En el infierno, Ohuart junto con Keriton habían hecho enojar al Vacío, y viéndolo enfurecido ambos decidieron regresar cuanto antes a Curat, aunque el demonio se moría de miedo de pensar en las miles de formas en las que Surof lo torturaría por su ofensa.
-No creo que en Curat podamos salvarnos de la furia de Surof, él irá al mundo de los vivos a matarnos a nosotros dos y a todos los demás -le dijo Keriton a Ohuart mientras ambos veían como el tamaño del Vacío aumentaba, al igual que su energía.
-A mí no me importa cuantos mueran en Curat, lo que yo necesito ganar un poco de tiempo para que se me ocurra algo que detenga a Surof -le respondió Ohuart a Keriton, tomándolo del cuello de una forma muy agresiva.
Rápidamente, Keriton formó un sello en el piso que sirvió como portal para teletransportarlo junto con Ohuart. El lugar al que fueron teletransportados fue el laboratorio del Emperador Yubet Gul, donde ambos fueron recibidos con los brazos abiertos por haber vuelto sanos y salvos del infierno, pero lo que Gul no sabía era la forma en la que habían logrado su cometido.
-Ahora los 3 podremos liderar Curat sin que nada se nos oponga -les dijo el Emperador Gul a sus colegas.
-Sobre eso …. -Ohuart iba a explicarle lo ocurrido a Gul, pero un fuerte movimiento sísmico lo interrumpió.
El temblor continuó en la capital de Curat, y fue Cantoraa, el hijo de Gul quien le informó a su padre acerca de algo extraño en el cielo de la ciudad, se trataba de una gran nube negra que convirtió el día en noche en cuestión de segundos.
- ¡Hemos enojado al Vacío! ¡Y no creo que tenga piedad con nosotros, nos hará sufrir a todos, a todos! –le dijo Keriton a Gul.
-Padre, han empezado a descender varios seres oscuros desde el cielo –fue lo último que dijo Cantoraa, antes de que la comunicación se pierda.
Con lo dicho por su hijo, Gul miró con mucha ira a sus compañeros y le dijo a su máquina principal que active a todos sus Omegas para que protejan a su hijo.
- ¡Si algo malo le pasa a mi hijo será responsabilidad de ustedes! -gritó furioso Gul- ¡Qué estupidez habrás hecho ahora, demonio tonto, ya estás viejo para cometer errores!
Con lo enojado que se encontraba Yubet Gul, Keriton y Ohuart no tardaron en salir a buscar a Cantoraa, pero al salir vieron como Curat lucia similar al infierno, un lugar oscuro y tenebroso.
La robusta armadura de Gul es tan resistente y fuerte como la piel de Ohuart, quien saliendo tuvo que enfrentarse a un zombie del vacío, el cual era Checkerbelly, una serpiente humanoide, que el titán azul no tardó en estrangular, y finalmente Keriton lo desintegró con un hechizo.
-Éstos zombies no son tan fuertes, pero son miles, ¿¡tanta gente ha muerto a lo largo del tiempo!? -dijo Keriton, antes de emprender el vuelo con sus grandes alas.
-Rastrea el último lugar desde donde se enviaron los mensajes de tu hijo -le dijo Ohuart a Gul, y éste se lo consultó a su traje, el cual se comunicó directamente con su máquina principal.
El sistema aún seguía registrando los movimientos de Cantoraa, y cuando Gul le intentó dar la ubicación a Ohuart, éste ya se había alejado de él, para atrapar al mago murciélago y a su salvador, los cuales se encontraban en su rango de visión, a pocos metros de donde él se hallaba.
- ¡Los tengo, malditos magos, ustedes tienen la culpa de que todo esto esté ocurriendo! -exclamó Ohuart, mientras se acercaba de un salto a los dos magos.
-Nosotros no tenemos la culpa de nada, tú fuiste el que negoció con el Vacío y no pudo cumplirle -respondió el mago murciélago.
- ¿No ves lo que has ocasionado? ¡Deberías entregar tu vida a Surof, para que así deje de atacar Curat con sus oscuros zombies -dijo Tukino, formando unos sellos mágicos con sus manos.
Con Ohuart acercándose y Tukino cargando sus sellos, Pu Pu Ur recitó unas palabras, de pronto, su cuerpo se llenó de tatuajes y sus alas se iluminaron de color azul. En ese momento, ambos magos enfrentaron al poderoso titán azul.
ESTA HISTORIA CONTINUARÁ
Ohuart está decidido a todo y es capaz de matar a ambos magos para complacer al Vacío.
Editado: 15.01.2020