Capitulo 2

Miro a Isael y luego a la muchacha, la verdad pense que lo peor ya habia pasado con la muerte de mi padre, pero estaba equivocada y mucho, ya que habia alguien que podria causar una catostrofe apocaliptica.

La chica me mira aun con sus ojos asustados y luego se sienta, pasa una mano por su cabello y se mueve para colocar los pies en el suelo.

—¿Qué hiciste para que este personaje te persiga? —ella pasa la lengua por sus labios y baja el rostro mientras coloca sus manos en su regazo, hasta ese momento puedo notar bien su vestimenta, anda un vestido largo, aunque su estilo parece de la epoca victoriana diria yo pero realmente no sabria distinguir los vestidos de la epoca, no se mucho de modas, quizas era el ultimo grito de la moda y yo estaba desactualizada.

—Hui antes de la boda —resoplo y mueve la cabeza de un lado a otro

—Estas en todo tu derecho en decidir si te casas o no —me encogo de hombros pero ella niega y frunce el ceño llena de preocupacion.

—No entiendes —ella pasa su mano delicada por su rostro y luego prosigue —Donde yo vivo, no existe el tiempo —levanta su mirada hacia mi —Nuestro lider, erigio una barrera en nuestro pueblo, eso fue hace trescientos años atras, quedamos en el pasado.

—¿Estas segura? —Pregunto Isael y ella asintio —¿Nadie a dado con tu puebo?

Ella niega y luego muerde su labio inferior.

—Solo Asmadeus. él lo encontro y logro cruzar la barrera de protección

—Esa barrera los esconde por lo que veo —ella asiente y luego se pone de pie 

— Si vives en otra época ¿cómo supiste de mi? —pregunte, ella curvo sus labios en una sonrisa 

—Escuché a mi maestro hablar de ti, a los ancianos del pueblo, se que no debia escuchar las conversaciones ajenas, pero fue de casualidad, él les dijo que la guardiana habia tomado su lugar para poner orden entre los dos mundos,en el de magos y mortales

Asenti y me sente frente a ella 

—Practicas la magia y aún asi, me has buscado, pude matarte

—Debia correr el riesgo —estruja sus manos y suspira —en el pueblo estan pasando cosas extrañas y estoy segura que tiene que ver con la llegada de Asmadeu. 

—¿Qué cosas? —pregunte y ella titubeo por un momento pero levanto su mirada hacia mi

—Nadie me cree que hay espectros en el pueblo, dicen que estoy loca por que nadie los ve pero ellos nos siguen, nos escuchan 

—¿Hombres sombras? —mi pregunta fue a Isael, él se encoge de hombros.

—Fue un ejercito grande, el que hizo el trato con tu padre. Querian poder y no les importaba el costo.

Asiento y paso mi mano por mi cabello una vez mas, la verdad lo unico que yo deseaba era volver inmortal a Isael, una lucha con un hombre poderoso no estaba en mis planes, no podia arriesgarlo a una guerra, él podia morir.

—¿Por que ibas a casarte con él?

Ella hizo una mueca de tristesa

—Ya pase mi edad casadera, estuve unos años tranquila pero los del pueblo, informaron a las autoridades que habia una solterona y ellos eligieron a mi esposo

—Rayos —la miro incredula —¿en que les afecta?

Isael cruzo sus brazos detras de la espalda y suelta el aire

—Solo habia un pueblo con esas creencias —la mira —¿Eres de Salmonly? —frunzo el ceño y los miro a ambos

—Si

—Entiendo, se cree que el pueblo cae en maldicion si hay gente sola —resoplo, ante la estupidez de ese pueblo.

—Me culpan por las cosas extrañas

—Dijiste que no te creian —le recuerdo

—Los animales estan desapareciendo, los cultivos se estan hechando a perder y piensan que es mi culpa, que la maldición ha caido en el pueblo de Salmonly por tener cien años viviendo en solteria

Bufo molesta y me pongo de pie

—Ya huiste, puedes quedarte en este siglo, donde las mujeres decidimos con quien nos casamos o simplemente vivir soltera para siempre.

Ella baja la mirada

—No puedo vivir en tu época —suelta el aire retenido —la barrera que nos protege nos mantiene con vida, jovenes, si estoy fuera seis meses del pueblo, yo... morire o mas bien, desaparecere por que tengo trescientos años.

Esto eran problemas y grandes, debia ayudarla, no podia dejarla morir, de reojo miro a mi esposo y puedo ver la resolución de ayudarla pero yo no podia permitirlo, Isael no podia enfrentar a hombres sombras, a un mago capaz de desatar un caos apocaliptico. Era mago, pero tambien era mortal y eso lo volvia vulnerable.

—Ve a descansar —me puse de pie y me acerque a ella —Debo pensar como te ayudaré, sube las escaleras, ve al lado este de la casa, en la primer puerta al lado izquierdo encontraras tu habitación.

Ella asintio, nos hizo una pequeña reverencia, frunci el ceño y la vi marcharse.

—Ni siquiera le pregunte su nombre —me dejo caer en el sofa, mi esposo seguia de pie, con los brazos cruzados sobre la espalda, miro la chimenea y luego de un largo suspiro, movio la mano y la encendio.

—¿Llego la información del pueblo a tu mente? —guardo silencio y no dejo de mirar el fuego —Una guardiana sabe todo sin importar la época —apoyo su mano en el marmol de esta y luego me miro —¿Puedo estar tranquilo?

—Estoy estresada —me encogo de hombros —mi mayor preocupacion, eres tú, asi que no le presto atención a la informacion que llega a mi.

¿Cómo explicarle que cada dia, siento el cambio en mí? Que a mis oidos llega el susurro de la oscuridad, tratando de seducirme para ser parte de ella, siento la magia fluyendo dentro de mi, tratando de ser libre, pero esa parte que aún tengo de guardiana la mantiene a raya, pero temo que un dia, la parte hija de mi padre sea quien venza.

Isael me miro por un instante en un silencio sepulcral

—He decidido mi destino y es morir, tu obsesión por volverme mortal puede abrir una puerta a la magia oscura.

—¿De qué hablas?

—Vivamos el dia a dia Merlina, deja que el destino haga su cometido, la magia oscura siempre nos acecha, tratando de hacernos salir del buen camino, pero si nos mantenemos fuertes, no podra contra nosotros.