Capítulo 13
Estamos todos reunidos en la sala de mi casa, pues estamos reunidos por mi cumpleaños. Estoy de buen humor , los demás lo notan considerablemente. El señor Matías me dió el mejor regalo en el mundo.
Tuve que dejarlo en el puente para que los demás no se dieran cuenta, sería muy raro llegar como si nada con una cámara de tres mil dólares. A mamá se le caería la quijada y me interrogaría todo el dia. Ni hablar de papá.
Entre risas y charlas, recuerdo los momentos que hemos pasado juntos. Un día, Todos estábamos jugando Club , pues…Connie había caído del techo de su casa por recibir las flores de un noviecito que tenía. Al ver , ella estaba totalmente inmóvil en el suelo con rosas machacadas por todos lados.
Su mamá al escuchar los gritos salió rapidísimo. Recuerdo que ese día la castigaron por dos meses (Sí cumplió el castigo).
Y miles de recuerdos más mientras estábamos aquí en la sala de mi casa jugando monopoly. Stefano, Gemma y mi mamá nos hacen compañía. Papá que se pudra en su cuarto.
—Eso no se vale ¡Tienes todas las propiedades!.—Juan se enfada al caer en propiedad de Gemma..
—Pisando mi propiedad y pagando.—Gemma extiende su mano en señal de cobro.
Juan la ve con un bucheo algo dramático y juguetón, Dándole el dinero en su mano.—Setecientos dólares.—
—Gracias Querido.—
—Bueno chicos.—Mamá se levanta saliendo del juego.—Es hora de cantar cumpleaños, son las nueve de la noche.
Mamá tiene una rara costumbre de cantar cumpleaños a las nueve de la noche. Aún recuerdo que estábamos presente en el cumpleaños de la señora chismosa (La mamá de Juan). Pues ella le instó en cantar cumpleaños a las nueve ya que traía más prosperidad.
—Vamos chicos.—-Me levanto.
Mamá coloca el pastel en el paredón que es un poco más largo que la mesa. Todos nos colocamos alrededor con sonrisas en nuestros rostros mientras la vela ilumina en medio de las luces apagadas y nuestros aplausos.
—….Doroteo Feliz cumpleaños a ti.—Terminamos de cantar entre risas y uno que otro intento fallido de llevar mi cabeza a la torta, estos seres sin moral.
Quedo un poco arrepentido de cómo pensaba hoy en la mañana ¿A qué vendrían estos cambios de humor? ¿Que me cambió tan de repente? Se lo hipócrita que fueron papá y mamá al empezar el día, las golpiza de que papá me dió…Pero hubo algo. Algo que lo cambió todo. Quizás sea reunirme con mis amigos.
—Feliz cumpleaños Teo.—Connie me abraza.
—Que haría sin este tortolito.—Lucía se une.
—Bueno muchachos , siéntense para repartir el pastel.—Mamá .—Doroteo anda a buscar unos platos en la lacena.—
—Vale , ayúdame Stefano por favor.—Pido ayuda.
Mamá tiene platos para todo tipo de ocasión , es una señora muy meticulosa. Pues lo tiene en la lacena más alta y debo tener cuidado si no quiero que se caigan , necesito ayuda.
Tomo un banco que está debajo de la escalera para colocarme encima de el y llegar al estante.
—Doro, sé que no puedes viajar por tus papás ¿Pero irás conmigo a solicitar el pasaporte mañana?.—Stefano aprovecha que estamos solo para preguntar.
—Si iré.—Les doy unos cinco platos.—Creo que lo necesitaré a futuro , además… quiero acompañarte.—
—Bueno, mañana temprano en el ZAYME. Atienden por orden de llegada.—
—¿Y eso que vas al ZAYME?.—Juan llega repentinamente.
Nadie puede saber nada de esto. Levantaría sospecha alguna ¿Cómo alguien que vive debajo de un puente pagaría un pasaporte tan costoso? ¿Para qué? ¿Con qué dinero viajaría? Lo que ocasionaría es que Juan empiece a sospechar de ellos, de mi. El es una persona que no conoce límite alguno para saber la verdad, vela por mi seguridad.
—Iré a renovar la cédula.—Stefano responde rápidamente.
—Mmm ya.—
—Listo.—Cierro el estante bajando los platos que faltan.
Se los doy a mamá para que pueda darnos el pastel que picó en trozos considerables (No una rebanadora).
—Tengan.—Ella nos reparte a todos.
Nos sentamos nuevamente en el piso de la sala , donde estamos jugando monopoly. Pues la partida está a medias, pero primero comer y charlar un poco.
—Y dime Doroteo, Juan me dijo que te ganaste una beca en la academia de arte.—Connie sonríe fascinada.
—Sí, inició el lunes.—Volteo a ver a Stefano.—¿Tú también inicias el lunes no?.—
—Si, solo debo ir los lunes ya que mi modalidad es semipresencial.—
—¿Y qué estudiarás?.—Connie pregunta.
—Idiomas modernos para poder ser profesor.—
—Stefano sabe cinco idiomas, pero lamentablemente no tiene un título o algo que certifique su conocimiento, como resultado no puede trabajar y dar clases en academias o recibir grandes remuneraciones.—Gemma les informa con un tono algo orgullosa de él.
—Increíble , este chico es un genio.—Lucía me dice.—¿Y qué sobre ti, linda?.—
—Yo sé francés, es mi idioma materno, aunque los idiomas no son lo mío…Soy más de pintar lienzos con óleo y acuarelas.—
—Eso es cierto , Gemma pinta unos cuadros espectaculares.—Juan Halaga sus pinturas,, suena como un fanático.—Tenían que ir a la feria a verlos.—
—Todo lo que hago es espectacular.—Gemma sonríe.—Mi corazón pinta lo que siente y mi mente su desahogo.—
—Me caes bien nena.—Lucía la ve de arriba a abajo.
—Déjala , se va a pasmar.—Connie le da un codazo.—Ustedes son muy…Excepcionales, yo apenas sé dibujar.—
—Porque necesita haber un intercambio ¿Para qué quieres dibujar?¿Beneficio personal? ¿Lucrativo? El arte es un negocio, donde tú eres portador de un talento para demostrárselo al mundo, y el arte te da lo que quieres. Esa satisfacción o curita en tu corazón. El arte es un idioma, tu amor por ella será la cantidad de perfección y belleza en cada expresión. Eso es el amor al arte.—
—No entiendo.—
Gemma suspira.
—Cada vez que pinto un cuadro, es una parte de mi corazón en él. Un sentimiento que las palabras no pueden expresar , un perdón que mis heridas quieren dar , un amor que mi ser no quiere recibir. Mi negocio con el arte es que soy receptora de confortabilidad y desahogo, mis lienzos son enemigos de mi orgullo, a cambio, soy una difusora del arte y su belleza. Ese es el negocio, recibo lo que quiero de ella.—