El Reino de los Mercenarios: La princesa Violeta

Capítulo 19

El sol de la mañana estaba agradable en su sentir. Dentro del Reino de los Mercenarios habían pocas personas en las calles, pues era muy temprano, y en esas calles estaban caminando Violeta y Ray, ambos con túnicas que le tapaban el rostro.

Ambos habían salido de los jardines en dirección de uno de los distritos del reino, la calle por la que caminaban era amplia y entre los edificios que pasaban, había un sitio abierto que servía como lugar de entrenamiento. En ese lugar  estaba Alan.

Violeta se sorprendió al ver a su amigo empuñando la espada en ese lugar, luego vio a Kúgel que sostenía una espada de madera. Ambos estaban por enfrentarse a un duelo. Violeta detuvo su marcha para verlo y Ray, al darse cuenta, se volteó y se acercó a Violeta.

—No tenemos tiempo para ver batallas de entrenamiento —dijo con su voz grave y sujetó a la princesa de las manos, pero ella puso resistencia.

—Espera un momento, ese espadachín estaba en las pruebas conmigo, quiero ver como lo hace contra el instructor Kúgel.

Mientras ella terminaba de hablar, un sonido metálico se escuchó en el patio de entrenamiento. Ambos voltearon a ver y fueron testigos de como un pedazo de la espada de Alan había salido volando por los aires. El espadachín se encontraba en shock y soltó el resto de su espada, mientras Kúgel hacía una pose de victoria alzando su espada de madera.

—Que mal —dijo Violeta al ver a Alan triste, y comenzó a caminar hacia él para consolarlo. Pero Ray la agarró por el hombre esta vez, la volteó y acercó mucho su cara para decirle:

—No puedes involucrarte en otros asuntos, recuerda que tú aún no eres una mercenaria y la misión que haremos decidirá tu destino, así que vamos.

El mercenario la jaló de nuevo y comenzaron a correr lejos del lugar. Violeta miró hacia atrás por última vez y vio como Kúgel estaba hablando con Alan, que aún estaba cabizbajo.

Ella cerró los ojos y se dijo a sí misma: «debo preocuparme por mis asuntos», y al pensarlo, aceleró la marcha.

Ambos doblaron entre varias calles y pasaron por un callejón en el que habían varias casas, comenzaron a caminar de nuevo después de haber corrido en todo ese rato, y vieron como algunas personas estaban saliendo y entrando de las casas.

Eso era algo bastante normal y los mercenarios no solían pelear entre sí sin ninguna razón, así que Ray no estaba preocupado. Pero Violeta se puso nerviosa al ver a esos mercenarios de apariencia hostil caminar cerca de ellos, y para colmo, en un callejón estrecho.

Entre esos mercenarios, había un joven que recién había comenzado a vivir en una de esas casas, él estaba saliendo cuando vio a Violeta pasar por delante de él sin hablarle, así que decidió llamarla desde atrás.

—¡Violeta!

La princesa se detuvo al escuchar su nombre, se sujetó la túnica que estaba tapando su cabeza y se cubrió un poco más, porque sabía por la voz que se trataba del tedioso Ángel.

—¿Eres Violeta, verdad? —volvió a mencionar, mientras ella le daba la espalda—. Te vi en la ceremonia, al lado del rey. No podía creer que eras tú, debido a que en las pruebas, el alto mando Theobald mencionó que tú habías abandonado... pero estás aquí ahora —el muchacho al mencionar eso esperó que ella haga algún movimiento o que le conteste, pero al ver que ella bajó la cabeza, como si no lo quisiera escuchar, dio varios pasos en su dirección preguntándole—: ¿Quién eres en realidad?

De repente Ray se interpuso entre ambos y sujetó a Violeta por el hombro.

—No es de tu incumbencia —contestó él en su lugar, mientras lo miraba de forma fría y siniestra.

El muchacho se sintió un poco frustrado de no haber obtenido una pizca de información, se echó hacia atrás y Ray, sin despegar su vista de Ángel, le dio un empujoncito a Violeta para que comience a caminar.

Ella caminó despacio y luego aceleró la marcha, «¡soy una princesa!», pensó en responderle, «si gritara eso a todos, me tratarían de forma diferente como ya lo hacen Ray y Rubí, y no quiero eso, quiero ser una mercenaria común. ¿Que a caso no podré dejar mi pasado atrás?», se desmotivó mucho y se entristeció.

Después de un largo rato, al fin llegaron al distrito al que iban. Las calles de ese lugar estaban hechas de ladrillo, habían varios árboles repartidos en las calzadas y los mercenarios que caminaban por ahí vestían diferente. El lugar generaba una sensación de ser de clase alta, y al estar dentro del Reino de los Mercenarios, donde la mayoría de lugares se veían de forma grotesca, ese distrito en particular parecía ser de un país diferente.

—Este es el distrito en el que viven la mayoría de los veteranos —mencionó Ray—. Y, por si alguna vez te lo preguntaste, yo soy un veterano —se enorgulleció.

—¡Oooh! ¿De verdad? ¡Eso es increíble! —dijo Violeta emocionada, esa fue la primera vez que sonrió en ese día, y al hacerlo, comenzó a hablar de forma más natural con Ray—. Este es un lugar de ensueño, me gustan mucho los árboles y la calle con ladrillos, ¿Cuánto tiempo debo durar para ser una veterana?

Ray también sonrió al escucharla preguntar con entusiasmo.

—Los veteranos no son los que llevan más tiempo siendo mercenarios, sino los que han logrado grandes hazañas.

—Oh, tiene sentido. Porque sino, todos fueran ancianos, jaja.

—Jajaja, si, y yo soy un jovencito.

La princesa se sorprendió de verlo reír de esa manera. Aún no estaba acostumbrada a estar con Ray, pero la forma en la que la estaba tratando ese día distaba mucho de como la trató en días anteriores. Le sorprendió tanto darse cuenta de eso, que le preguntó:

—Ray, cuéntame la verdad, ¿El rey te prohibió hablarme antes?

Ray la miró con una expresión extraña, parecía que no esperaba que le hiciera una pregunta así. Meditó un poco y luego contestó:

—No es... como si me lo hubieran prohibido. Pero si que Mauro se enojó mucho al enterarse que te había traído, pues debido a eso tenía las cadenas puestas cuando hablaste con él. Pero después de eso ya yo tenía libertad de actuar, aunque aún me sentía algo incómodo. Quizás por eso notaste que te traté con frialdad, discúlpame.



#8010 en Fantasía
#1730 en Magia

En el texto hay: accion, amor, fantasia aventura reinos

Editado: 31.01.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.