Honestamente no tenia ni la mas minima idea de como seguir adelante luego de todo esto. como seria capaz de entrar alli y pretender que todo estaba bien? Que no habia ningun problema? Que la vida seguía su curso normal? Que los pajaron seguirían entonando esas estupidas melodias que a ella le gustaban ajenos a lo que sucedía dentro de su habitación. Cómo podria pretender que nada malo ocurría cuando no era asi?
Esas eran las preguntas que daban vuelta por mi cabeza mientras me dirigia adónde Sabina estaba aprovechando que aun estaba en horario de visitas y que era la ultima vez que podria hacerlo esta semana.
- Adelante- ordeno en cuanto sintio mis nudillos tocar la puerta.
Force una sonrisa insípida en mi rostro, una tan falsa como las esperanzas que trataban de darme los medicos cada vez que consultaba algo respecto a su estado.
Cuando entre la encontré batallando para encontrar una posicion comoda en esa cama.
-Sabes lo unico que extraño de mí antiguo apartamento es poder tener acceso a un colchon que no me genere dolores de espalda a la mañana siguiente.
-Las dos estamos al tanto de que eso no es aso. Y el que tenías era incluso peor que este. Estaba tan desmejorado que cada vez que uno se sentaba en el quedaba un hueco en forma de tu trasero al levantarse.
-Esa era la parte divertida. Podías jugar a ser un puzzle humano e intentar imitar la antigua posicion para ver si encajaba perfectamente en ella.
-Permiteme ponerle un fin a tu martirio- afirme acercandome adónde estaba - Y deja de decir boberias. Tendrías que ahorrar energia para cosas mas importantes.
-Como preocuparme por mís analisis o debería emplearla en fingir que la asqueosa comida que me sirven es justo lo que necesito. Te parece que la ocupe en encontrar un nuevo método para ignorar el dolor que me inflingen las agujas que se meten en mis venas o pensar en las sesiones de quimio que me pendientes y en lo degastadoras que son? Oh espera- exclamó poniendo un dedo en alto - Ya se , me pongo a leer las revistas medicas que dejan aquí y que dictaminan mí sentencia de muerte, haciendome saber que mí expectativa de vida es increíble baja- hizo una pausa - También podría desgastar mí tiempo leyendo las de chismes que nadie se ha molestado en cambiar y que cuentan con cotilleos del siglo pasado.
Por un instante sus palabras fueron como una bala directo en mí corazón y me llevaron de nuevo al frío consultorio donde su doctor me había dado las " buenas noticias".
-Muevete a la izquierda- ordene, acomodándola y pasando por alto la marca morada que tenía en uno de sus brazos producto de su tratamiento- Tengo el presentimiento de que alguien se ha levantando de un humor de perros hoy.
-Lo siento… La verdad es que he pasado una mala noche y no hw podido dormir demasiado.
-Descuida, está bien- contesté yendo hacia el sofá que se había convertido en mí segundo hogar y en el que pasaba incontables horas cada vez que venía a este sitio- Ayer atendí al equipo de beisbol- comenté tratando de llevar la charla en otra dirección y así distraerla.
-Como ha estado? Son tan apuestos como los rumores lo dicen los rumores? Tienen traseros fornidos y grandes?
-Estuvo… Bien- murmuré - Aunque estaban un poco pasado de copas. Solo espero que esto no se refleje en sus exámenes pre partido- agregue.
Lo cierto es que deseaba que a uno de ellos si les afectase cuánto habían bebido el día anterior, así de esa manera le prohibirían entrar al campo de juego.
-Explicame porque tengo la corazonada de que me estás ocultando algo - espeto, entrecerrando sus párpados, dándome una de sus miradas sospechosas.
-Recuerdas que te comenté que estaban ebrios? Pues- rasque mí cuello- Uno de ellos me dio una nalgada- susurré esquivando sus ojos.
El silencio nos embargo por un par de mínutos, sin embargo no duro mucho, ya que ella estalló en en risas. Un sonido que se me habría antojado magico de no ser que se estaba divirtiendo a mí costa.
De más está aclarar que su reacción me había tomado desprevenida . No me la veía venir.
-Por favor dime que hiciste algo a raíz de esto.
Asenti.
-Le di un puñetazo al patán que lo dejo sentado sentado en su silla.
-Si serás tonta- masculló , con el disgusto tomando el dominio de su efpresion.
-Disculpa?
-Eres una mojigata de primera.Cualquiera en tu posición habría sacado provecho de eso. Minimo habría coqueteado con el o algo por el estilo. Al menos yo hubiese hecho eso.
-Lo se. Todavía tengo bastante presente a Tarin, uno de tus pretendientes olvidables. Ese que habías conocido durante una fiesta a la que habíamos fuimos juntas y si mal no recuerdo tuvo el mismo comportamiento que esté patán.
-No era un mal tipo. Simplemente había tenido unas cuantas cervezas demás y con el paso de los días descubri que tenía mucho para ofrecerme.
-Seguro que no. Todavía me acuerdo del viaje a Mallorca al que te llevo
-Al que tu te negaste rotundamente a ir - aclaro-Jerry quedó completamente devastado con tu ausencia.
-Claramente sobrevivió a ello. Los tipos como el pasan de una mujer a otra sin cargo de conciencia.
-No tienes idea de lo que estás hablando - bufo- Y ds increíble cómo a pesar de todos estos años no has sido capaz de dejar atrás ese rasgo tan tuyo.
-Que rasgo?
- Eres sumamente prejuiciosa, no lo has notado?
-No lo soy. Y en todo caso mis sospechas fueron confirmadas cuando me contaste lo que sucedió ese verano, al delatarme como te aprovechaste de su "bondad"- espete dibujando unas comillas en el aire-Te las ingeniaste para que él te comprase y diese todo lo que te antojaba.
-Obcio que si, mamá me ha educado bien - respondío orgullosa- Además estaba al tanto de que sería una relación ella pasajera y que si no sacaba una buena tajada de ello sería una boba-afirmo.
Como si hubiese invocado al mismísimo Lucifer la reportera que estaba del otro lado de la pantalla narraba con una voz calma y carente de emoción los sucesos que habían tenido lugar en Cannes donde Martha Rewlis había acompañado a su flamante esposo a recibir un galardon por sus dotes como director.