Me llamo Etha Rine.
Y a veces, creo que nací con una brújula rota.
Una que no apunta al norte… sino a lo invisible.
Vivo en Nurelía. Una ciudad de edificios silenciosos, cielos
siempre grises, y gente que camina como si ya hubiera
olvidado soñar.
Pero yo no.
Yo sigo soñando.
Y desde hace un tiempo, sueño con él.
Todo comenzó en un lugar que no sabría nombrar.
Era un espacio abierto, ruidoso, lleno de gente.
Todos hablaban, reían, se movían de un lado a otro.
Pero yo… solo lo vi a él.
Estaba ahí.
Entre la multitud.
Alto, de piel clara, con cabello castaño claro que caía en
ondas suaves.
Me miró.
Solo eso.
Y fue suficiente.
Nuestros ojos se encontraron y el mundo… desapareció.
El ruido, el sol, la gente. Todo se volvió fondo.
Solo quedábamos él y yo.
Y una certeza muda, imposible de explicar: yo te conozco.
No se acercó.
No habló.
Pero lo sentí.
Sentí esa electricidad dulce que solo aparece cuando algo
que esperabas por años, al fin llega.
Y justo cuando mis labios iban a moverse —para decir su
nombre, tal vez, si lo recordaba—…
…desperté.
De golpe.
Con el pecho apretado.
El corazón latiendo como un tambor.
Y esa sensación de haber perdido algo… o alguien.
Carta 1:
A ti, el de los ojos que detuvieron mi mundo:
Apareciste entre millones… y aún así me viste a mí.
No sé por qué. No sé cómo.
Pero desde esa mirada, nada volvió a ser igual.
Si este fue solo un sueño, ¿por qué me siento tan viva al recordarlo?
Si no existes… ¿por qué tu ausencia duele tanto?
Si algún día me encuentras —en esta vida o en otra—
solo mírame igual.
Y sabré que eres tú.
Etha
#1391 en Fantasía
#5215 en Novela romántica
fantasia, romance odio pasión intencidad drama, sueños y magia
Editado: 13.07.2025