El otro lado de la Villana

CUATRO

Pasaron los días y ya se acercaba el desfile que toda la ciudad estaba esperando, Irina iba presumiendo en todas sus redes sociales que logró su mayor sueño y que esperaba a todos que vinieran a su desfile, no quería asistir a su pasarela, me iba a inventar cualquier excusa para no poder ir, pero…

Estaba diseñando un nuevo vestido y me estaba quedando muy bien en eso escuché que tocaron mi puerta.

- ¿Jolie, puedes venir un momento a mi despacho? - dijo mi Padre hablándome desde afuera.

-Voy en 5 min- respondí buscando la posición de cómo poner la tela al maniquí, encontré el lugar perfecto y me puse los zapatos para ir al despacho de mi Padre, cuando bajé las escaleras me encontré con la Señora Iraida llegando con varias compras de Gucci, Prada, Louis Vuitton y distintas marcas más (lo sé por el nombre de las bolsas).

-Robert, deja las bolsas en el sillón y retírate - dijo subiéndose los lentes a la cabeza y mirándome fijamente.

-Hola hija- la miré y me pasé de frente sin tomarle importancia.

-Hey!, con un “Hola Mami” me conformo- me detuve y di media vuelta para verla.

-Porque le haría caso a lo que me acaba de decir, si usted no es reciproca- se acercó a mí cambiando de expresión.

- ¿Disculpa? - me crucé de brazos.

-Haber, le dije que no me llamara” hija” pero al parecer hace oídos sordos a todo lo que le digo-terminé de hablar y ella se burló.

-Oye, creo que se te olvida quien soy ¿verdad? - dijo muy cerca de mí.

-Repite las veces que se te plazca, tus palabras se me entrarán por un oído y saldrán por el otro, yo no tengo porque hacer caso a lo que dices, soy la Sra. Brun y tu Madre después de todo- la miré con odio y ella sonrió muy tranquila.

-Te quiero mucho hija- tocó mi cara delicadamente, al sentir sus manos me aleje lo más rápido posible haciendo un gesto de asco.

- Tócame una vez más y –mi Padre me interrumpió.

-Jolie, a mi despacho- volteé a verlo y ya estaba en su puerta, le di una última mirada de desprecio y me dirigí a donde estaba mi Padre.

Entre a su despacho y me senté en uno de sus sillones suspirando con los ojos cerrados y tocándome la sien por el estrés que siempre me ponen esas dos mujeres.

- ¿Para qué me llamaste, Padre? -hable recomponiéndome y mirándolo a los ojos.

-Primero que todo no me gusta que le hables así a tu Madre-me respondió molesto.

-Me estoy cansando de estar a cada rato repitiendo, ELLA NO ES MI MADRE, cuando lo entenderás- me exalté.

-Modera tu tono Jolie, no soy una de tus empleadas para que alces la voz- me basta con que ella no me escuche, ahora mi padre otra vez.

-Quiero que la respetes de una vez, te la pasé muchas veces porque para ti es difícil aceptarlo desde hace mucho tiempo, pero es mi esposa… Jolie, ella siempre estuvo contigo, te apoyó en todo y lo mínimo que deberías hacer es aceptarla como tu Madre, Joanne ya quedó en el pasado ahora ella ocupa su puesto en esta familia- será mi Padre y todo, pero no permitiré que hable de esa forma.

-No discutiré esto contigo porque sabes muy bien lo que pienso de ella y su hija, si quieres cambiar mi postura y hacer que la acepte como “Madre” estás perdiendo tu tiempo, nunca lo haré, pasando al otro punto,” Joanne ya quedó en el pasado ahora ella ocupa su puesto en esta familia”, te lavo muy bien el cerebro, será tu esposa y todo lo demás pero ella jamás aunque lo intente nunca llenará ese puesto, tú más que nadie lo sabe muy bien, ella es demasiado inferior a mi Madre y no solo me refiero al estatus a la que pertenecía- hablé levantándome del sillón yendo directamente a su escritorio, mi Padre al oír las dos últimas oraciones que dije desvió su mirada hacia el piso dándome toda la razón, es mi Padre así que lo conozco muy bien.

-Siempre traté de concluir este tema contigo, pero eres muy testaruda y necia para llegar a un acuerdo- me senté en la silla frente a su escritorio.

- ¿Qué?, ¿ahora me vas a llamar así solo por mantener mi postura y defender a mi verdadera Madre? -le pregunté.

- Busca distintas palabras por la cual definirte, pero sabes que esas son las más adecuadas, Jolie, solo quiero terminar este tema contigo y decirte que aceptes a Iraida como tu Madre-rodé los ojos.

- ¿Porque tanto te interesa que acepte a la Sra. Iraida como mi Madre? – él suspiró tocándose la frente.

- Porque quiero que seamos una familia, no podemos serlo solo porque no puedes quitar a tu Madre de su pedestal y admitir de que aquí no eres la única hija- respondió, ¿así que eso es lo que logró concluir durante todo este tiempo mi reacción a esas dos mujeres?

-Ay Padre, por más de que intentes formar una familia con la que tu llamas “esposa e hija”, tu resultado siempre será este, ¡desunión, Lo siento, pero ya sabes lo que pienso de esas dos mujeres y sí para eso me llamaste mejor paso a retirarme- me levanté y fui hacia la puerta, estaba a punto de salir, pero mi Padre me llamó.

-Está bien Jolie, dejaremos este tema para otra ocasión, ahora… por favor vuelve a sentarte que no eh terminado –cerré la puerta suspirando y volví a mi asiento.

-El otro tema es relacionado a tu hermana-iba seguir hablando, pero lo interrumpí.

-Mmm… disculpa yo no tengo hermana, soy hija única, creo que ya se te olvidó- vi en su expresión que ya estaba perdiendo la paciencia.

-No, tú tienes una hermana y punto- quería volver hablar, pero él me ganó.

-No me vuelvas a interrumpir Jolie, porque estoy a tan poco de perder la paciencia- lo miré y le di el pase para que siguiera hablando.

-Muy bien, ya debes saber que el desfilé de tu hermana está a tan solo una semana, ¿verdad? -asentí, como no saberlo, está en todas las portadas de las revistas más famosas y en sus redes siempre la presume.




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