Volumen 4: Sueños corruptos Acto 3

Al verlo el enano no pudo evitar encogerse de hombros mientras la silueta del joven Milfiore poco a poco empezaba a emular a la de una parca.

—Los exámenes concluyeron que el origen de la enfermedad del señor Afton se debe a la exposición con un contaminante fúngico, un hongo, este se propago rápidamente entre sus músculos provocando síntomas de debilidad, fiebre, tos y asma, en la mayoría de los casos la exposición a este hongo es letal y los tratamientos posteriores cuestan una fortuna.

—Lo sabía, esa fue tu meta desde...

—Pero, afortunadamente no es el caso del señor Afton, su condición todavía es tratable. —Exclama el joven exaltando a la pareja—"Para cualquier otro doctor en este mundo seria así, pero no para mi"

Con esas palabras la mujer rápidamente sucumbe en llanto y el enano aun pese a estár enfermo se levanta y la rodea entre sus brazos para consolarla, para ellos parecía un sueño hecho realidad, lamentablemente no sería tan simple.

—No obstante, el hongo ya ha devorado una gran parte de las terminaciones nerviosas del señor Afton, si no es extirpado hay riesgo de que se propague todavía más.

—Extirpar, ¿se refiere a cortar? — Clama el enano.

—Así es, más concretamente hablo de varias porciones de piel a lo largo de sus brazos y torso, además de su antebrazo derecho —Señala el joven —Lo diré sin rodeos, si accede a esta operación podre salvarle la vida, pero nunca podría volver a ser un herrero.

—¿Estás hablando enserio? — pregunta con una expresión pálida.

Para un herrero sus manos lo significan todo, Jared era un proveedor para su familia, por lo que renunciar a sus manos seria lo mismo que poner a su mujer en una situación difícil.

—Lamento decirlo, pero...

—Lo pensaremos —Aclama Susan callando a su esposo —Por favor denos algo de tiempo para pensarlo.

—Su reacción es comprensible —Señala el joven —A decir verdad, planeaba quedarme algunos meses en la ciudad de Bastos, si el negocio que tengo resulta bien puede que me quede mas tiempo; pero si soy brutalmente honesto, no esperaría mas de 2 semanas, es el tiempo que estimo que el hongo tardara en alcanzar un órgano vital.

—Entendemos, por favor déjeme llevarlo a la salida —espeta la mujer.

—Por supuesto...

Tras esas palabras el joven sale por la puerta de la casa, dejando a la pareja en una incómoda situación que debían de resolver...

En un principio cuando el joven Milfiore escucho la historia de Björn, este supo que podía aprovecharse de ella, adentrarse en su morada y obtener la ubicación de Mordejái Afton.

No obstante, al encontrar el musgo negro y ver la condición de Jared, este supo que, de no intervenir, aquel enano moriría irremediablemente.

Parecía ser una noble acción, aun así, muy en el fondo Iván sabia que esto no le generaba ningún beneficio, pero del mismo modo no le costaba nada.

—"¿Eso me vuelve una buena persona o en una mala?, no lo sé, lo importante ahora es que ya poseo la ubicación actual de Mordejái..." —Clama internamente con una sonrisa en boca —"Afortunadamente parece que soy capaz de usar Corrupción de almas aun cuando la persona esta despierta, Jared me dio la ubicación y ni siquiera lo sabe..."

Tras esas palabras y con una ligera risa entre labios el joven traza un rumbo hacia su destino predilecto...

Tras caminar algunas horas y pedir un aventón de un cochero local, el joven Milfiore fue capaz de llegar a las horillas de un gran lago, un punto bastante apartado de la ciudad donde solo se veían algunas cabañas de pesca y botes viejos.

No obstante, entre lo que parecía una cabaña de pesca, se podía evidenciar una gran cantidad de humo saliendo, mucho mas de lo que cualquier chimenea podría generar.

Con una mirada llena de optimismo el joven se acerco al lugar, notando así un taller de metales erigido a partir de una cabaña de pescan, en el cual se podían vislumbrar múltiples moldes de espada y el retumbar del metal contra el fuego.

Tomando un fuerte respiro el joven se aproxima a la puerta, pero antes de poder tocarla, una voz lo interrumpe...

—¿Tu eres?, Eres el tipo de la otra vez...

Tras el joven Milfiore se podía evidenciar a un enano de cabeza rapada y ojos azabache quien vestía de forma andrajosa, alguien a quien Iván pudo reconocer casi de manera instantánea.

—¿Björn...? —Aclama el joven.

—¿Qué estás haciendo tu aquí? — pregunta el joven enano —¿Me has estado siguiendo...?

—Yo llegue antes, ¿Cómo sé que tú no eres quien me siguió? —reclama el joven —"Aunque siendo concisos, técnicamente si lo estaba siguiendo..."

—¡Quien anda ahí! —Exclama una voz áspera dentro de la cabaña.

El sonido de pasos firmes y pesados rápidamente se hicieron sentir, justo antes de que las puertas de aquel taller improvisado se abriesen, evidenciando así a un hombre de gran tamaño y grosor, cabellos rubios que cubren toda su espalda y un rostro firme y hostil.

—Björn, ¿eres tú? —Clama el imponente hombre.

—Hola, tío Mordejái... —espeta con un evidente tono de vergüenza.

Al escuchar esas palabras el joven Milfiore no pudo evitar quedar anonadado, dentro de la historia del héroe de la fe, los Enanos siempre se habían descrito como individuos de baja estatura y cuerpos robustos, no obstante, el cuerpo de Mordejái es mas cercano al de un gigante.

—No debiste haber vuelto, ¿tus padres saben que estas aquí?, no, con lo cobarde que eres dudo que siquiera sepan que volviste a la ciudad... —Exclama Mordejái, poniendo en vergüenza a su sobrino —Por cierto, ¿quién eres tú?

—Yo... yo soy un amigo de su sobrino... —Clama asombrando a ambos hombres con sus palabras —Pero la verdad es que estoy aquí para proponerle un negocio, señor Afton.

—Ya veo..., en ese caso puedes irte al diablo, yo no hago comisiones —Reclama justo antes de cerrarles la puerta en la cara.