El reflejo del asesino escarlata | Libro I

Capítulo 17: No dejaré que me rompa

"I will not give up the fight

But on this last thread,

I hold on so tight

Feed my imaginations,

don't let a sweet dream die "

 

 

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Sus piernas perdieron toda estabilidad al leerlo y mucho más cuando oyó la voz preocupada de Logan acercándose a la habitación. Con rapidez tomó la nota más todo lo demás arrugándola y tirándola dentro de las ropas colgadas a un lado.

— ¡Val! oye ¿Qué sucede? — inquirió el moreno una vez que dio con el marco de la puerta 

Aun desde adentro del armario, Valerian se tomó unos segundos para activar el interruptor y respirar calmando su vaga ansiedad — ¡Listo! vaya… lo siento, algo explotó aquí adentro — dijo riendo con nerviosismo disimulado — es un pésimo lugar para poner una central eléctrica ¿no? 

Logan analizó con suspicacia su alrededor y volvió sus ojos a la pelirroja — ¿Corriste por eso? — presionó solo recibiendo un asentimiento en respuesta, un sonido en seco hizo que se alejara hasta donde supuestamente provenía, instintivamente con una mano apoyada sobre su arma reglamentaria, dispuesto y alerta a todo. 

La joven Hansen, prácticamente corrió detrás suyo blasfemando por lo bajo, sin darse cuenta chocó con la espalda del oficial que permaneció en su lugar en un estado tenso apuntando a un punto en específico. 

— ¡Logan! guarda eso — bramó viendo a su pequeño amigo acurrucado, sin pensar demasiado se puso en medio de ambos llamando la atención del moreno — ¿Ibas a dispararle a un gato? ¡Qué clase de policía eres! 

— ¿Por qué tienes a Redrum aquí? — Preguntó con un tono de voz que asustó a ambos, al ser rodeado por el silencio se adelantó y casi gritó — Dime por qué tienes al maldito gato de Moore Valerian 

—Venía con la casa — soltó e internamente Betty golpeaba su mente con furia pidiendo que lo pusiera en su lugar — Cuando me mudé, estaba aquí y no me pareció echarlo a la calle — continuó pero con un tono más dulce, colocó sus manos en el rostro de Logan moviendo su mirada del pequeño felino a su propio rostro — Es solo un gato… ¿Qué dices si salimos de aquí? — susurro casi en sus labios y al ver como él cerraba sus ojos supo que esa batalla tenía su victoria. 




 

Cada uno en su auto, respiro hondo sin saber que acababa de ocurrir. Logan intentando recobrar la compostura que, muy a su  pesar se vio perturbada por «Un estúpido gato» según sus propias palabras y Valerian rogando que, la persona que envió esa foto no fuera un espectador de la escena que protagonizaron. 

Varios minutos después llegaron al apartamento del oficial y fue entonces que tomó aquello con una buena oportunidad para indagar «Nadie se pone así por un simple animal y tú lo sabes bien» agregó Betty en sus oídos y era cierto. La ojiazul tenía en sus manos la botella que había danzado en el bar y con una sonrisa se apoyó sobre el respaldar del sofá, mirando cada movimiento que él pudiera hacer. 

—En verdad lo siento — masculló al cabo de un rato silencioso — por casi matar a tu mascota… y más que nada por haberme comportado como un idiota contigo 

—Creo que eso aplica para ambos casos — bromeó ella quitándole peso a lo que él solo rio por lo bajo — Lamento haber reaccionado así, ya sabes… de todas maneras ¿por qué no iniciamos de nuevo? todo el drama de la ex y los accidentes — resoplo 

Logan asintió sintiendo por primera vez nerviosismo al estar a solas con ella. Se acercó decidido, haciendo caso omiso a las protestas que su lado racional exclamaba y acarició por breves instantes el cuello y la base de la nuca de Valerian, generando escalofríos que la hicieron sonreír con picardía. Sin perder más tiempo del debido, la besó con ímpetu y un deseo que tenía oculto en su más profundo ser. Así como ella se aferró a sus hombros dejando que las caricias vagaran por la superficie de su pecho. Ninguno planeaba frenar, ninguno quería hacerlo. No fue hasta que Logan la acercó con fiereza a su cuerpo e intentó apoyarse en algo sólido que notaron que aún seguían sobre el respaldar del sofá. En medio de risas y susurros continuaron saciándose hasta llegar a la habitación; sus juicios estaban tan nublados que no les importo en lo más mínimo chocar con todo hasta dar con la mullida cama, donde Logan ayudo a que se recostara, siendo levemente consciente de la herida que la chica aun tenía en su abdomen. La miro a los ojos, realmente la miró y cada detalle de su rostro, esos detalles que día a día procuraba guardar en su memoria, depósito pequeño besos en sus mejillas y en sus labios, en tanto acariciaba su cuerpo por debajo de la fina tela de la remera. Valerian lejos de sentirse inhibida prefirió dejarse llevar por el suave tacto de sus manos y optó por hacer la misma jugada, atrayéndolo para llegar a rozar con sus uñas su espalda. Cuando oyó el gemido ahogado que surgió de Logan una sonrisa se instaló en su boca y todo su cuerpo pidió sin escrúpulos mucho más; poco a poco las prendas fueron cayendo y como si nada más importara se miraron con un deseo placentero, él besó y lamió cuello bajando lenta y tortuosamente, casi pidiendo permiso por continuar le dedicaba pequeños vistazos que Valerian respondió guiándolo con un suave empujón. Logan sabía a la perfección cómo lograr que la chica perdiera la cordura con cada movimiento que daba, sabía que no iba a detenerse. Solo sus respiraciones hacían eco a lo largo y ancho del lugar, llenándolos con más y más sed por el otro, cuando el juego previo se detuvo por unos segundos la pelirroja aprovechó para tumbarlo y cambiar de posición. La osadía marcó un nuevo punto de partida y el vaivén de las caderas de Valerian volvieron loco al joven oficial. 




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