Voy detrás de ella, intento llamar su atención para intentar advertirle, pero ella está decidida a investigar y saber qué está sucediendo.
En cuanto salimos de la posada, la oleada de calor me golpea en el rostro y me cubro el rostro con los brazos. ¿Acaso el fuego ya llegó hasta el albergue?
Cuando volteo la mirada de regreso al camino, veo que Humana se ha colocado enfrente de mí, cubriéndome de la onda de calor con su cuerpo.
- ¿Estás bien? - pregunta, dirigiéndose a mi.
Afirmo con la cabeza, no consigo decir palabra alguna.
Veo a mi alrededor, y lo único que hay delante de mí es el mar de fuego azul que se extiende rápidamente, consumiendo todo a su paso, pero a pesar de que tenemos las llamas encima, hay una especie de campo de fuerza alrededor del albergue que impide que el fuego se extienda por el camino que lleva a la aldea.
Hay gente que está tratando de apagar el fuego, tanto dentro del campo de fuerza como desde afuera, ya que el campo protege los alrededores del albergue y del camino de las llamas, pero no impide que lo atraviese.
- ¿Qué es esto? - exclama Humana, mientras revisa el panorama. - ¡¿Gale?! ¡¿Dónde estás?! - llama a la gorgona, su voz parece preocupada.
Humana camina hacia un grupo de personas que estaban tratando de apagar el fuego.
- ¡¿Alguien podría decirme qué está pasando?! - pregunta a la primera persona que se le atraviesa. - ¡¿Qué fue esa explosión?!
- Nadie sabe… - contesta una hermosa chica con capa azul, me parece haberla visto con Humana en una misión, me parece que se llama Darian. - El bosque de pronto se incendió con fuego azul…
- ¡No manches! Tenemos que avisarles a los demás…
- ¡HUMANA! - oigo la voz de la gorgona a lo lejos, creo que guardián está del otro lado del campo de fuerza, porque su voz se oye muy lejana.
- ¡Gale! ¡Por aquí! - Humana contesta al llamado de su compañero, un tanto más aliviada, pero aún preocupada. - ¡Tu! - se voltea hacia mí, como si recordara que yo la estaba siguiendo. - ¡Pide ayuda en la Lechuza Gigante, en los puertos de los piratas! ¡Incluso ve a la biblioteca del elfo estricto de los lentes! ¡Necesitamos ayuda para impedir que el fuego llegue a la aldea!
- Pero…
- ¡Anda! ¡Ve! El campo de fuerza que puse no durará para siempre. ¡Corre!
Fue hasta que empecé a correr que me di cuenta que mis heridas estaban completamente curadas, pero ¿cómo? Será que… no, ésta ñoña medieval no tiene poderes de sanación ni es mágica ¿o sí?
Muchos gritos y colaboración ñoña épica después.
Logramos apagar el fuego.
¡Gracias a los dioses! La vi cerca.
Finalmente tenemos un momento de paz y, aunque todo lo que no estuvo cubierto por el campo de fuerza parece estar chamuscado, los árboles resistieron y las plantas, así como los animales y personas heridas están siendo atendidas por los elfos, magos y brujas, parece que lo peor ya pasó.
Busco a Humana con la mirada, ¿dónde está?
¡Ah! ¡Ahí está! Pensé que el loco ya la había atrapado.
No hay duda de que esto fue causado por él.
- Entonces ¿había gente en el bosque cuando empezó el incendio? - alcanzo a escuchar que Humana le pregunta a un lobita integrante de La Jauría, creo que se llama Drystanatha.
- Si, pero Gale los rescató a tiempo… - contesta la lobita, cansada y chamuscada de los pelos de su cola. - Pero creo que se los llevó a tu albergue.
- Y ¿tú estás bien? - pregunta Humana, mientras intenta quitarle el hollín a la loba.
- Si, estoy bien. No es la primera vez que hay un incendio de estos aquí. Lo que si, es que es el primero de color azul.
- Qué interesante. - contesta Humana, parece intrigada por lo que dijo la loba, hasta que ve que me estoy acercando. - Bueno, te dejo. Si quieres o necesitas algo, con confianza, sabes que mi posada está abierta para tí.
- Si, gracias.
Humana se acerca a paso seguro. A veces se me olvida lo impactante que es su máscara.
- ¿Estás bien? - pregunta Humana amablemente. - ¿Cómo van tus quemaduras?
- Estoy bien.
- Genial. Oye, gracias por…- comienza a hablar, pero guarda silencio casi inmediatamente, mientras desvía la mirada hacia lo profundo del bosque.
- ¿Qué pasa? - pregunto, un tanto inquieto.
- Creí haber escuchado algo…- contesta sin prestar mucha atención.
Traté de afinar mi oído, pero me temo que ella lo tiene más desarrollado.
- Yo no oí nada…
Humana se gira y comienza a caminar hacia donde su mirada permanece fija. En ese momento, reacciono.
- Espera… no vayas. - le digo casi casi ordenandole. Eso hizo que regresara la mirada hacia a mí.
- Y ¿si hay alguien herido? - debate.