El reflejo del asesino escarlata | Libro I

Capítulo 18: Las piezas rotas brillan

"There is no going back this time
What is real and what is mine?
Ooh, survival hurts "

 

 

 

 

 

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No tenía nada que decir, nada que aportar ni irónicamente, una inocente había muerto por mero capricho. En un impulso de enojo, luego de mirar por varios segundos y llegar a asimilar ese mensaje, aún con las manos temblando respondió.

Por primera vez, desde que comenzaron a llegarle, sin escrúpulos, sin filtro, solo tipeo “Maldito cobarde” y para cuando Betty y su lado de supervivencia aparecieron, era demasiado tarde. Nadie imaginaría que la audaz Valerian Hansen sintiera tanto miedo al punto de haber fumado toda la cajetilla de un tirón, era un desafío o quizá la estupidez de creer que podría con un chacal oculto en las sombras. 

«Prueba enviándole que estás ebria y lo lamentas» saltó la vocecita burlándose de sí misma. Por el alboroto que estaba rumbeando dentro suyo olvidó que su herida aún no había sanado por completo y en un falso movimiento una puntada hizo que se retorciera, pese al dolor físico se incorporó manteniendo los ojos en el móvil que descansaba en la mesa y justo en ese instante algo cayó en su mente, cerró los ojos con el latente pensamiento de, si molestaba a Alexander con ese mensaje, no podría volver a su hogar ni a buscar lo que necesitaba. No era un secreto el peligro que aquel chico de ojos grisáceos representaba, ni de su falta de ética y moral, aunque le sonara tremendamente paradójico que justamente ella lo viera así y no como él la había llamado, su igual.  

Mientras recapacitaba mordiendo sus uñas tomó la computadora de Logan para revisar mejor toda la información de Tessa, algo no terminaba de cuadrar del todo lo que leía, miró la dirección en Alemania de un nosocomio privado y una lámpara se encendió en su cerebro. 

 

— Hola hermano mayor — sonrió con el móvil en altavoz 

— Es extraño que me llames pero… ¿cómo estás? — bromeó Tristan del otro lado

— Bien, oye necesito un súper y confidencial favor — dijo y oyó un quejido del rubio — Tris, es importante en verdad 

— Dime 

— Estaba pensando en tus millas de viaje y que, podrían serme de mucha ayuda en este momento — usó su voz de inocencia — Necesito un vuelo para Alemania lo antes posible 

— ¿A qué quieres ir a ese lugar Val? por favor no me digas que sigues metida en ese caso — agregó con severidad 

Valerian rió sonora y carraspeo — No hay caso cerrado hasta que así lo crea y sabes como soy… vamos Tristan, no te sirven ahora y no puedo usar los fondos de la compañía o eso me causaría una molesta llamada de alguno de los gemelos, tu padre o la directiva 

Espero unos segundos silenciosos antes de oír una blasfemia de parte de su hermano — Específicamente ¿de qué parte estamos hablando?

La pelirroja festejo en silencio antes de buscar el expediente con eso que necesitaba — Hacia… dame un segundo, Rostock… carajo — contó y susurro el insulto 

— Te conseguiré solo tres días y nada más, por tu manera de terminar la oración sé que sabes de quien es territorio, haz lo que debas hacer y no me importa si no lo terminas, te regresas en el tercer día ¿de acuerdo? 

—Por supuesto, te lo agradezco muchísimo, salúdame a la familia

 

Claro que la menor de los Hansen sabia dónde estaba por meterse, había conocido a la familia Bahal en una de las fiestas en las que había acompañado a su amiga Gennevive en la mansión de los mangiamorte y peor aún, a su corta edad, con la sed de éxito que tenía, había cometido el error de meterse con el primogénito del jefe de la mafia y un buen amigo suyo para luego desaparecer. Un hecho que, le avergonzaba recordar, era solo una adolescente que no supo cómo manejar la situación y eso desembocó en el disgusto del viejo August y la desilusión de Benno. 

Tratando de no caer en el repetitivo pensamiento de que era su zona, en cambio debía tener todo listo para salir en cuanto su hermano le avisara y eso significaba incluso planear qué temas tocaría si llegaba a encontrar a la tan famosa Tessa Kioth.  

 

Conforme las horas pasaban y nada se sabía del caso o de Logan, su preocupación aumentó y comenzó a llamar a todos los contactos que compartía con él, desde Mark a Luke y aunque todos ya tenían conocimiento sobre lo que estaba en todas las noticias, no tenían nada para aportar a la calma. Lucille se había ofrecido por hacerle compañía y a falta de coraje, la pelirroja aceptó. Mientras estaba acomodando y guardando las cosas que tenía por toda la mesa, su móvil sonó varias veces. Valerian no sabía si sentirse asombrada o reír como una loca, en efecto, su mensaje desmedido había sido respondido “Valiente, es por eso que me gustas” “Debes elegir bien esta vez” era algún tipo de chiste del universo por todas sus equivocaciones en la vida, eso se repetía constantemente. 

Dejó el móvil sobre los papeles y lo miró con una media sonrisa, incrédula de la confianza e incluso de lo que internamente sentía, esa mezcla de fascinación y raciocinio donde intentaba separar la fantasía de la vil realidad.  Conocía muy bien a las personas así, esas que sin importar lo que fuera, eran atraídos por el morbo de lo ilegal, lo oscuro y pecaminoso, aunque lo había vivido en su adolescencia junto a los Vitale, era consciente de que esto estaba a otro nivel de locura. Se alejó de la mesa para preparar otro café mientras debatía en su mente cuál sería su próximo movimiento. 

Estaba en medio de algo crítico, un caso ciegamente cerrado que nadie le pidió que abriera y aun así, se empeñaba en dejar al descubierto todas las mentiras y alguna que otra verdad. Esa misma noche, cuando el moreno regresó, no pudo apartarse de él por lo que inconscientemente eligió quedarse a su lado y en un afán de despejar la nebulosa realidad, ambos se sumieron una vez más en ese mar de pasión que habían descubierto. 




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