El reino

Capitulo 10.

Hace ya varios años las cosas habian tomado un rumbo totalmente diferente al destino que Irma y German tenian planeado. 

Habia llegado un bendicion, un pedazo del cielo de algun dios ya olvidado.

Una bebe y unica esperanza de un pueblo.

Irma miraba al paisaje que habia detras de la cabaña. El sol alumbrando cada punta de los altos pinos totalmente verdes que cubrian la vista a la completa montaña.

Estaba sentada en una silla vieja que su marido mismo contruyó hacia ya mucho tiempo.

Esta habitación no la conocia Emma, se le habia prohibido toda la vida llegar a pasar por la puerta, pero con los años cambiaban las advertencias pues cuando cumplio cuatro años le decian que al tocar el piso de la habitacion, apareceria un hombre peludo con sombrero que se la llevaria al armario y nunca volveria.

Cuando cumplio los 7 le decian que si llegaba a tocar la puerta de la habitacion apareceria una mujer con el cabello en la cara, con las manos huesudas y sin dientes, y si la mujer  veia a la niña entrando la agarraria y desaparecerian juntas bajo tierra.

Fue asi por muchos años mas.

A los diez, Emma empezo de dejar de creer en cuentos y para sorpresa de sus tios ya no les creia la mayoria de mounstros que le inventaban para evitar ingresar a la habitacion. Ni la mujer con el cabello en la cara, ni el hombre peludo, ni el lobo con un solo ojo y con dientes en las garras, ni en los animales con deformidades como el leon con la boca en la oreja o el ciervo con siete patas o en el hombre pequeño que iba en busca de niños para quemarlos. Ya ninguno lograba asutarla ni detenerla para querer entrar.

Asi que empezaron a ingeniar tecnicas para que la niña nunca mas volviera a hablar de la puerta misteriosa de la que sus tios salian y entraban sin problemas.

Entonces sus tios eliminaron los cuentos baratos y decidieron poner reglas para probarla.

  -si no eres grande no puedes hacer lo que quieras hasta que nosotros lo permitamos-le dijo su tio German una madrugada que trato de entrar sin que ellos se dieran cuenta.

Con la idea de que Emma era una niña y que los niños tenian que obedecer a los mayores, la empezaron a preparar psicologicamente y sentimentalmente para que cuando les desobedeciera se llegara a sentir cumpable y les contara. La puerta estaba prohibida para ella y no podia entrar porque sus tios se lo habian ordenado, solo lo podia hacer cuando fuera mayor. Y aunque Emma nunca dio problemas ni genero angustia en su familia desobedeciendo, ya no veia a la manija de la puerta como una posibilidad sino como una orden negada por su familia y en ella estaba obedecer.

Y asi pasaron varios años y nunca mas volvio a mencionar al cuarto del que entraban y salian especies de toda clase.

Aunque sus tios llegaron a sentir culpa por mentirle y esconderle la realidad, era lo mejor pues para eso viven en una cabaña fuera de cualquier contacto humano que la llegara a dañar.

Irma sentada en el lugar en el que estaba hacia ya veinte minutos, empezo a volver a ver la vida que envolvió a la habitacion todos esos años. Los secretos, el poder, la magia y el destino de cada uno. 

La habitacion era oscura y opaca, sin color, pero al poner un solo pie en ella se daba cuenta de la vibracion que habia en ella, del poder que moria por salir corriendo en cada rincon del lugar.

Irma se levanto de la silla y empezo a recorrer baules, cajas antiguas ya casi carcomidas.

Empezo a pasar sus dedos sobre la madera de cada una y una por una le susurraban a gritos: 

  -¡ABREME!, yo se que nos necesitas, alla afuera nos necesitan juntos.

Sus lagrimas empezaron a recorrer sus mejillas, sus dos piernas comenzaron a temblar. 

El poder que habia escondido en estas cajas estaba pidiendo ser usado y gastado o duplicado. 

El poder al que ella habia renunciado por cumplir con su palabra de guerrera, su naturaleza y magia. 

Todos los recuerdos del dia en el que toda su vida cambio empezaron a correr por su mente.

Siguio recorriendo los espacios de la habitacion repleta de armas, joyas, vestidos, escudos, varitas hechas para la hechizeria, papeles y documentos y entre otros objetos traidos de su pasado al que seguia vivo pero en pausa y esperando. 

Sus manos llegaron hasta el ultimo baul de la habitacion pitando de blanco y con el simbolo del reino de Avalon, un sol y en el medio un león rugiendo. 

Irma decidio tomar la parte superior del baul pero primero paso una mano al sol frente de ella y quito el broche que cerraba lo que habia escondido dentro de los cuatro lados y lo primero que vio fue el escudo y la espada de su marido con el mismo simbolo que habia visto anteriormente sobre la empuñadura de la espada y en el centro del escudo. 



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En el texto hay: reinos, romance, magia

Editado: 21.06.2019

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