El reflejo del asesino escarlata | Libro I

Capítulo 24: Los fantasmas me están ganando

"I believe that dreams are sacred
Take my darkest fears and touch them "

 

 

 

 

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Alexander sonrió plácidamente mientras volteaba la mano para entrelazar sus dedos — Lo sé muy bien a eso cariño 

— ¿Seguro? porque no lo parece, estoy en la misma posición que ella 

El moreno se apoyó sobre su codo con una confianza jocosa, como si llevaran años juntos o estuvieran en un picnic de domingo. Puso sus ojos en blanco y tocó la punta de la nariz de Valerian antes de decir despacio “poop” y reír 

—Claro que no Leri, Tess era una loca muy particular, amaba que todos terminaran a sus pies y hubiese hecho todo por recibir tanta atención como le fuese posible, ella nos eligió a ambos como si fuera una maldita serie adolescente — escupió y después besó su mano antes de que Valerian la quitara con fastidio — Pero tú… sabrás elegir bien y dado lo que ocurrió — se encogió de hombros 

— ¿En qué te beneficia a ti que decida? no quiero saber nada con toda esta mierda, no me digas que es otra venganza contra Logan — pregunto algo irritada 

Él negó repetidas veces y se acercó peligrosamente a su boca mientras la miraba con descaro — No lo entiendes, solo te quiero a ti — ella flaqueo — estoy seguro que solamente tú puedes comprenderme y solamente yo puedo comprenderte. 

Valerian lo alejó cuando su cordura apareció por una fracción de segundo, se estaba comenzando a sentir como años atrás y no podía permitirlo, él imito su gesto y se paró frente a ella sonriendo 

— ¿Sabes que quiero? ¡Paz! Alexander solo eso vine a buscar a este estúpido pueblo —  grito dejando salir su frustración — No vine a ser parte de una muy mala jugada, tienes unos evidentes problemas de ira que debes manejar… o no — rio fuerte —  no me importa 

— Me lo dice la chica que está a un vaso de volverse alcohólica — le dijo con humor y se acercó a abrazarla esperando que la chica chillara o lo echara de allí pero no se movió 

— Eres demasiado extraño… podrías ser parte de mi imaginación —  mascullo — pero no creo estar tan demente 

Alexander carcajeó fuertemente llenando cada espacio de la habitación, la alejo sosteniendo sus hombros y ella sabía perfectamente que estaba usando su autocontrol «Si es que tiene de esos» burló Betty, para no hacer algo que estaba deseando desde muchos meses. La guió hasta la cama, arropándola como la última vez, siendo sospechosamente dulce, en lo que cabía para una persona como Moore, para la pelirroja era como estar en una parodia de alguna telenovela o película retorcida

 — Cuando tengas tu elección, sabes dónde encontrarme — le dijo saliendo por la puerta. 


 

 

 

… 

 

 

 

 

El amanecer llegó y la joven Hansen estaba sentada en el suelo de su habitación cubierta por una parte del edredón, rodeada por tres cajetillas de cigarros que fueron devorados en las horas de insomnio. Estaba reflexionando sobre su vida y aquellas banalidades que no hacía, como sentarse a ver televisión y disfrutar de alguna serie o tendencia, salir más con sus amigos o prestarle más atención a la empresa, que milagrosamente no se había desplomado. 

Esa mañana parecía ser un tanto más lúgubre, miro por varias horas las notificaciones de su móvil vacías, no se animaba a hablarle, quería hacerlo, pero era algo que simplemente carecía de sentido. Luego de darse una larga ducha se dignó a limpiar absolutamente toda la casa, tirando aquellas cosas que no servían e incluso guardo cada papel en el escritorio con su investigación antes de colocar el cuadro para tapar el mapa de sueños. Necesitaba un día, solo uno sin estar atada a ello. 

Una vez que terminó con todo eso salió a hacer las compras y al bar como ya tenía planeado, por invitación de sus hermanos amigos, almorzaría con ellos en su descanso para “ponerse al día” y como no tenía muchas ganas de estar sola accedió. Nada fuera de lo ordinario ocurrió, solo una buena charla sobre lo que habían visto en su paseo, preguntaron si podían ayudar con algo y ella amablemente respondió que no hacía falta y ya iba a terapia, una enorme mentira con vestigios de las sesiones escasas a las que había asistido, incluso Mark se vio bastante interesado en el tipo de relación que llevaba con el oficial del pueblo, algo que incomodó por demás a la pelirroja y supo disimular ampliamente con bromas que lo sonrojaron «Miente, miente, miente, así fuiste criada» oyó en su mente, Betty estaba enojada con ambas por todo y eso hizo, sin pestañear, sus amigos le creyeron parcialmente que no había mucho por decir entre ambos e internamente agradeció que nunca fueron tan demostrativo en las calles del pueblo, eso facilitó su cuento. 

Pasó el resto de la tarde bebiendo junto a  Darien, Liv y Luke que llegaron pasada la siesta y se armó un buen ambiente distendido de juego, los dardos fueron la terapia que no sabía que necesitaba y no era mala en eso, se dejó llevar por los shots y la música, el toque de queda todavía estaba vigente por lo que corría del mes, así que se permitieron unas horas de diversión sencilla. Pero cuando la noche cayó, Valerian se encontró sola en esa casa, su pequeño gatito descansaba siempre en el sofá o a un lado suyo en la cama. Por esa noche Alexander no apareció por su morada y tampoco recibió mensajes de Logan. Solo algunos correos y mensajes de sus hermanos y la fiscalía de Nueva York por el caso de Jeremy. 

Con la ayuda de sus pastillas mágicas logró dormir poco más de lo que estaba acostumbrada, aunque tardó en hacerle efecto, permaneció debajo del edredón repitiendo las preguntas que la Dra Soiler le había hecho sobre sí misma, al menos hasta que el sueño la venció. 




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