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El camino al hospital fue más rápido de lo que imagino. Yoongi permaneció en silencio, ajeno a la conversación de su padre biológico y el otro policía, pues se encontraba sosteniendo la cabeza de su mejor amigo en sus piernas. Rezando porque estuviera bien y no les dieran malas noticias respecto a su diagnostico.

Cuando llegaron se lo arrebataron de las manos y quedo completamente solo en la sala de espera, nervioso, angustiado y sobre todo asustado.

No paso más de una hora, cuando lo llamaron. Jungkook había despertado y de inmediato se puso de pie, siguiendo los pasos de la enfermera, para encontrarse con su mejor amigo totalmente desorientado y una venda cubriendo su cuello.

— Yoongi ¿Estás bien? ¿Esos desgraciados no te hicieron nada? —pregunto sentándose en la cama.

— E-Estoy bien... —el pálido se acerco hasta su mejor amigo y lo envolvió en sus brazos— T-Te juro que creí que habías muerto —Yoongi se permitió por fin llorar— Te vi tendido en suelo, inconsciente...

Y es cierto que desde que vio a Shin Hyo-seob había quedado como en las nubes, pues a quien habían ido a buscar, prácticamente los encontró a ellos. Se sentía culpable por lo que le habían hecho a Jungkook, por eso las lágrimas bajaban por sus mejillas y creía que no se iban a detener por unos largos minutos.

Jungkook lo abrazaba con la misma fuerza, quizá aliviado de que no le hubiera sucedido nada. Estaba realmente asustado y aunque quiso permanecer tranquilo, no pudo evitarlo, ver al pelinegro tendido en la cama del hospital, nuevamente por su culpa, lo hacía sentir el peor amigo del mundo.

— Estoy bien, Yoongi-ah —susurro el pelinegro— Tienes a tu padrastro por un largo tiempo —comento con diversión.

— ¡No es momento para bromas! —se quejo alejándose del pelinegro— Tenias el cuello rojo ¿Y si te hubieran causado una hemorragia?

— El doctor dijo que todo estaba bien. Al parecer el tipo no me sujeto con tanta fuerza ¿Te imaginas que lo hubiese hecho? Estaría muerto —menciono riendose.

— ¡No te rías, idiota!

— Esta bien, pero deja de llorar ¿sí? —pidió sacudiendo el cabello de Yoongi— Estoy bien, no sucedió nada.

— Debemos llamar a tus padres, Jungkook —hablo sentándose en la camilla— No creo que puedas conducir hasta Seúl.

— Mejor podríamos recurrir a Namjoon —sugirió— No quiero preocupar a mis padres, menos a Jimin —suspiró.

— Debo decirte algo...

— ¿Ya les avisaste? —pregunto alarmado.

— No —negó repetidas veces— No estarías aquí de no ser por los policías que nos ayudaron —comento desanimado— Y uno de esos policías era Shin Hyo-seob...

— ¡Lo dices enserio! —aquel medio grito provoco que Jungkook empezará a toser con desesperación.

— Trata de no hablar tanto —menciono con preocupación— Buscaré un poco de agua, esperame aquí.

— No me dejes con el chisme en la punta de la lengua —se lamento.

— No cambias —Yoongi se puso de pie y decidido salió de la habitación.

No tenían dinero en el momento, por lo que comprar una botella de agua no sería posible, entonces decidio acercarse a las maquinas de agua que dejaban en el pasillo y cualquier paciente podía tomar un vaso, siendo gratis. Se acerco y se decepciono al ver el tamaño de los vasos, aquello no era suficiente, pero podría hacer dos o tres viajes. Suspiro, pensando en las cosas "malas" que les había sucedido en el grandioso viaje. Sin duda cosas que solo le sucedían estando con Jungkook.

— ¿Cómo se encuentra tú amigo? —reconocia esa voz.

Shin Hyo-seob

Trato de poner su expresión más tranquila y se giro hacia el mayor— Se encuentra de buen ánimo, pero tiene demasiada sed —respondió enseñándole el vaso de agua— Tendré que venir tres veces más. Aquel tipo nos quito la billetera.

— Me aseguraré de recuperarla —el pelinegro respondió— ¿Seguro no te hizo nada?

— No, solo me revisaron para quitarme dinero y Jungkook me protegió...

— Es un buen amigo ¿cierto? —pregunto con una sonrisa.

— Lo és...

— Bueno, les pediré que deben dar una pequeña declaración, acaban de soltar a Jang Hoon —hablaba mientras se cruzaba de brazos— Les dije claramente que volvería a crear problemas y tuve la razón, pero no me hicieron caso.

— Claro, pero espero pueda ser lo antes posible. Debemos regresar mañana.

— ¿No viven aquí? —pregunto sorprendido.

— No, somos de Seúl —asintió— Pero creo que debemos llamar a alguien, dudo que Kook pueda conducir en ese estado.

— Veré que puedo hacer — Hyo-seob sonrió— Ven —dijo caminando hacia el pasillo.

— ¿A dónde?

— Por una botella de agua, no vayas a hacer muchos viajes —menciono con burla— Y no te preocupes por el dinero.

Aquello le originaba una sensación extraña en su pecho. Aquel hombre era amable, le trasmitia confianza y seguridad, pero sabía muy bien que no podía ir de buenas a primeras y decirle. Eres mi padre biológico. Lo vería como un bicho raro, entonces permaneció calmado todo el recorrido y cuando tuvo la botella en su mano, regreso a la habitación de Jungook, junto al mayor.

Basicamente no sabía como sentirse y esperaba que el idiota que tenía por mejor amigo no fuera imprudente al momento de verlo— Mi mejor amigo es un tanto raro —menciono apenado— Si dice cosas extrañas, le pido que lo ignore.

Y abrió la puerta de inmediato, encontrándose a Jungkook tosiendo y con una mueca de dolor en su rostro, se apuro y le entrego la botella de agua y este bebió de manera rápida, atrancándose un poco.

— G-Gracias... —hablo luego de casi morir ahogado, nuevamente.

— ¿Eres idiota? Como puedes beber el agua así —Yoongi negó.

— ¿Crees que me permitan salir hoy? —pregunto cansado— Necesitamos llamar a Namjoon y ver si puede venir mañana por nosotros. No me siento capaz de conducir tres horas, espera —el pelinegro miro por encima del hombro de su amigo— ¿Este es?...