El Reino De Los Hechiceros

Capítulo I

Narrador protagonista:

13 años antes del incidente...

Hace años... exactamente cuándo tenía cinco, una extraña mujer me secuestro, no sé si era por lo que mi ser mismo significaba o si simplemente estaba loca, lo que paso allí, casi no lo recuerdo, son como... ligeros destellos de imágenes y sonidos perturbadores de una bestia en busca de ser auxiliada, algo atemorizador de verdad, atribuyo todos mis vagos recuerdos a que estuve drogada por lo menos una semana en lo que mi padre me encontraba, en aquel lugar fue donde comencé a tener conocimientos de la verdad de este mundo y la de mi papá quien al parecer no era una persona normal como yo lo pensaba.

—¿Winter estas bien? —preguntaba este en lo que me cargaba, su rostro estaba salpicado de sangre al igual que su ropa y en su espalda cargaba lo que parecían ser espadas, sus ojos mostraban una preocupación abrumadora.

—¿Papá? —asiente, empezando a correr conmigo en brazos.

—si cariño, soy yo, tu papá, perdóname por tardar tanto —exclama besando mi sien.

Después de ese suceso, mis padres se dieron de cuenta que la mujer que me secuestro se tomó el atrevimiento de tatuar mi espalda baja con una frase que combinaba propiedad con familia, este hecho consterno a mis padres los días siguientes del suceso, ya que se dieron cuenta que atraía energías pesadas las cuales me atormentaban y dañaban a mi hermano mayor, cosa que termino involucrando a una chaman que sin necesidad de algún pigmento en mi cuerpo dejo ciertos símbolos y palabras en él.

—Atlas Umbrae —nombra la señora en lo que yo yacía sentada y cansada en medio de un circulo de símbolos con sangre.

—actualmente me llamo Gideon Navarra —indica tajante.

—como quieras Gideon... tu adorable hija —lo ve con cierta inquietud—es la primera mujer en tu clan —arruga el ceño.

—eso no significa nada, mi esposa y yo somos normales, personas sin un ápice de poder maldito o maná, es imposible que mi hija sea la de la leyenda —explica caminando alrededor del circulo.

—estas equivocado Atlas, tu sangre está compuesta de ancestros hechiceros poderosos, algo que en el ADN es imposible de ocultar a pesar de tu imposibilidad —asegura haciendo un ademan con las manos el cual hacia que me ardiera el cuerpo, pero trataba de no quejarme—y eso se hereda, aunque en tu caso se lo llevo todo tu hermano ¿Oh como explicas el poder descomunal de maná y energía maldita fluyendo de su cuerpo? —esta alza las cejas.

—la maldita bruja del clan Aethernis encerró al demonio dragón de clase S que custodiaba en el cuerpo de mi hija —ladea la cabeza—eso puede ser una razón bastante coherente.

—¿Y cómo crees que ha aguantado un poder tan descomunal? —este la ve fijo y ella suspira— Se dice que un ritual de sello y maldición necesita días para completarse, además de un recipiente igual o más poderoso y capaz de aguantar al anfitrión que va a albergar dentro.

—¿Qué insinúas?

—que la bruja que le hizo eso a tu hija ya tenía conocimiento de ella, no por nada el ritual fue exitoso, tuvo que haberla estado siguiendo y estudiando antes de decidirse de hacer lo que hizo, incluso puede haber sabido que tú eras el padre de ella, también pudo haber tenido información de tu nueva familia —se levanta dejándome tirada en el piso empapada de sudor—y con esto hacer emerger el poder que recurrentemente se manifiesta a los cuatro, pero al ser quien es ella, la gran presencia que tiene dentro, atrajo espíritus codiciosos en comérsela, seguirla o atormentarla para ganar fuerza, solo quienes tengan una mente fuerte forjada en el ambiente de crecimiento de un hechicero, son capaces de aguantar aquellos horrores que alberga el Reino Oculto.

—ella a sus cuatro años no veía nada, nunca fue susceptible a lo paranormal hasta lo que sucedió hace poco, mis hijos nacieron normales.

—eso es lo que tu crees, sugiero que investigues a fondo a tus otros hijos —este la ve amenazante—tranquilo, no iré corriendo al consejo a decir que no estas muerto y tienes hijos.

—¿Qué quieres a cambio de tu silencio?

—te lo diré a su tiempo, me deberás una y la pagaras cuando seas suegro de un integrante de los Aethernis —esta alza una ceja confundido.

—hace años corte toda relación alguna con el Reino Oculto ¿Sugieres que case a mi hija con algún integrante del clan Aethernis? —niega.

—en su espalda, hay un lazo que la une con los Aethernis, la bruja le dejo un vínculo, pero no se con quién, tendrías que ir con un oráculo para averiguarlo, solo se que esta anclada a ese Clan —lo ve de soslayo—lo que he hecho aquí es un sello de contención, almacenara la energía de ella y la bestia sin hacerle daño y sin hacerla sobresalir, es como un escudo que los contendrá, eso no significa que no vera o sentirá cosas, solo la esconderá de aquellos ojos curiosos hasta encontrar otra solución, pero en consecuencia va a tener esas marcas hasta que muera o el sello sea retirado.

—papi —digo con los ojos llenos de lágrimas, sabía todo lo que ellos estaban diciendo y eso me atemorizaba.

Después del encuentro que mi padre tuvo con la señora chaman me llevo a casa a descansar, dure unos meses estudiando en casa por los mismos temores de mi padre, obligándome a ocultarme del resto del mundo para no destacar entre la multitud. También se me instruyo muchas cosas del Reino Oculto por mi padre Gideon y mi guardián y amigo Ónix, quienes tratan de mantenerme al tanto del peligro de lo que hay afuera, ya que como yo... soy especial, mi padre, madre y hermano no, son normales.




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