El paraíso en sus ojos

Capítulo 03

Capítulo de 3:

Un rarito protagonista.

Aria.

Este traje me queda un poco... ¿cómo decirlo? Ajustado.

Bueno, no ajustado.

Horriblemente ajustado, casi ni puedo respirar. A ver ¿por qué demonios una chica tan siquiera usaría algo así?

Mi vestuario es una falda pantalón, junto con una camiseta —que parece hecha con yeso súper ajustado—, unas botas que me llegan hasta las rodillas y una franela azul, ancha, de cuadros. Es decir, no me veo mal, en lo absoluto, pero de verdad no puedo casi respirar.

En este momento me encuentro sentada frente a un gran espejo mientras las chicas del maquillaje hacen su trabajo. Peinan mi cabello, maquillan mi cara, lo que sea. Por lo que yo, para matar el aburrimiento, reviso mi celular.

Tantas notificaciones en Instagram me tienen mareada, ¿alguien me recuerda por qué descargué la aplicación? Claro, obligada por mi manager —en otras palabras, la señora que no me deja tranquila un segundo—, que, por cierto, tambien se encuentra en el pequeño salón, observando a las chicas con atención.

Oh, sí, también puede que sea un poquito perfeccionista.

—¡Chica! Le estas echando más base de ese lado que en el anterior.

Corrección, es una perfeccionista del demonio.

Me observo al espejo con aburrimiento para confirmar las palabras de Sirly, pero no, para mi gran sorpresa —que conste que eso fue sarcasmo—, no se nota nada.

Y no puedo evitar rodar los ojos.

—Ni siquiera se nota, deja tu paranoia. —y así, vuelvo a observar mi teléfono.

Escucho un bufido de su parte pero, gracias al cielo, no agrega nada más.

Unos pocos minutos después me informan que ya estoy lista así que levanto mi vista al espejo —de nuevo—, y la sonrisa en mi rostro aparece sola.

Sí que me veo bien.

Todo estuviera genial si el traje fuera menos ajustado. Pero bueno, como dicen, nada es perfecto.

Me levanto de la silla aún observando el celular y salgo de ahí, sin siquiera prestarle atención a Sirly. Quien creo haberle escuchado decir algo.

De pronto suena la campanita de notificaciones y casi al instante aparece el mensaje de Chase.

Chase<3: ¿Todo marchando bien?

Me río entre entre dientes. Creo que ni mis padres se habían preocupado tanto por mí y no puedo evitar sentir ternura por este hombre.

Aria: Sí, Chase. Deja de preocuparte tanto, ya pareces mi padre.

Y no tarda en llegar su respuesta:

Chase<3: Aria, cielo, solo me cercioro de que no hayas quemado el edificio aún.

Idiota.

Y cómo amo a este idiota.

Estoy sonriendo sola a la pantalla como toda una adolescente, pero no puedo evitarlo.

Me adentro a la sala de filmación mientras sigo observando el mensaje de Chase y le envío la respuesta.

Es ahí cuando, por el rabillo del ojo, observo a Ethan platicar con uno de los camarógrafos, por lo que me encamino hasta él.

Al tenerlo en frente levanto la vista por fin y lo observo. Él, que apenas se ha dado cuenta de mi presencia, me sonríe.

—Te ves genial, justo como lo tenía en mente.

—Sí bueno, ¿pero es sumamente necesario usar esta ropa?

Debe de saber por qué lo digo ya que ríe y asiente divertido.

—Es parte de la escencia del personaje. —acto seguido a eso, se voltea al set y llama con un gesto a uno de los chicos en él.

Espera... ¿Es ese el mismo chico que me ignoraba hace rato? ¿Jordan? ¿O era...? ¿Jake?

Nunca me aprenderé su nombre, mala mía.

Pero sí lo es, aunque está completamente distinto, claro, ahora se parece mucho más a su personaje.

Esperaaa... ¿Entonces él es el protagonista? ¿el rarito es el protagonista? ¿Tengo que compartir millares de escenas con él? Vamos. Tiene que ser una broma.

Uh, lo que te espera.

Ethan lo toma del hombro y se dirige a los dos:

—Ya que tengo a mis protagonistas listos es hora de grabar su primera escena juntos.

Bueno. ¿Qué más puedo hacer? Si tengo que trabajar codo a codo con el rarito lo haré, no es que tenga muchas opciones.

—¡Ensayo! —grita Ethan—. Empecemos con la escena en la que hablan por primera vez.

Mientras Ethan camina hasta el set y el chico lo sigue, yo estoy tratando de recordar mis diálogos. Y ahora que lo hago... rayos, tengo que darle una cachetada al raro.

Alguien sálveme.

—Veamos cómo funcionan como dúo. —habla Ethan sacandome de mis pensamientos—. Ya saben sus líneas, ¿no es así?

Los dos asentimos al mismo tiempo y nos ponemos en nuestros lugares. Es solo un ensayo por lo que aún no tengo que darle la cachetada.

Ay Dios.

—Muy bien, ¡Ahora!

El grito de Ethan me deja un poco sorda. Ahora que me doy cuenta el hombre habla demasiado fuerte.

Bien, pero no es momento para pensar en eso, si no...

Camino con la mochila en mis hombros observando al lado izquierdo —el contrario de donde se encuentra el rarito—, hasta que escucho su voz.

—¡Hey! —me volteo con cara de pocos amigos y frunzo el ceño.

—¿Se te perdió algo?

—Era justo lo que te iba a preguntar. —Rayos, el chico sí que actua bien.

Con una sonrisita engreída se acerca a mí y me acorrala junto a uno de los casilleros.

—¿Eres nueva?

—¿Qué te importa?

Niega divertido.

—No es para que te enfades, nueva. Solo quiero conocer a los alumnos de esta institución. —eleva más sus comisuras—. Sobre todo si son tan bonitas como tú.

Me remuevo incomoda ante su comentario y lo observo.

—Apártate.

—¿O qué?

—O te la verás conmigo, en serio.

Él se ríe y niega, completamente divertido.

—¿Te asusta lo que te pueda hacer?

Entonces él levanta su brazo para apartar un mechón de pelo de mi mejilla, y así ir bajando poco a poco para llegar a mi pecho.



#5880 en Novela romántica
#2309 en Otros
#164 en Aventura

En el texto hay: drama amor, actores de cine, pasado drama

Editado: 11.10.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.