El Reino de los Mercenarios: La princesa Violeta

Capítulo 2

La arena se levantaba ante la corrida de un caballo y Ray iba cabalgándolo junto a Violeta. Habían sido dos días desde que dejaron las ruinas de aquél edificio.

Si el caballo que los llevaba pudiera hablar el lenguaje humano, estuviera pensando acerca del por qué antes lo montaba un caballero de Nuria mientras que ahora quien lo llevaba era un hombre desconocido junto a Violeta. «Quizás este sea el amante de la princesa» pensara, pero como no puede hablar, simplemente siguió su camino sin molestar a la nueva pareja.

Violeta iba abrazando a Ray y apoyando su cara en la espalda de este, «no tengo otra opción», pensó.

Ray en un momento volteó a ver a la princesa, Violeta, al sentirle se sorprendió un poco y levantó la cara.

—¿Te sientes bien? —preguntó Ray preocupado.

—S-si... —afirmó Violeta con nervios, luego acurrucó su cabeza en donde estaba y abrazó a Ray con más fuerzas. «No tengo otra opción», volvió a pensar, «después de todo él salvó mi vida. Debo hacer lo posible por agradecerle».

Ray por su parte se puso la mano derecha en la cara, se estrujó y quitó la arena que tenía acumulada. Entonces hizo que el caballo corra más deprisa, pues había una montaña cerca y debía ir allí para salir del desierto de una vez por todas...

El ambiente fue cambiando gradualmente. Primero fueron dos o tres curiosos arbustos los que habían visto Violeta y Ray, pero luego de un rato ya se encontraban rodeados de vida, distintas especias y flores se repartían de aquí para allá. Antes había arena en todo el alrededor, ahora se apreciaban unos árboles y hojas repartidas por doquier. Dicha arena se iba transformando en tierra y piedras, haciendo que el camino sea más duro de pisar y esté lleno de altibajos. Hacía unas horas era muy raro ver un animal, pero ahora se podían escuchar aves cantando y sonidos de otros animales pequeños y ocultos. El aire que se respiraba se fue convirtiendo más húmedo a medida que avanzaban y que subían la montaña. De no ser porque aún tenían arena pegada en el cuerpo, se podría decir que el desierto estaba muy lejos. Pero lo cierto era que no había pasado ni medio día desde que habían comenzado a subir la montaña.

Tras subir, bajar y desviarse entre elevaciones y barrancos, la pareja ya se estaba comenzando a acostumbrar a este ambiente cambiado. O almenos eso pensaban, pues de pisar tierra seca y dura, el caballo se había comenzado a dar pequeños resbalones entre zonas de lodo y agua.

«Parece que llovió recientemente por este lugar» pensó Ray al mirar la zona tan húmeda.

Violeta se encontraba dormitando en la espalda de Ray, lo usaba como si de una almohada se tratase. Pero aún estaba despierta. La pobre, aunque rica princesa, no había dormido nada desde que huyó de su nación. El cansancio, estres y tensión acumulada estaban comenzando a liberarse de poco en poco, pues ya no tenía que preocuparse de hacer andar a un caballo o de huir de los guerreros que se supone debían protegerla. Aunque ahora tenía que vigilar al mercenario Ray, pues él no había dudado en matar a los guerreros, lo cual lo hacía ver como a un asesino despiadado.

«¿Y si él es un enemigo?», llegó a dudar. «En principio me lo encontré en medio del desierto, ¿qué hacía allí? ¿Para dónde se dirigía? Ay, ¡soy una tonta! Nisiquiera debería de estarlo abrazando así como estoy.»

Ray hizo que el caballo camine más lento para cruzar el camino sin tantos resbalones, por lo que Violeta comenzaba a cerrar sus ojos por más tiempo del debido. Aunque igual se despertaba de golpe cada varios minutos ante algún sonido fuerte o de algún movimiento brusco.

El sonido de mucha agua moviéndose se había comenzado a escuchar por la dirección hacia la que estaban yendo.

«Con que hay un río cerca, ¿eh?» pensó Ray e hizo una sonrisa alegre.

Luego se sintió una ráfaga de aire fresco proveniente del mismo lugar en el que estaba el río y el aire trajo consigo un conjunto de fragancias de lo más variado. Era una mezcla exótica del olor a flores, frutas, árboles y pasto. Ray se sintió aliviado al sentir esto y suspiró. «Acabo de recuperar todas mis fuerzas» pensó agradecido con la naturaleza. Luego miró nuevamente a Violeta, y para su sorpresa, ella le estaba viendo fijamente. Así que decidió hacer un comentario desde la última vez que hablaron:

—Se siente muy bien estar aquí comparado a como estábamos en el desierto, ¿verdad? Y más por el olor.

—Si... —contestó Violeta con una voz suave, sin despegar la vista de Ray, aunque luego se percató de algo que no había pensado hasta el momento e hizo una expresión de lo más sombría. «¿Olor?», se extrañó, «yo... ¿huelo?»

Por primera vez en todo el viaje, Violeta se despegó de Ray y lo hizo de manera brusca y rápidamente. El hombre la miró y puso una cara de confusión, por lo que reaccionó diciendo:

—¿Te sientes bien? —Y acercó su mano para tranquilizarla.

—¡Si! ¡Alejáte de mí! —Gritó Violeta separándose más de la mano de Ray, entonces procedió a taparse el rostro y el cuerpo, utilizó la túnica blanca para cubrirse lo más que pudo y en el proceso se movió bastante.

El caballo, que iba por su cuenta porque Ray estaba mirando hacia atrás, sintió un conjunto de toques provenientes de los pies de Violeta. Debido a esta extraña situación, interpretó esos golpecitos como si de una orden de correr se tratase y así lo hizo. Arrancó con un movimiento fuerte y dió un salto para agarrar velocidad. Ray, ante tal movimiento, comenzó a tranquilizar al animal e hizo que pare. Pero de un instante a otro se escuchó un sonido de algo grande cayéndose justo detrás.

—¡Ay!

Ray, el caballo y una ardilla que había encima de un árbol miraron con asombro a la chica con la capucha blanca que se encontraba tirada y enchumbada de lodo y tierra.

Violeta se volvió muy enojada y no cabía consigo misma ante pensamientos de ira, tristeza y vergüenza. Intentó levantarse, pero resbaló ante el intento y cayó de trasero en el mismo lugar. Entonces se sintió lastimada, porque cayó encima de una pequeña roca en esta ocasión.



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En el texto hay: accion, amor, fantasia aventura reinos

Editado: 31.01.2023

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