El reino del granjero

Capítulo 3: Manos que construyen, corazones que sanan

Habían pasado cinco días desde la llegada de Kael Morric, Liora Vanth y los otros soldados a Las Lomas de Arthel. Lo que al principio era solo un terreno de cultivo rodeado por estacas improvisadas, ahora comenzaba a tomar forma como un asentamiento en crecimiento. El campo aún olía a tierra húmeda y madera recién cortada, y por las mañanas, el ruido del martillo y el crujido de las carretas reemplazaban al canto de los pájaros.

Eldric caminaba por el sendero central, observando con atención cómo las manos que antes empuñaban espadas ahora trabajaban con picos, sierras y palas. Su túnica de lino ya tenía manchas de barro y serrín, y llevaba en la espalda una bolsa con clavos, herramientas y planos garabateados.

—¡Más arriba, Kael! ¡Esa viga no está alineada! —gritó Maelis desde el techo de una estructura en construcción.

—¡Lo intento, por los cielos! ¡Nunca pensé que construir fuera más agotador que luchar! —respondió Kael, empujando una viga pesada mientras otro soldado, Darek Holm, la sostenía desde abajo.

—¡Eso es porque en la guerra destruyes! Aquí estamos creando —dijo Eldric, con una sonrisa leve, mientras se acercaba.

Kael bufó, pero no discutió. Saltó desde una tabla al suelo, limpiándose el sudor con el antebrazo. Su armadura había sido dejada a un lado; ahora vestía una camisa sin mangas, rota en un costado.

—No pensé que terminaría cargando madera en el fin del mundo —dijo, mirando la colina—. Pero no me molesta.

—Tu escuadra está cambiando más rápido que cualquier reino que haya visto —comentó Eldric—. ¿Cómo están los otros?

Kael miró hacia el lado derecho del campo. Liora Vanth se encontraba arrodillada junto a una mujer embarazada de cabello castaño: Erina Sull, una refugiada que había llegado de paso con su esposo. Liora la examinaba con cuidado, hablando en voz baja mientras le daba una infusión de hojas medicinales.

—Liora ya ha sanado a tres heridos, y otros cuatro están recogiendo piedra al pie del arroyo. Hasta Bram, el arquero silencioso, está cavando zanjas para el sistema de agua —dijo Kael—. Nunca los vi trabajar así ni en la fortaleza de Velmora.

Eldric cruzó los brazos.

—Quizá porque allá seguían órdenes. Aquí, están construyendo algo suyo.

Cerca de ellos, Darek Holm, un hombre fornido de barba densa y risa grave, levantaba un muro junto a un joven llamado Jian, uno de los más callados del grupo. Las piedras caían con precisión, una tras otra, mientras hablaban.

—¿Sabes? Antes de alistarme, trabajaba con mi padre haciendo caminos —comentó Darek, sudando a mares—. No pensé que volvería a eso.

—Tu padre estaría orgulloso —dijo Jian con voz suave, colocándole otra piedra.

Unos metros más allá, Maelis dirigía a otros tres soldados—Rina Feld, Torren Dask y Mivel—mientras extendían piedras planas y tierra para formar una calle central que conectara las primeras casas con lo que sería una plaza futura.

—¡No pisen donde ya aplanamos! ¡Vamos a tener la calle torcida como una serpiente borracha! —gritó Maelis, blandiendo una cuerda de medida como si fuera un látigo.

—¡Sí, señora! —gritaron los tres al unísono, y hasta soltaron unas risas, relajando la tensión.

Eldric miró todo con atención. El trabajo era lento, pero cada casa que se alzaba, cada camino que se aplanaba, era un golpe contra la desesperanza.

Entonces se acercó Kael, bajando la voz:

—Eldric… esta ciudad. No solo nos das comida. Nos estás devolviendo propósito.

El granjero lo miró con calma, pero firmeza.

—Yo sembré esta tierra para que me diera frutos. Ahora sembramos algo más grande: futuro. Y eso… eso se cultiva entre todos.

Las nubes grises aún acechaban en el norte, donde se decía que Tharion seguía tomando fortalezas. Pero en Las Lomas de Arthel, bajo el cielo abierto, el sonido del martillo y la voz humana se mezclaban como música.

Y en medio de todo, Eldric se agachó, clavó una estaca más en la tierra, y con una sonrisa apenas perceptible, dijo:

—Esto… apenas empieza.



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En el texto hay: reinos, acccion, medieval

Editado: 19.05.2025

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