CAPITULO II: El Secreto Revelado.

Mientras Alara y Aiden continuaban explorando el bosque juntos, compartiendo risas y confidencias, llegó el momento de revelar los secretos que guardaban en lo más profundo de sus corazones.

Una tarde, mientras descansaban junto a un arroyo cristalino, Alara tomó una respiración profunda y decidió compartir su verdad con Aiden.

—Aiden, hay algo que debo decirte. Soy la última descendiente de una antigua línea de magos. Mis ancestros poseían un conocimiento ancestral que he estado tratando de preservar y aprender.

Aiden escuchó atentamente, asombrado por la revelación de Alara. Entonces, con una mirada seria en sus ojos, compartió su propio secreto.

—Alara, yo también tengo un secreto. Llevo una marca en mi piel que me otorga habilidades sobrenaturales. Es un don que he mantenido en secreto por mucho tiempo, temiendo ser juzgado o perseguido por ello.

Alara miró la marca en la piel de Aiden con curiosidad y comprensión.

—No tienes nada que temer conmigo, Aiden. Tu secreto está a salvo conmigo, al igual que el mío lo está contigo —dijo Alara con dulzura.

En ese momento, un nuevo nivel de confianza y complicidad se formó entre ellos. Compartir sus secretos más íntimos les dio una sensación de liberación y unión aún más profunda. Juntos, se prometieron apoyarse mutuamente en su búsqueda de conocimiento y protección en un mundo que no siempre comprendía ni aceptaba su verdadera naturaleza. Y así, con el peso de sus secretos compartidos, continuaron su viaje, listos para enfrentar lo que el destino les deparara.