El reflejo del asesino escarlata | Libro I

Capítulo 22: No debería haber dejado que me conquistaras

Now I can't let go of this dream
I can't believe how I feel "

 

 

 

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El silencio formó parte de cada espacio en ese ático y retumbó en la profundidad de la pelirroja, la consciencia le volvía intermitente, pero estaba segura de lo que estaba viviendo, ninguno había movido un musculo por ciertos minutos hasta que ella tomo la iniciativa de voltear y bajo su propio riesgo, chocando con una mirada que le pareció un tornado o un día tormentoso, el gris podía confundirse con la oscuridad que la misma cargaba, él siguió sus movimientos con atención, cuando estuvo de frente a Alexander el chico hizo su gesto característico de ladear su cabeza con una media sonrisa en tanto acomodaba el cabello de Valerian.

— ¿Sigues creyendo que soy una especie de fantasma no es así? — habló con calma 

Valerian frunció el ceño y asintió — La doc. Soiler dijo que puede ser mi mente intentando darle identidad a mis temores… aunque sigo pensando que es una pésima psicóloga 

—Ciertamente no lo sabrás hasta que estés completamente lúcida… pero los matasanos no sirven para nuestras mentes — dijo acariciando su rostro 

—No quiero ser un monstruo — le susurro ella con cierto dolor 

Moore negó en medio de una risa — Tú no eres un monstruo cariño, la percepción de la sociedad puede decir que es así, pero nadie, más que nosotros mismos comprendemos las situaciones, nuestras situaciones

Valerian gimoteo mientras despeinaba un poco su cabello y mordió su labio — Voy a... voy a perderlo, Logan me verá como una maldita demente… así como lo hizo con Alexander — lagrimeo

Moore se tensó cuando ella nombró a su viejo amigo y más aún cuando un deje de temor cruzo por los ojos de la joven, que, para su defensa, en verdad estaba pensando que era parte de su imaginación, el criminal más buscado estaba comenzando a temblar de solo caer en cuenta que, quizá la historia que años atrás lo había llevado al abismo se podría repetir, pero… no dejaría que eso pasara. 

Con su capacidad de controlarse a un nivel muy bajo, se apartó de Valerian casi a ojos cerrados, ignorando toda pregunta que la chica estaba haciéndole entre algunas palabras inentendibles. La ayudo a bajar y a llegar a su cama antes de arroparla como se supondría haría cualquier persona normal. 

—No será igual — dijo acariciando el rostro de la joven dormida y beso su frente — lo prometo 




 

 

 

... 

 

 

 


 

El sol entraba por la ventana molestando sobremanera a Valerian quien buscaba la comodidad de la oscuridad debajo del edredón, cerca suyo comenzó a oír un ronroneo y luego unas patitas sobre su cabeza. En efecto, eso logró despertar a la chica con un terrible dolor de cabeza.

— ¿Cuándo diablos voy a aprender que no debo tomar así? — se reprochó cubriendo sus ojos antes de ir directamente a la ducha.

Su mente estaba nublada y le costaba encontrar el hilo de recuerdos que le dijeran como o cuando había llegado a su casa, con eso presente termino de hacer todo y se dignó a tomar su teléfono, varios mensajes de sus amigos, su familia y Logan aparecían en pantalla, por lo que decidió alistarse para ir a visitarlos. 

De camino al departamento de policía recogió un desayuno y un café ben cargado para aplacar su resaca, para su suerte el moreno que estaba esperando ver, se encontraba saliendo de su patrulla cuando ella ya estaba por la mitad de la calle. 

 

— ¿Tiene tiempo para un café oficial? — Preguntó a sus espaldas siendo recibida por un fuerte abrazo que la hizo tambalear con las cosas en sus manos —También te extrañe 

—No me dijiste que ya estabas aquí, me alegra mucho verte Gin — dijo sobre su oído antes de sostenerla por los hombros con una peculiar mirada en él — Los tres días más largos del mundo — exagero notoriamente para hacerla reír y aprovechando eso, tomó su mentón antes de besarla con unas ganas entrañables 

De fondo ambos pudieron escuchar cómo algunos compañeros del chico hacían bromas o silbaban, algo que le causó mucha gracia a Valerian y no pudo evitar reír. 

— ¿Te gustaría pasar a mi oficina? mi turno acaba en unas horas y no puedo negar un buen desayuno… algunos idiotas se ¡comieron todas las donas! —contó elevando su voz lo suficiente para que su compañero riera y huyera de la escena — me la debe — aseguró 

 

Una vez que ambos entraron al precinto, Valerian se halló analizando todo lo que veía, le incomodaba un poco estar en una estación, ya que sus experiencias no habían sido algo que le gustara recordar, para su beneficio esta vez era diferente y al ingresar a la oficina de Logan, algo surgió en ella, una especie de ansiedad hiperactiva 

—No sabía si traer donas o churros así que opte por amb — su relato fue interrumpido por los labios del chico, que con un ímpetu la había tomado, algo que ella no negó ni se apartó, el beso había sido tan apasionado que le resulto abrumador — Vaya… ¿Qué te sucedió Logan Wittnhen? — susurro contra su boca con la respiración agitada, pudo ver como una pícara sonrisa aparecía entre la penumbra de su rostro y volvió a besarla pero esta vez, atrayéndola un poco más a su cuerpo, ella sin tener ganas de quedarse atrás, cruzo sus brazos por detrás del cuello del moreno y sin pensarlo dejo un gemido salir 

— No entiendo cómo es que eres tan malditamente adictiva Gin… — recitó antes de besarla nuevamente y llevar sus manos un poco más abajo — Planeaba buscarte luego del trabajo para ir a comer esos burritos que te prometí, pero en definitiva esta sorpresa es mejor 

 

—Eres sexy cuando hablas de burritos — bromeó la pelirroja acercándose — pero alguien podría entrar y es tu trabajo, ya compórtate — con una risa de resignación el chico levantó sus manos y comenzó a alejarse y entonces ella lo jaló para un último beso profundo 




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