos solo llegó a sobrevivir 1 y es el presidente de la Compañía Brun, Carter Brun, está siendo llevado al hospital más cercano, aunque cabemos lamentar que la Señora Brun no llegó a sobrevivir junto con las demás personas que iban en el auto- hice caer el control al ver a mi Mami siendo sacada del auto toda ensangrentada y poniéndola en una camilla para luego taparla con una sábana blanca.

- ¿Mami? - empecé a llorar desconsoladamente.

- ¿Jolie?, hay nena, lo siento mucho -me cargo y la abracé fuerte sin parar de llorar.

Mi Padre lesionado y todo fue a velar y enterrar a su mujer, cuando lo fui a ver al hospital me abrazo fuerte y me pidió perdón, obviamente él no tenía la culpa solo fue un accidente.

En el funeral de mi Madre vinieron periodistas de todos los canales de televisión lamentando la perdida y preguntando si de verdad solo fue un accidente, mi padre se negaba a responder las preguntas que les hacía, salieron distintos rumores, pero ninguno con un fin, me molestaba mucho que ni en el funeral de mi Madre la dejaban en paz.

Mi padre amaba mucho a mi Madre ya que siempre en la oficina de la casa lo encontraba llorando y gritando su nombre, no fue fácil para mi ver a mis demás compañeros de la escuela con su Mamá tomados de la mano muy felices, me dolió mucho su partida y también sufría, pero tenía que ser fuerte por mi padre.

Entre dolor y tristeza pasaron 3 años, la Empresa por un tiempo cayó en varias deudas por un mal manejo en las cuentas, estábamos por perderlo todo hasta que mi Padre conoció a Iraida, entro como su secretaria y levanto a flote la Empresa, manejó muy bien las deudas e hizo un trato con los prestamistas para que nos den un lapso de tiempo, mejoraron mucho las cosas estando ella presente y como era de esperarse mi Padre se enamoró.

-¿Iraida, quieres casarte conmigo?- estábamos todos sentados asombrados por la propuesta de matrimonio.

-Si mi amor, mil veces si-le puso el anillo y se dieron un beso muy apasionado, todos empezaron a felicitarlos pero yo no me acerque a ellos y me fui del jardín de la casa a mi cuarto.

-¿Jolie?, hija donde estas- abrió la puerta de mi recamara.

-Aquí estas, ¿porque no sales a jugar con tu hermana? -dijo mi Padre juntando la puerta.

-Ella no es mi hermana y estoy un poco cansada- suspiró y se arrodillo para ponerse a mi altura.

-Sé que esto debe ser muy difícil para ti como lo es para mí, pero me enamoré de nuevo hija y me gustaría que compartas mi felicidad, te amo mucho pero también amo a Iraida y Irina- estaba algo molesta porque se olvidó tan rápido de mi Madre, pero asentí a lo que dijo.

-Esa es mi princesa, vamos-terminó de decir para luego salir del cuarto.




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