El paraíso en sus ojos

Capítulo 02

Capítulo 2:

Cliché de película.

Joshua.

—¿Me estás prestando atención?

—¿Mhm?

Escucho cómo bufa a mi lado, pero no tarda en volver a hablarme:

—Josh, sé que esto no te gusta, pero, ¿no puedes fingir en mi presencia?

—¿Fingir para qué? Sabes tan bien como yo que nunca quise esta mierda de ser actor. —sé que está a punto de decir algo, pero no le doy tiempo—. Es más, dijiste que este sería lo último que grabaría, ¿no es así?

Por primera vez desde que detuvo el auto, despego mi vista de la ventana para fijarla en ella. No se ve molesta, estoy seguro que está usando toda la calma a su alcance para esta conversación.

Justo como siempre.

—Sí, lo dije. Y pienso cumplirlo.

Yo asiento. Es lo menos que puede hacer.

—Bien. —y así, abro la puerta del auto para largarme de una vez por todas.

Escucho la voz lejana de tía Beth deseandome suerte, pero la ignoro. No es que quiera ser un maleducado, pero ella me tiene harto con sus charlas diarias.

"Cuando te saluden da la mano".

"Trata de mantener contacto visual".

"Cuando se dirigan a ti contesta educadamente, sin quejas".

¡No soy un niño, joder!

Aunque claro, entiendo que solo se preocupa por mí y mi pequeño problema. Por esa razón me metió a esta estupidez de la actuación.

Estúpido, siempre lo dije.

Pasan unos segundos hasta que por fin escucho el auto alejarse, así puedo caminar tranquilo al set.

—¡Joshua, muchacho! —reconocería esa estruendosa voz en donde sea. Ethan se encuentra atrás de mí.

Tomo una pequeña bocana de aire antes de voltear.

—Señor Ca... es decir, Ethan. —casi olvido que por alguna razón odia su apellido.

—¿Cómo te encuentras? —no me deja contestar porque sigue hablando—, Veo que no has cambiado nada desde la última vez que nos vimos.

—Fue hace una semana, no creo que pueda haber cambiado mucho. —él me toma del hombro y, sin fuerza alguna, me empuja a una de las puertas cercanas.

—Ven, quiero presentarte a algunos del elenco. —me dejo llevar por él sin muchos ánimos.

Hoy es el primer día de rodaje. Anteriormente ya había asistido, necesitaban medirme para hacer el vestuario, algo de el guión, pequeñas reuniones y cosas que necesitaban de la presencia de mi manager, osea, de tía Beth. Pero nunca me había cruzado con ningún otro de los actores elegidos.

Ni para el casting, con las pocas personas que me pusieron para la escena, ninguna quedó elegida.

Al abrir la puerta observo la simple decoración del lugar, es una pequeña sala amoblada. Hay tres personas ahí.

Los tres voltean enseguida al escuchar el sonido de la puerta abrirse. Estaban en sus cosas, es decir, cada uno en su celular.

—Aquí encontré a uno de los nuestros escarbando por el lugar. —tengo que resistirme a rodar los ojos ante el comentario.

Una chica de cabellera castaña oscura sonríe ante el patético comentario de Ethan y se acerca a nosotros dos.

—Qué bueno que lo encontraste entonces. —ríe un poco—. Soy Mía, un gusto. —me extiende la mano.

Por un segundo dudo.

Y yo que creí que ya el contacto físico no me causaría problemas. Es decir, Ethan me tomó del hombro y no me aparte, eso era una buena señal, ¿no? Pero esta chica... solo no puedo, lo mismo de siempre.

Lo siento, tía Beth, pero no pienso seguir con esta tontería.

Le sonrío como respuesta a su saludo y, tratando de no ser tan maleducado —cosa que parece todo lo contrario—, me aparto de ella caminando hasta el sillón.

La chica, Mía, ni siquiera se inmuta ante mi comportamiento y vuelve con la misma sonrisa a su puesto.

Las otras dos personas presentes, uno, sin prestarme la más mínima atención, se pone a hablar con Ethan. Y el otro, un chico rubio, se me acerca también.

Esto no de nuevo, por favor.

Pero para mi suerte, se queda a unos cuantos centímetros de distancia.

—Soy Ryan. ¿Tú eres...?

—Josh...ua, Joshua. —siempre me digo que tengo que presentarme con mi nombre completo, pero lo olvido y termino haciendo el tonto. Como ahora.

—Bueno Josh...ua. —ríe entre dientes—. Es un gusto.

—No le prestes atención. —dice Mía, llamando mi atención—. No lo conozco de mucho y ya me he dado cuenta que es un idiota.

Bien, la chica no se ha tomado mal lo de mi saludo, debería tomarlo como una buena señal.

—¡¿Yo, un idiota?! —lleva una mano a su pecho de una manera demasiado dramática—. Y yo que creí que me había ganado una amiga.

—Sí, una amiga que es capaz de partirte la cara si te vuelves un fastidio.

No pude evitar soltar una pequeña risa.

Es entonces cuando Ryan observa al frente, al notarlo, Mía y yo también lo hacemos.

Hay una nueva persona en la sala, además que el chico anterior, el que hablaba con Ethan, ya no se ve por ninguna parte.

Esa persona... una chica. Es una chica de tez bronceada, cabello negro azabache, ojos ¿de qué color? Por la distancia no puedo detallarlos bien, pero estoy seguro que son de una combinación ya que resaltan.

Y por alguna razón no puedo apartar mi vista de ellos. Pero ella no lo nota, o eso espero.

—Ellos son parte del cast —dice Ethan y señala a Ryan, quien carga una (exagerada) sonrisa en su rostro—, él es Ryan Monstec, es posible que lo hayas escuchado mencionar en alguna parte, tiene películas muy famosas.

Ahora que lo veo mejor, creo haberlo visto en algún lado, pero no logro recordar dónde.

No escucho lo siguiente, no sigo prestando atención, más bien, estoy admirando a aquella chica.

Y por alguna estúpida, idiota o enfermiza razón, no puedo apartar mi vista de su rostro.

¿Qué diablos me pasa?

—Y él es Joshua Dean —es entonces cuando caigo en cuenta de la conversación—. Ha trabajado en unas muy pocas películas antes, por lo que también es nuevo en esta industria.



#5880 en Novela romántica
#2309 en Otros
#164 en Aventura

En el texto hay: drama amor, actores de cine, pasado drama

Editado: 11.10.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.