El reflejo del asesino escarlata | Libro I

Capítulo 15: ¿Tienes miedo de ver?

"We have the key to redemption

Drop the icons "

 

 

 

 

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Los pasos se hacían más fuertes conforme se acercaban al apartamento alarmando a la pelirroja que, aun no salía del trance que conectó su mirada con esos tres despreocupados rostros « ¡Reacciona Ivy!» oyó en su mente y con rapidez devolvió a su lugar el libro, acomodando todo lo que se cruzaba camino al sofá, para cuando la puerta se abrió, mantuvo una postura de plena calma, por fuera así lucía y por dentro su corazón martillaba su pecho sin cesar. 

 

—Espero que te guste la comida mexicana — anunció Logan alegremente agitando las bolsas en sus manos 

 

Valerian le dedicó la sonrisa más creíble que podía, ahora más que nunca sabía lo que debía hacer, conseguir información, lo difícil sería que aquel chico hablara libremente, para su suerte, aún tenía varios trucos por jugar, esos que aprendió de joven y que no tan orgullosamente profesaba. Pero, a su entender no había nada que le quitara el foco de los secretos que quería develar. 

 

— ¡Esto está muy bueno… por Dios santo! — exclamo la chica luego de un rato comiendo, no podía haber sido más sincera como en ese instante, su acompañante carcajeo casi tirando parte de su burrito en el proceso — No sabes lo odiosa que es la comida del hospital… estos días han sido realmente buenos — fue entonces donde volvió a ver ese brillo en los ojos cafés de Logan — creo que no te agradecí por todo lo que hiciste y haces por mi

 

Logan le sonrió con completa armonía, aunque por dentro un nudo se alojaba en su pecho causándole pesadez. Le dio un sorbo a la botella de cerveza antes de dejar todo sobre la mesa ratona y acercarse a ella; Valerian sonrió a medias siendo interrumpida por un beso que desbordaba dulzura, sintió el cálido tacto de las manos del moreno posarse en ambos lados de su rostro. Bajando las caricias desde sus mejillas a su cuello, la ojiazul se adelantó pidiendo más sin palabras, percibiendo una sonrisa por parte de Logan quien, junto sus frentes negando levemente

— ¿Qué?... 

—Te prometo que cuando esa herida del demonio sane un poco más, no te dejaré ir — interrumpió con la voz ronca y susurrante.

 

Ante eso ella no pudo aguantar la risa, centro su atención en la forma en la que mordía levemente su labio inferior, en como ladeaba un poco su cabeza para mirarla, en como recorría su piel «Aléjate o terminaras abriendo esos puntos» razonó la vocecita. Muy a su pesar lo hizo, con la excusa de querer terminar su cena. La música que antes había puesto Logan retumbaba llenando y cooperando con el vacío que las ganas habían dejado, por el resto de la comida, las risas fueron las protagonistas gracias al mal canto del oficial en un intento de apaciguar las aguas.

Luego de eso, las tazas humeantes con la bebida favorita de Valerian tomaron su lugar en la mesa ratona, los ojos de la chica viajaban sutilmente hacia el libro que había visto hacia unos minutos atrás, no se permitía hacerlo por más de un instante, solo en aquellos que Logan no la miraba directamente o volteaba. Podía sentirlo llamando a su nombre, podía sentir el magnetismo que solo la curiosidad despertaba, incluso, el suplicante temblor que aún se mantenían en sus manos, necesitaba saber que era lo que eso ocultaba. 

Oyó a lo lejos la voz del moreno, alegre y seguramente encaminada en algún relato al cual no estaba prestándole atención, su mente padeció una especia de lapsus en donde no hubo reparo y las imágenes de sus pecados abarrotaron todo lo que ella era. 

— ¿Crees que alguna vez pare? — preguntó suavemente con la mirada perdida en su taza.

Logan se percató de lo ausente que la pelirroja se hallaba y volteo su cuerpo apoyándose sobre el respaldar del sofá para verla mejor — ¿Qué cosa? 

—El dolor… — su voz simplemente salía, era un pedido de ayuda que no tenía planeado bajo ninguna circunstancia «¿Pero qué carajos acabas de decir Poison?» bramo una violenta Betty, maldijo internamente antes de poner su mejor expresión de paz, él por su parte estaba mirándola con preocupación — Yo… estaba pensando en mi familia — excusó y en su cabeza retumbo una maquiavélica risa que rebosaba de ironía — Lo siento, es… el accidente me ha dejado un tanto sensible — rio acomodando su cabello — o puede que sea el medicamento 

—Los niños y los medicados dicen la verdad siempre — le dijo tranquilamente 

Ella lo miró y comenzó a reír — Los borrachos no los medicados 

— ¿Hay diferencia? — agregó con una ceja levantada 

Valerian asintió divertida por su argumento e intento mirar más allá de lo que él le permitía, pudo ver la debilidad surcar sus ojos con tan solo mencionar a la familia, eso debía significar algo. 

—Cuando nos conocimos, en el bar ese día, me preguntaste por qué había salido de Nueva York y en parte si, fue la vida — confesó — pero mayormente fue que ya no había nada para mí en ese lugar 

 —Todos huimos de algo en algún momento — comentó ido

 La ojiazul lo analizó expectante y supo que debía continuar — ¿Tu huyes Logan? — él le devolvió la mirada con un poco de pereza y se encogió de hombros un poco resignado 

—No eres la única con una familia disfuncional — la respuesta solo genero más curiosidad en ella y él, sabia eso perfectamente, por lo que acomodo su postura rumeando lo siguiente que diría — Crecí bajo la sombra de un padre que bueno… hubiera preferido decir que era ausente pero en su lugar era un ebrio bastante molesto, así que en todo lo que pensaba era en cuidar a mi madre y hermana 

Valerian sintió como el aire contenido salía y su cuerpo se achicaba de a poco, no por entender esa sensación, si no por ser todo lo contrario a lo que él reflejaba, por dentro se sintió culpable por siempre elegirse a sí misma ante todo.  




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