- Así que preguntas de dónde conozco a Humana… - pregunta el extraño, con un aire un tanto desenfadado, pero sin quitarme la mirada de encima. - Bueno, supongo que podría contarte. No es como que vayas a contárselo a alguien. - agrega con una sonrisa macabra.
Mientras yo me encuentro de rodillas sobre la madera del suelo carcomido, mi captor se recarga sobre la pared de la cabaña abandonada en la que me ha mantenido cautivo desde hace un par de días.
Fijo mi completa atención en él ya que, al fin conseguí que este extraño hombre, que parece venir de otro mundo, me diga otra cosa que no sea “¿dónde está Humana?”.
- Hace ya un tiempo, estaba vagando por las oscuras calles de Musutafu, pensando en mi venganza contra mi padre y contra la estúpida sociedad que engrandece su maldito orgullo de héroe, cuando la encontré… - esboza una pequeña sonrisa, sin embargo, debido a las quemaduras en su rostro, esta parece un tanto demencial. - …encontré a esa pequeña e inocente aprendiz de héroe.
Su mirada ha cambiado, es como si el fuego su mirada cambiara su intensidad de acuerdo a su estado de ánimo. Por ejemplo, cuando me capturó, sus ojos azules brillaban como si se tratara del hermoso destello azulado de los ojos del elfo bibliotecario, pero ahora, que parece estar recordando algo, el brillo en sus ojos se ve apagado y todo su rostro demuestra una enorme aflicción.
- No lo supe en ese entonces… - continúa con su relato, casi en un susurro.
Sus ojos ahora parecen recorrer el techo. ¡Genial! Si se distrae lo suficiente, podré ingeniármelas para escapar.
- ...que esa hermosa y quebrada ratoncita se convertiría en mi mundo.
¿Qué qué cosa?
Ay, espero haberlo pensado y no dicho, pero es que… el hecho de que este maldito maníaco, que sin problema incineró a la mitad de mis compañeros de viaje y tiene amarrados a la otra mitad en la habitación contigua, manifieste abiertamente que Humana, una de las ñoñas medievales más peculiares que conozco, sea “su mundo”, me sorprende.
- Vivimos muchas cosas. Y a pesar de que ella estaba del lado de los héroes, y de que peleamos varias veces… y de que casi me mata en dos…
Espera, ¿estamos hablando de la misma Humana? Porque la que yo conozco, no me la imagino peleando contra un maníaco como este.
- ...eso no importó. Nunca fue importante para ella que yo fuera un villano. Humana jamás me vio como uno. El problema fue que tanto los héroes como los villanos la llamaron TRAIDORA.
Ay no, otra vez esa mirada, espero que no incendie el lugar.
- Ella misteriosamente desapareció, y a mi… - suelta una risa sardónica. - …todos intentaron destruirme.
Se ha volteado, como si no quisiera que viera su rostro, aunque para ser honesto, no hay necesidad de verlo, con escuchar su voz, es evidente que… ¿pero qué estoy haciendo? Debo aprovechar para escapar.
- Tiempo después, MUCHO tiempo después, la encontré en otro mundo. Sin dudarlo, hice hasta lo imposible para poder, finalmente, encontrarme y estar con ella.
Maldita sea, vaya que hizo los nudos de la cuerda muy apretados, no podré zafarme así como así, tengo que cortarla de alguna manera.
Demonios, ¿qué hago? Ah, ya sé. Puedo utilizar el cristal de la ventana rota para cortar la cuerda, creo que puedo alcanzarlo.
- Pero, cuando finalmente llegué con ella y estábamos rehaciendo nuestra vida, sucedió lo del ASALTO ESCARLATA y unos vampiros la arrastraron hasta este mundo medieval. Y en verdad traté de quedarme quieto en el otro mundo.
Ya casi, ya casi alcanzo el cristal…
- En serio, puedo jurar que tenía el firme propósito de esperar su regreso, pero cuando Gale partió… y ya no regresó a la Casa Engel… lo supe, supe que ella no regresaría, prefirió quedarse aquí, con ustedes…
¿Es mi imaginación o todo se ha tornado azul? No me digas que… ¡No! ¡Suéltame, no!
- ¡No! ¡No, espera! - grito, grito con desesperación, pero no parece que me esté escuchando.
- ¡Y lo que ustedes no entienden…! - me ha agarrado del cuello. ¡Rayos! Está encima de mí y no puedo hacer nada porque sigo atado.. - ¡...es que ella es MIA! ¡MIA!
¡Me lleva la…! ¡Este tipo está loco!
- ¡Ñoños Medievales, entiéndanlo, ella es MIA!
¿Es en serio? ¿Todo esto es… por ella? ¿Por una insignificante humana?
- Y ya que hoy es mi cumpleaños… ¡tomaré lo que es mío!
¡Este maldito demente! ¡Me va a matar si no le respondo algo rápido!
- Así, ñoño medieval, responde… ¿ME DIRÁS DONDE ESTÁ HUMANA?