El Reflejo de tu Mirada

Capítulo 24

El miércoles amaneció con un cielo gris, y Alejandra sentía que esa atmósfera reflejaba perfectamente su estado de ánimo. Después de una noche casi sin dormir, sabía que no podía quedarse quieta. Decidió que lo primero que haría sería contactar a alguien de confianza que pudiera ayudarla a desentrañar el lío en el que se había metido.

Alejandra pensó en sus opciones y se decidió por llamar a Carla, una amiga de la universidad que ahora trabajaba como periodista de investigación. Carla era conocida por su tenacidad y su habilidad para desenterrar la verdad, sin importar cuán enterrada estuviera. “Si alguien puede ayudarme, es ella,” pensó Alejandra.

Tomó su teléfono y llamó a Carla, manteniendo su voz lo más calmada posible. “Carla, necesito verte. Es urgente. No puedo explicarlo por teléfono, pero es importante. ¿Podemos encontrarnos hoy?”

Carla, intrigada por la urgencia en la voz de Alejandra, aceptó de inmediato. Quedaron en verse en un café discreto en las afueras de la ciudad, lejos de las miradas curiosas y de cualquier posible vigilancia.

Cuando Alejandra llegó al café, encontró a Carla ya esperando en una mesa en la esquina más alejada del lugar. La periodista la saludó con una sonrisa, pero su expresión se tornó seria al ver el semblante preocupado de Alejandra. “Cuéntame, ¿qué está pasando?” preguntó Carla, saltándose cualquier conversación trivial.

Alejandra respiró hondo y comenzó a contarle todo desde el principio: la reunión con Raúl, los documentos que había recibido, y el miedo constante de estar siendo vigilada. Carla escuchaba atentamente, tomando notas mentales y haciendo preguntas clave cuando era necesario.

“Esto es grande, Alejandra. Si lo que dices es cierto, estamos hablando de un escándalo de proporciones masivas,” dijo Carla, claramente impresionada por la magnitud de la situación. “Necesito ver esos documentos para poder ayudarte mejor.”

Alejandra sacó los documentos de su bolso y se los entregó a Carla, quien comenzó a examinarlos con la mirada de alguien que ha visto demasiadas cosas en su carrera. “Voy a necesitar tiempo para revisar todo esto, pero ya puedo decirte que estás en lo correcto al preocuparte. Esto no es algo que puedas manejar sola.”

Carla guardó los documentos cuidadosamente y le prometió a Alejandra que los investigaría a fondo. “Por ahora, mantén un perfil bajo. No hagas nada que pueda atraer la atención sobre ti. Voy a contactarte en cuanto tenga más información, pero debes estar preparada para lo que venga.”

Alejandra asintió, sabiendo que había puesto su confianza en la persona correcta. Sin embargo, no podía evitar sentir que el peligro seguía acechando en cada esquina. Cuando se despidieron, Alejandra se sintió un poco más aliviada, pero también sabía que este era solo el comienzo de algo mucho más grande y complicado.

Al regresar a su hotel, Alejandra no pudo evitar preguntarse si había hecho lo correcto. Pero en su corazón, sabía que no tenía otra opción. La verdad tenía que salir a la luz, y aunque el camino sería difícil, estaba decidida a seguir adelante, sin importar lo que le costara.

Esa noche, por primera vez en días, logró dormir un poco mejor. Sabía que Carla estaba en ello, y eso le daba un pequeño respiro en medio de la tormenta que se avecinaba.



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Editado: 15.08.2024

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