El reflejo del asesino escarlata | Libro I

Capítulo 6: Nunca volver

"I can still see your face
Where it's burned into my mind I die every time"

 

 

 

 

 

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El sol llenaba la habitación en donde despertó, por un momento le costó recordar donde estaba, su cabeza dolía como un demonio, luego de aquella retadora frase que Logan le dio, Valerian había tratado de contener el sollozo, su vida iba en picada y no podía permitirse volver a caer por alguien, al menos no nadie que pudiese ver constantemente y estuviera merodeando con su insignia de héroe. Cayendo en el intento, las lágrimas continuaron su curso por el resto de la noche, sintiéndose sola, hasta que logró dormir.

Examinó todo a su alrededor, en definitiva el oficial era demasiado pulcro, todo se veía armónico, pacifico, con algunas fotos familiares que pasó por alto, el reloj de la mesa de noche marcaba las 9:00 a.m. no sentía ánimos de levantarse y de estar en su casa se habría tapado hasta el cabello para seguir durmiendo, pero... esta no era su casa, suspiro sentándose en la cama y se percató del aroma que venía del exterior. Miró su apariencia en el espejo que colgaba de la pared «No es tu peor imagen Ivy... bueno algo así» acomodo su enmarañado cabello en una coleta desprolija, estiró su pijama y ladeo la cabeza, no era su mejor imagen tampoco, se veía vulnerable, odiaba verse vulnerable.

Contó hasta tres, como una estúpida niña tímida antes de salir por la puerta, solo para hallar una escena digna de una telenovela, Logan preparando el desayuno, la mesa perfectamente arreglada, la luz matinal adornando el panorama y ella... estática en su lugar.

—Oh, hola gin — sonrió el moreno al verla allí — iba a llamarte en unos minutos pero me has ganado

—¿Ahora ese será mi nombre para ti? — preguntó sentándose con una media sonrisa en sus labios

Logan pensó por un instante y encogió sus hombros — deberías acostumbrarte supongo ¿Qué tal amaneciste?

La pelirroja presionó sus manos debajo de la mesa, no era sorpresivo que él fuera así de atento, por algo era parte del servicio policial, pero si, le era extraña la sensación que este le generaba con cada gesto desinteresado. Aquello, no fue pasado por alto por Logan, vitoreo el haber visto como la ojiazul se tensionaba y luego bajaba sus hombros, disfrutaba por demás saber que tenia esa influencia en ella, en su interior sabía, muy en el fondo que no debía confiarse casi al extremo de esa hermosa apariencia, pero sus sentimientos tenían caudal libre para hacer lo que quisieran, cosa que no le disgustaba

—Bien, gracias... ¿tu? ¿el sofá es cómodo? — una notoria culpabilidad por haberle quitado la cama acompañó sus palabras

—Lo es tranquila, la próxima vez puedes probarlo tu si quieres — bromeo dejando una gran taza frente a ella

—Lo tendré en cuenta entonces oficial — su voz sonó en demasía insinuante y siguió el juego elevando una de sus cejas justo cuando tomaba el café, gesto que embelesó a Logan

Aclaró su garganta sin saber que responder a ello — quieres.. ¿quieres que luego pasemos a revisar tu casa?

Valerian asintió con una repentina ansiedad, no quería confirmar algo que sospechaba, porque eso significaba saber, si era producto de su mente o de la realidad.

Pasaron casi dos horas hablando de cosas triviales, ambos agradeciendo tener esa fugacidad de normalidad, lejos de sus pequeños mundos pesados e inexplicablemente compatibles.

Por esos minutos, se sintieron livianos y tenia mucho que ver la compañía que se daban, las miradas furtivas viajaban en silencio, las risas distendidas opacaban los pensamientos agobiantes que aparecieron cuando estaban de camino a la casa de Valerian, aunque era notorio el nerviosismo que cargaban en cada paso.

Al llegar, toda la calle parecía estar en calma, de esas que hacen que se erice la piel. La puerta chirrió al tacto de la chica dejando ver el interior, todo aparentaba estar igual que antes de que se fuera a dormir.

Con paso lento, recorrió toda la sala y la cocina, revisando cada detalle seguida de Logan, respaldando atento a cada movimiento fuera de lugar. Cuando llegaron a la puerta de la habitación, él decidió esperarla en el pasillo, en un acuerdo tácito.

Creyó que lo único fuera de lugar era su cama que permanecía desordenada, al voltearse el cuadro que ocultaba el "mapa de sueños" estaba destrozado en el suelo y en medio de todas las imágenes, algo llamó su atención, una daga estaba clavada con fuerza justo sobre la nota que antes escribió sobre Moore y de esta colgaba el collar que llegó en la caja el día anterior.

Con el aliento contenido y viendo que Logan no se diera cuenta, salió rápido del lugar cerrando la puerta, el chico la miro esperando a que dijera algo

—¿Todo en orden?

—Si... todo está igual, lamento mucho haberte hecho venir en vano — rio nerviosamente — quizá lo imagine o algo así —agregó desacreditándose a sí misma — de todas formas, gracias por... bueno todo

Logan, quien estaba esperando a que terminara su eufórico relato, acomodó su uniforme y negó — no quiero que te asustes Gin, he visto las marcas de pisadas en la sala y el patio, no me siento cómodo sabiendo que estás aquí sola

Valerian carcajeo sin darse cuenta y puso sus manos sobre su cadera enderezando su postura — espera... ¿Qué quieres decir? ¿Serás mi niñero?

El ojimarron ladeo su cabeza mientras mordía su labio inferior en un acto inconsciente, su mente divago por escasos segundos y se obligó a contener una boba sonrisa

—Bueno, ese planteo es interesante pero podría ser como ¿protección a testigos? — argumento como si eso fuera lo más lógico del mundo — puedes quedarte en casa el tiempo que necesites o al menos hasta que pongas seguridad aquí — dictaminó con convicción, era la pura verdad y sus ojos lo reflejaron




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