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Sin palabras, Jimin se encontraba observando a su hijo como si estuviera en una escena de un crimen. Su hijo, su gatito gruñón, se encontraba en el sofá de su casa, besando a Jungkook, el mismo mocoso que le estuvo coqueteando el sábado. ¿Qué diablos?

— Yoongi...

Aquello salió más como un lamento. Porque Jimin no tenía ni idea de la orientación sexual de su hijo, no le molestaba en lo absoluto que fuera gay, claro que no. Pero verlo ahí, besando de manera lenta y con un aura de romance juvenil a Jungkook, lo dejo demasiado impresionado. El pelinegro trato de acercar a su hijo para continuar besándolo, pero fue empujado y en ese momento giro a su dirección.

¿Qué pensarían de él? Que era un entrometido, eso era lo más seguro.

— Papá —Yoongi se puso de pie.

— Señor Park ¿Cómo ha estado?

La actitud de su hijo era tranquila, como si no hubiera sido la gran cosa aquella escena que vio, en cambio Jungkook parecía temblar de los nervios.

— Lo siento por interrumpir... Yo no planeaba hablar, sigan en lo que estaban haciendo.

Y continuo su camino hacia su habitación, su lugar seguro. Se quitó los zapatos queriendo descansar sus pies, pues la rutina que había ensayado con sus alumnos lo tenía molido, quizá debía meter los pies en agua fría para evitar el dolor en las noches. De nuevo la imagen de aquel beso vino a su cabeza, odiaba admitirlo, pero su hijo se veía bien junto al mocoso, como una especie de pareja inesperada.

— Papá —se escuchó al otro lado de la puerta— ¿Podemos hablar?

— Gatito —Jimin abrió la puerta de su habitación— ¿Y tu amigo?

— Ya debía irse... ¿Te sientes bien? —pregunto observando fijamente el rostro de su padre.

— S-Si ¿P-Por qué?

— Tu rostro esta rojo —respondió apuntándolo.

— Hace bastante calor —Jimin empezó a darse aire con su mano— ¿Quieres pedir algo para cenar?

— ¿No te molestaste por lo de hace un momento? —pregunto con temor.

— Si la verdadera pregunta es si me molesta saber que eres gay, la respuesta es un no —Jimin puso sus manos en las mejillas de su hijo— Me pone triste que no me lo hayas dicho.

— No sabía cómo hacerlo —Yoongi murmuro— Kook es el único que lo sabe.

"Kook es el único que lo sabe" aquello se repetía en su cabeza, como si de un disco rayado se tratase— ¿Te gusta Jungkook?

— ¿Gustarme? —pareció pensarlo por un momento— Mm no, no me gusta. Es mi mejor amigo.

— ¿Y ese beso que se estaban dando? —Jimin pregunto algo confundido.

— Era solo eso, papá —Yoongi se alejó de las manos de su papá— No me gusta Jungkook. Tengo hambre ¿Podemos cenar?

— Pide lo que quieras, yo tomaré una ducha primero.

— Bien, entonces te espero en la sala.

Yoongi desapareció por las escaleras, dejándolo ahí. De inmediato mensajeo a su mejor amigo, lo necesitaba ¡Ya! Debía darle la noticia, hace meses Hoseok le comento que creía que su hijo era gay y Jimin no creyó, porque de ser así, su hijo se lo hubiera confesado, olvidando por completo la gran distancia que había entre ellos.

¿Cómo era posible que no tuvieran ese nivel de confianza? Apenas estaban acercándose, tenían gustos similares con respecto a la música y aquello había sido una sorpresa para Yoongi. Porque no tenía ni idea, que Jimin un día busco entre los álbumes de música de su hijo y empezó a escuchar uno que otro cd cuando se quedaba solo en casa, quizá así tendría de que conversar con su gatito en el futuro y había acertado.

Le envió un mensaje a Hobie pidiéndole que fuera a cenar con ellos esa noche, quizá podía convencerlo de que se quedara a dormir también.

[...]

— ¿Entonces el mujeriego besaba a mi bebé? —Hoseok susurraba.

— Te lo he dicho como 10 veces, Hobie.

Jimin susurraba de la misma manera que su mejor amigo, pues en el sofá a unos pocos metros se encontraba su bendición, viendo la televisión.

— Pero entonces la confesión... —Hoseok murmuro confundido.

— ¿Cuál confesión? —Jimin miro a su amigo con curiosidad.

— Nada, Minie.

¿Nada? ¿Enserio se atrevía a decirle que nada cuando hacia esa expresión de tristeza? Su mejor amigo, Hoseok, era de su mismo bando. Le gustaban los chicos y aunque era alguien demasiado atractivo, nunca tuvieron "algo", su amistad era de un nivel demasiado alto, que los llevaba a verse como hermanos. Nunca le había conocido una pareja al castaño y aunque aquello le causaba demasiada curiosidad, Jimin no quería entrometerse en la vida sentimental de su risueño amigo.

— Papá —Yoongi se acercó con su móvil en la mano.

— Mañana me quedaré en casa de Kook ¿No hay problema? —pregunto con tranquilidad.

— No hay problema —Jimin respondió entre dientes.

— ¿Y por qué te quedarás en casa de ese mocoso? —Hoseok indago con molestia.

— Debemos hacer un trabajo y como Kook tiene entrenamiento mañana, no podemos reunirnos luego de la escuela, entonces haremos el trabajo en la noche.

Su hijo era un encanto ¿Cierto? Quería suspirar ante la tranquilidad de su hijo y quería creer que lo había heredado de su padre, porque Joy era la mujer más histérica que había conocido en su vida— Recuérdame comprarle algo a los padres de Jungkook.

— No es necesario, papá.

— Claro que si, después de todo te están cuidando —insistió.

— ¿Por qué no hacen el trabajo aquí? —el castaño nuevamente pregunto.

— ¿Desde cuando eres tan preguntón, hyung? —Yoongi miro con curiosidad a Hoseok— No es la primera vez que me quedo en casa de Jungkook, además saldrá demasiado cansado del entrenamiento y su casa es la más cercana.

— Tranquilo, gatito. No hay problema.

— Entonces iré a jugar un rato —el pelinegro empezó a alejarse.

— ¿Por qué lo has dejado con tanta facilidad? —Hoseok se cruzó de brazos.

— Hobi, no tiene nada de malo. No es la primera vez que se queda en casa de los Jeon.