El príncipe obscuro

Capítulo 12

Fabián: no me iré sabiendo que mi hija desapareció. Ahora necesito encontrarla y debes de entender que nunca dejaría a mi familia para volver hacer mi vida.

Amaya: si esto es lo que siempre habías querido. Nada más que te estoy dando la oportunidad de que me dejes sin hacerte ningún tipo de reclamo y sobre todo estamos casados únicamente por el civil, así que será más fácil solicitar el divorcio y siempre te agradeceré que hayas reconocido a nuestra hija a pesar de que no querías hacerlo.

Fabián: mi familia me decía que no lo hiciera. Pero lo termine haciendo, ya que para mis padres era un defecto que ella naciera ciega y que no merecía llevar nuestro apellido.

Amaya: entonces es mi culpa que hayas vivido infelices todos estos años. Solamente que, si no te hubiera dicho nada, Victoria hubiera crecido sin un padre.

Fabián: sabes que lo que menos nos conviene es seguir recordando el pasado. Sabes que ante si hubiera tenido la oportunidad de dejarte lo hubiera hecho, pero las cosas cambiaron.

Amaya: no tiene ningún sentido que sigamos juntos. Además, se perfectamente que esta es tu casa y la que se tiene que ir soy yo, así que solo esperare a que aparezca mi hija para poder irnos.

Fabián: esta es nuestra casa y no te llevaras a la niña a ningún lado. No debes de olvidar que hice la promesa de estar con ustedes y será mejor que hagas lo que te digo.

Amaya: lo que te molesta es que esta vez decidí por ti. Nada más que esto se acabó y quiero que te prepares para que pueda firmar el divorcio muy pronto.

Fabián: hice lo que me pediste por el bien de la niña. Pero bien sabes que me quede a tu lado por amor y Victoria desapareció porque no la cuide bien, además salió sin tener seguridad y yo jamás autorice eso.

Amaya: ella nunca ha necesitado tu autorización para hacerlo. Eso no debería de sorprenderte y te recuerdo que esta con su nana, estoy segura de que sabrá protegerla.

Fabián: entonces ordenare que la busquen a partir de este día. No puedo sentirme tranquilo sabiendo que no está en su casa y debes de olvidarte de esa idea que tienes.

Amaya: eso no lo hare y estoy decida en hacerlo. Seguramente mi familia me apoyara y mis padres estarán felices de estar con su nieta.

Fabián: ya te dije que ni tu ni mi hija saldrán de esta casa. Deberías de evitar probar la poca paciencia que tengo y sobre todo no soy igual que mi hermano que le da todo a su esposa.

Amaya: será mejor que termines aceptando mi decisión. Solamente te casaste conmigo porque esta embarazada de ti, así que únicamente te casaste conmigo por obligación.

Fabián: ya te dije que estoy enamorado de ti, pero eso no lo entiendes. No quiero escuchar de nuevo que me digas eso y esta conversación se acabó.

Amaya: en verdad estoy cansada de esto y deberías de pensarlo. Nada más que cuando nuestra hija aparezca me hare cargo de ella y sé que todavía tengo la oportunidad de ser una buena madre.

El escucha a su esposa y todavía no podía creer que le había pedido el divorcio. Solamente que Fabián la adoraba y la quería con todo su corazón y su hija no era la excepción, además él no tenia la costumbre de demostrar sus sentimientos.




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