El Profesor y La Alumna

Capítulo 35: Una Cita Romántica

Narra Ayelén

 

Después de haber superado los obstáculos en nuestra relación, Tomás y yo decidimos tener una cita romántica para celebrar nuestro amor. Queríamos disfrutar de un momento especial juntos y fortalecer aún más nuestra conexión.

 

Decidimos ir a un restaurante acogedor con luces tenues y música suave. Tomás llegó a recogerme y, al verlo, mi corazón se aceleró de emoción. Nos sentamos en una mesa junto a la ventana, disfrutando de la hermosa vista nocturna.

 

Durante la cena, compartimos risas, historias y miradas llenas de amor. Sentía que cada momento con Tomás era mágico y especial. Había una conexión profunda entre nosotros que se hacía más fuerte con cada palabra y cada gesto.

 

Después de la cena, decidimos dar un paseo por el parque cercano. Tomás tomó mi mano y caminamos lentamente bajo la luz de la luna. Había una atmósfera de intimidad y romance en el aire.

 

Narra Tomás

 

Había planeado una cita romántica para Ayelén, quería que fuera una noche inolvidable para ambos. La vi llegar y no pude evitar sonreír, su belleza me dejaba sin aliento. Nos sentamos en una mesa junto a la ventana, disfrutando de la compañía del otro y de la atmósfera íntima del lugar.

 

Durante la cena, nuestras conversaciones fluían fácilmente. Cada palabra que salía de los labios de Ayelén era como música para mis oídos. Sentía una conexión profunda con ella, como si fuéramos almas gemelas destinadas a encontrarse.

 

Después de la cena, decidimos dar un paseo por el parque cercano. Sentí su mano entrelazada con la mía y el cálido roce de su piel me llenó de emoción. Caminamos en silencio, disfrutando de la paz y la serenidad de la noche.

 

Narra Ayelén

 

Mientras caminábamos, sentí cómo la tensión romántica entre nosotros crecía. Me detuve y miré a Tomás a los ojos, sabiendo que el momento era perfecto.

 

- Tomás, esta noche ha sido maravillosa. Me siento agradecida por tenerte en mi vida y por el amor que compartimos.

 

Tomás sonrió y acarició mi mejilla suavemente.

 

- Ayelén, eres mi amor, mi inspiración. No puedo imaginar mi vida sin ti. Cada día contigo es un regalo.

 

Narra Tomás

 

Mientras caminábamos, sentí cómo la conexión entre nosotros se volvía más intensa. Nos detuvimos y me acerqué a Ayelén, perdido en su mirada.

 

- Ayelén, esta noche ha sido mágica. Eres mi luz, mi razón de ser. No puedo imaginar mi vida sin ti.

 

La abracé suavemente y nuestros labios se encontraron en un beso apasionado. Sentí el latido acelerado de su corazón y el suave roce de sus labios contra los míos.

 

Narra Ayelén

 

El beso se volvió más intenso y apasionado. Sentí cómo el deseo y el amor se entrelazaban en cada movimiento de nuestros labios. Tomás me besó el cuello suavemente, enviando escalofríos de placer por todo mi cuerpo.

 

Narra Tomás

 

El beso se volvió más profundo y apasionado. Sentí la suave piel de Ayelén bajo mis labios mientras la besaba el cuello, dejando un rastro de amor y deseo en cada beso.

 

En ese momento, nos entregamos completamente el uno al otro, dejando que el amor y la pasión nos consumieran. Sabíamos que estábamos creando recuerdos que durarían toda la vida.




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