Capítulo 23: Emergencia En Todos Los Universos

Universo: Vía Láctea

Ubicación: La Luna

Poco tiempo después Cóvniem se despierta al acabar su siesta corta, se levanta y despabila lentamente, empieza a sentir que varias auras malignas se comienzan a manifestar en diferentes universos, presintiendo que el enemigo ha comenzado con sus ataques.

Al recuperar completamente sus sentidos, la diosa Cóvniem dirige su mirada preocupada hacia el planeta pilar; le parece sospechoso que su maestro Chronos/Caelis no se encuentre acompañándola.

«¡Nadie se atreva a intervenir a esos demonios! ¡Quédense en sus lugares hasta que reciban mis órdenes!», retumba la voz severa de Yahvé dentro de su mente.

Al segundo siguiente; se abre un portal al lado de Cóvniem, apareciendo su vasallo/maestro.

—¿Cómo se encuentra? —inquiere Chronos/Caelis con seriedad.

—Un poco mejor, esa aura nos… —responde la reina Cóvniem, pero vuelve a ser interrumpida por la voz omnipresente del dios regente benévolo local.

«¡Váyanse preparando para la guerra que se acerca contra Ginjo!», ordena Yahvé.

Dada la orden, ambos dioses se dirigen hacia otro lado.

Debido a las prisas, Cóvniem decide dejar a un lado ese tema que antes le había incomodado; pero dentro de su mente, sabe que esa presencia misteriosa que detecto en el principio, es mucho más poderosa que todos ellos juntos. Ella voltea al rostro de su sirviente/maestro; aunque la deidad bicolor ni siquiera tiene una cara, Cóvniem percibe que está bastante meditativo. Comienza a pensar que algo sucedió mientras descansaba y dormía.

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Por otro lado, en el planeta Pérsua Ifpabe de Rómgednar, un gran ejército reptiliano comienza a atacar a todo aquel que se interponga en su camino; Élmer Homero se ha desviado hacia otro lado, buscando algo en especial.

Varias tropas enemigas tratan de enfrentarse contra el ejército de Ginjo, mientras que otros dan el aviso de su ataque hacia otros reinos aliados.

En el desierto ubicado en el reino Glotlandian del universo Eifell, Ókinam está disfrutando de arrasar violentamente algunos hogares con ayuda de sus tropas.

Varias criaturas ave antropomorfas se abalanzan desde los cielos para atacarla; protegiendo a su general, un arquero serpiente dispara una flecha a gran velocidad, eliminando esa molestia en solo un parpadeo; el cadáver de esa bestia cae desde muchos metros de altura, impactando duramente en el suelo. Ókinam alegra de tener arqueros tan diestros entre sus tropas.

—¡Sométanse al poder de su nueva reina! —grita ella, al tanto que miles de aves y lagartos antropomorfos escapan de su ejército.

Los ataques de los demás miembros de villanos al servicio de Ginjo no se hacen esperar.

En un universo desconocido, Paythius Imperatore observa que el planeta es destruido por su ejército con una sonrisa. Aris se encuentra  con un reino desconocido que se ubica en el universo Mistral, iniciando con un ataque sorpresa, no importándole asesinar a miles de ciudadanos inocentes junto con su ejército de hombres serpientes.

Por otro lado, Sophie, Reum Slee, Rebeca, Aleryd y Ginjo, avanzan tranquilamente en otros planetas; no han encontrado señales de habitantes inteligentes… o señales de alguna clase de vida.