Capitulo 7.

Frente al espejo de su habitacion Emma estaba arreglando unos bordes de las mangas de su vestido y trantando de peinarse correctamente para lo que sea que su tio la este preparando.

-¿recogido?-se pregunta la niña agarrando su cabello en un puño hasta arriba-¿suelto?-vuelve a preguntar dejando caer su cabello que le cubrio todos los hombre y medio brazo.

-como sea que te peines te veras hermosa-dice Irma desde la puerta

Hace varios años atras la tia de Emma le habia ofrecido algunas otras formas de peinarse ademas de el cabello recogido y suelto, podrian se trenzas o cualquier otro, pero ella solo decia que asi estaba bien. Cuando cumplio los 12 la niña ya era independiente de si misma, no tenia problemas con nada superficial que no fuera la buena alimentacion y el ejercicio, y es que nunca habia tenido quien fuera un ejemplo en ese aspecto, solo su tia que usaba diferentes vestidos muy bonitos cada dia que ella misma confeccionaba o que traia de pueblo del que tanto hablaban, se maquillaba algunas veces y hacia diferentes peinados en su cabello con flores y algunas orquillas decoradas en cambio su prima Kei usaba pantalon en vez de vestido y aveces ni se peinaba, eran muchas mas las veces que estaba afuera haciendo cualquier otra cosa menos siendo femenina. 

Emma no habia tenido ejemplos ni competencias con ninguna otra mujer que no fuera su tia o su prima y eso la habia llevado a tener su propia personalidad, sus propios peinados y vestidos y eso no le desagradaba, tampoco le hacia falta tener a quien demostrarle nada y esa era su vida.

-solo quiero verme un tanto diferente hoy-responde arreglando su cabello ondulado de lado a lado.

-sientate-le dice Irma entrando a la habitacion y agarrando un cepillo que habia en la mesa frente al espejo.

La tia empieza a cepillar el cabello y a dejar algunos mechones rebeldes donde deben ir y mete la mano en un frasco en el que Emma tiene flores y asi empieza a trenzar su cabello dejando una flor de por medio.

-listo-dice Irma.

-gracias tia-agrega la niña-deberia empezar a peinarme mas, ¿no?

-solo un poco mas-le contesta la tia con una sonrisa en la boca y Emma responde con el mismo gesto.

-¿porque desde que cumpli los quince han estado esperando tanto este dia? -pregunta la niña.

-¿tu no estas emocionada por hoy?

-si, si claro que lo estoy, pero cumplo años cada año, es algo monotono, todos los años voy a cumplir uno diferente, ¿que tiene este dia que no tengan los demas?

En los años anteriores su familia habia celebrado su cumpleaños con pasteles de diferentes colores, con su cena favorita y algunos juegos de mesa, a veces salian a montar caballos en la tarde para ver al sol meterse y regresar a la cabaña a recibir algunos regalos traidos de diferentes partes, como vestidos y accesorios, en especial un regalo de parte de su tia: una pequeña caja llena de caracolas traidas del mar del norte de Gesnovia, el lugar donde habian muerto su padres y que ella habia guardado como un tesoro en su mesa de noche, pero era lo de siempre. Habian hecho enfasis en este momento en este dia. Algunas veces la niña preguntaba cuando iba a poder ir al rio sola y le contestaban ''cuando cumplas dieciseis'', en la cabaña hay una habitacion cerrada en la que Kei entraba constantemente y por algunas razones Emma no podia entrar porque solo podria cuando ''cumpliera dieciseis''. Siempre habian ocasiones en donde ella solo podia participar cuando cumpliera dieciseis, pero eso no le hacia conflicto, eran reglas de la casa y solo las obedecia. 

-tal vez hoy eres mas grande que ayer-dice Irma bromeando-todos tus años de crecimiento son importantes, no solo este.

Emma asintio y se levanto de la silla para darle un abrazo a su tia en forma de agradecimiento y solo dijio:

-deberia apurarme, creo que alguien me esta esperando, para sea lo que sea que me esta esperando-dice Emma en el hombro de la mujer.

-ve, ten cuidado.

-no creo que me haga falta-dice Emma saliendo por la puerta con una sonrisa en el rostro.