El Profesor que me enamoro

Capítulo 6: La Primera Cita

Narra Ifigenia

 

Estaba realmente nerviosa. Esta era mi primera cita con James y sentía una mezcla de emoción y miedo. Sabía que algo iba a suceder, pero no estaba segura de qué.

 

- Princesa, te dejaré para que te arregles. Luego, bajemos juntos. Quiero llevarte a un lugar especial - me dijo James con una sonrisa.

 

Mi hermoso profesor, con su voz encantadora que me derretía. Todo parecía perfecto.

 

- Claro, James - respondí. Antes de que se fuera, me tomó de la cintura y me dio un dulce beso.

 

Hasta ese momento, siempre lo había llamado por su nombre. Pero algo estaba cambiando.

 

Él salió de la habitación y me dejó allí, en su habitación. Me sentía muy contenta. Fui al baño para tomar una ducha, pero me llevé una gran sorpresa. La bañera estaba llena de pétalos de rosa azul, mis favoritos. Junto a ella, había una mesita con una nota que decía:

 

"Aquí empieza nuestro juego, gatita. Espero que te guste, mi rayito de sol.

James, tu profesor".

 

Todo parecía perfecto, hasta que leí esas palabras: "aquí empieza el juego". Me dolieron, pero me recordé a mí misma que esto era solo un juego y que no debía enamorarme. Aunque, en secreto, creo que ya es demasiado tarde. Decidí tomar esa ducha y disfrutar del momento.

 

Narra James

 

Estaba en el balcón de la casa, esperando a que Ifigenia bajara las escaleras. Estaba nervioso y emocionado, al igual que ella. No sabía qué me estaba pasando con esa chica de 15 años. Me hacía sentir tan bien. Sus besos me llevaban a la luna, y sus ojos, labios y sonrisa eran perfectos.

 

Ella era mil veces mejor que Hannah. Había terminado con ella el mismo día en que Ifigenia nos vio besándonos. Hannah vino solo para decirme que se había acostado con su mejor amigo y me preguntó si yo la perdonaba. Esa maldita me traicionó, pero no me sentí mal. De hecho, me sentí feliz de terminar con ella. Le dije que se fuera y que todo terminara ahí.

 

Ahora estaba soltero, pero Ifigenia había ganado mi corazón. Hoy le daría una noche que nunca olvidaría. Aunque nunca antes había hecho el amor con una mujer, solo había tenido sexo, con ella era diferente. Quería hacerle el amor. Sabía que era incorrecto, ya que ella era mi alumna, pero no podía negar que me había enamorado de Ifigenia, mi Ifigenia.

 

Narra Ifigenia

 

Salí del baño. La ducha había sido relajante y me sentía muy bien. Ahí estaba, el hermoso vestido rojo de encaje en la cama. Creí que todo era un sueño, pero era real. Todo era tan perfecto, pero las palabras de la nota siempre resonaban en mi cabeza: "esto solo es un juego". Confieso que quería algo más que eso, pero no podía pedir más, ya que él tenía novia.

 

Me dispuse a cambiarme. Mi ropa interior era de encaje negro, hermosa. James había comprado todo esto para mí y me avergonzaba un poco. Me puse el vestido, que me quedaba perfecto, y los zapatos negros. Me miré en el espejo, peiné mi cabello.

 

"James ha pensado en todo" pensé.

 

Había un estuche de maquillaje. No podía creerlo, todo era hermoso. Me maquillé de forma natural y dejé mi cabello suelto. Había aplicado una crema en él.

 

Me vi en el espejo varias veces y, la verdad, me sentía más hermosa que nunca.

 

Estaba tan feliz conmigo misma que una lágrima se escapó mientras me miraba. Había pasado por momentos difíciles y había caído en la depresión, pero ese día todo era diferente. Estaba pensando en todo cuando un golpe en la puerta me sacó de mis pensamientos.

 

Limpié la lágrima y escuché su hermosa voz, que tanto me derretía.

 

- Princesa, ya baja. La noche es joven y tenemos mucho por hacer - dijo James con ternura.

 

Salí de la habitación y, justo cuando estaba a punto de bajar las escaleras, él estaba allí, esperando. Llevaba un hermoso traje que lo hacía lucir como todo un príncipe. Su corbata negra combinaba con su pantalón, sus zapatos y su saco. Llevaba una hermosa camisa blanca de botones. Era perfecto.

 

Mi profesor era perfecto, y lo que sucedería esa noche jamás lo olvidaría.

 

No quería enamorarme. ¿Por qué de mi profesor? ¿Por qué él? Tenía que descubrirlo. Pero me recordé a mí misma: Basta, Ifigenia. Que pase lo que tenga que pasar.

 

- Wow, princesa, estás hermosa - dijo James con brillo en sus ojos.

 

- Gracias, tú tampoco te quedas atrás. Estás muy guapo - respondí con ternura.

 

- Vamos, princesa. La noche es joven - dijo, tomando mi mano.

 

Antes de salir, James propuso vendarme los ojos como sorpresa. Acepté emocionada. Sentía que estaba viviendo un sueño con él.

 

Tomó mi mano y comenzamos a caminar. Me guiaba hasta que nos detuvimos en un punto donde podía sentir el aire rozando mi cuerpo y mis mejillas. Estaba emocionada. Cuando él me quitó la venda de los ojos, abrí los míos lentamente. No podía creer lo que veía. Estábamos en una pequeña playa. Junto al mar, había una mesa para dos, decorada con platos de porcelana y velas rojas

 

que iluminaban toda la playa. Había un camino de pétalos de rosa que se extendía hacia un destino desconocido, pero estaba ansiosa por descubrirlo.

 

- ¿Te gusta? - preguntó James nervioso.

 

- Me encanta. Esto es lo más hermoso que alguien ha hecho por mí - respondí con una sonrisa. - Eres el primero en hacer algo así. Es lo mejor del mundo, James- .

 

Salté a sus brazos y lo besé apasionadamente. En ese momento, olvidé todo y a todos. Esa noche sería solo para nosotros dos y no permitiría que nada ni nadie lo arruinara. Todo era perfecto y quería que fuera así, al menos por esa noche.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.