El puente de las memorias

Capítulo 1 "El primer sueño"

Me llamo Etha Rine.

Y a veces, creo que nací con una brújula rota.

Una que no apunta al norte… sino a lo invisible.

Vivo en Nurelía. Una ciudad de edificios silenciosos, cielos

siempre grises, y gente que camina como si ya hubiera

olvidado soñar.

Pero yo no.

Yo sigo soñando.

Y desde hace un tiempo, sueño con él.

Todo comenzó en un lugar que no sabría nombrar.

Era un espacio abierto, ruidoso, lleno de gente.

Todos hablaban, reían, se movían de un lado a otro.

Pero yo… solo lo vi a él.

Estaba ahí.

Entre la multitud.

Alto, de piel clara, con cabello castaño claro que caía en

ondas suaves.

Me miró.

Solo eso.

Y fue suficiente.

Nuestros ojos se encontraron y el mundo… desapareció.

El ruido, el sol, la gente. Todo se volvió fondo.

Solo quedábamos él y yo.

Y una certeza muda, imposible de explicar: yo te conozco.

No se acercó.

No habló.

Pero lo sentí.

Sentí esa electricidad dulce que solo aparece cuando algo

que esperabas por años, al fin llega.

Y justo cuando mis labios iban a moverse —para decir su

nombre, tal vez, si lo recordaba—…

…desperté.

De golpe.

Con el pecho apretado.

El corazón latiendo como un tambor.

Y esa sensación de haber perdido algo… o alguien.

Carta 1:

A ti, el de los ojos que detuvieron mi mundo:

Apareciste entre millones… y aún así me viste a mí.

No sé por qué. No sé cómo.

Pero desde esa mirada, nada volvió a ser igual.

Si este fue solo un sueño, ¿por qué me siento tan viva al recordarlo?

Si no existes… ¿por qué tu ausencia duele tanto?

Si algún día me encuentras —en esta vida o en otra—

solo mírame igual.

Y sabré que eres tú.

Etha




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.