El prejuicio de tu mirada

Cap 4

Te he traído aquí porque eres mi pareja destinada, es decir eres mi mate – solo me dedico a escuchar por muy loco que parezca ese tipo, pero veo que su familia Esta más atenta a mis reacciones que a lo que le tenga que decir él – yo soy un hombre lobo – en esta situaciones he visto que es mejor seguirle las corriente, así que solo muevo mi cabeza en aceptación para que continúe – somos un clan de lobos y te traje a mi manada porque desde el día que te Vi en el hotel supe que eras mi destinada, es decir esté es tu lugar, tu hogar … yo al ser el alfa te convierte en mi luna. ¿Estás bien con lo que te acabo de contar? 

¿Que si estoy bien? Estoy que me hago en los pantalones, Diosito que hice mal, de verdad está gente es loca ¿O será que los papás hacen lo mismo que yo y le sigue la corriente a su hijo? Lo observó y no puedo evitar que me dé   un poco de lastima, tener tanto dinero y para nada, porque tiene problemas mentales. 

-Vaya es mucha información – me giro hacia los padres-  siento mucho no poder ayudarles con su hijo, pero la cura no es seguirle la corriente, ósea no los crítico pero teniendo tanto dinero no pudieron ponerle a los mejores especialistas?- me voy hacia él y tocando su mejilla, lo cual lo toma por sorpresa  le digo- tranquilo ya encontrarás la ayuda que necesitas. 

-Querida nuestro hijo no está loco, si es medio testarudo y no se le da eso de la charla, pero es cierto lo que dice. 

-no, no, no , eso no puede ser cierto- me empieza a estresar está situación. 
-Nina cálmate , se que es de locos y pueda que tengas muchas dudas- toca mi hombro pero yo aparto su mano- no te asustes no te lastimaría nunca. 

 


-no quiero estar aquí, me puedo ir?- miro con esperanza a sus familiares, pero solo veo negativas. Que hago, que hago? – entonces  eres un hombre lobo no es así?- acepta con su cabeza – entonces  transfórmate- si eso es!  

-No puedo hacer eso Nina, mi lobo no sale  a voluntad. 
-haaa que conveniente no? Vaya el señor que dice ser un lobo no lo puede demostrar. 
-Lian salió hace un momento es posible que ella lo haga salir- opina si padre pero igual yo? Que quieren, que lo llame como un perrito?- quítate los lentes muchacha- pero como se dio cuenta. Lo miro asombrada 

-de que hablas padre, ella no…- él se me queda mirando un rato y su mirada se oscurece tanto que me hace retroceder- quítate los lentes de contacto Nina. 
- no, déjenme en paz- cómo… cómo se dieron cuenta, no quiero estar más aquí. Él toma mi brazo con fuerza y me acerca a él. 
- que ocultas Nina- su mirada me aterra- hasta ahora he sido sincero y me he aguantado tu falta de respeto, pero si me llegó a enterar de que… 
-hermano basta, la estás lastimando- su hermana lo trata de alejar- ella no sabe nada, hermano por favor cálmate. 
- suéltame- muevo mi brazo adolorido tratando de zafarme- no voy a quitarme nada y sabes porque? Porque no les creo y tú eres un maldito loco- lo miro desafiante y me sigue mirando molesto. 

-ven te voy a llevar a un lugar seguro – su hermana parece más cuerda, me guía a la salida, mientras los demás se quedan discutiendo. 
-Donde estoy?- esto parece un cuento de hadas, es tan verde que sientes que respiras mucho mejor, el clima es tan agradable y parece un pueblo pero moderno. 


-estamos en la manada Luna oscura- entonces es enserio lo de los lobos, de verdad existen- no te asustes somos personas buenas. 


-esto es una locura, yo jamás me imaginé que lo que leía en libros podría ser verdad, tengo nervios y curiosidad al mismo tiempo – me detengo y la miro curiosa- yo fui grosera y no  pregunté tu nombre- veo como se acerca y me extiende su mano. 


-soy Isabella Castiblanco, no casa blanca como le dijiste a mi hermana – se empieza a reír - eres graciosa. 


-Yo soy Nina López – le devuelvo la sonrisa porque tiene una bonita energía – mientras caminábamos la gente me observaba con curiosidad otros bajan la mirada.

 
-No te incomodes solo que les causas mucha curiosidad, tu belleza es única- mi belleza?  No me considero hermosa a decir verdad- porque usas lentes de contacto? 


-si, así les causo curiosidad no me imagino cuando me los quite, el color de mis ojos es un tema complicado para mi. Las personas les incoloda mi mirada o simplemente no les gusta. 
-la que tiene que estar cómoda eres tú, no te debe importar la opinión de nadie, ni siquiera la de  mi hermano, pero primero vamos a mi casa y te pones cómoda te parece?  


-esta bien, todavía ando con mi uniforme, no me he bañado y mi ropa…- debo estar del asco. 
-tranquila ya solucionamos eso vale?-  me lleva a su casa que no está tan lejos de la anterior, es bonita una casa blanca, con flores a sus alrededores.- bienvenida, ven pasa por aquí- me guía por un pasillo y entramos a una habitación que es realmente bonita – mira por aquí está el baño  y las cosas de aseo están en los cajones, mientras te bañas te dejo ropa encima de la cama si? 


- pero…- no deja que termine y me mete al baño. – pero  soy una mujer de cuerpo grande – digo en susurro. La ropa siempre ha sido un problema para mi, una chica de talla grande sufre mucho en cuanto  a la moda en esta sociedad. 
 




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