Capitulo 4

Comenzó a dolerme el estómago por no haber comido, me cambié rápidamente para salir a cenar y dejé el libro ahí me gustaba este lugar me llenaban de paz.

Al llegar al comedor la mayoría de los empleados se me quedaron viendo un poco aliviados y un fuerte grito retumbó en mis oídos.

_ ¡Busquenla! si no la encuentran dense por muertos, No puedo creer que una pequeña duquesa se les haya escapado sin que nadie la mirara ¿Qué clase de seguridad son? 

Se escuchaba que realmente estaba molesto, no le tome mucha importancia creí que era un asunto con el rey  de sus labores como caballero.

Al mirarme sus facciones se suavizaron, acercándose lentamente a mi lo único que pasó por mi mente fue que esa mujer ya se había ido y necesitaba una sustituta y ahí entraba yo, si aún estaba molesta.

_ Cariño ¿Dónde has estado? Estaba muy preocupado cuando me dijeron que no habían comido.

_ Lamento molestarlo duque, solo tome un libro de la biblioteca para leer.

_ ¿Tu sabes leer? Eso es algo sorprendente, si deseas algún libro no dudes en pedirmelo te lo compraré.

Si desea aliviar su Culpa de esa manera realmente no lo va a conseguir, los libros son algo cotizados y no todas las jóvenes saben leer solo necesitamos tener buenos modales para conseguir un buen esposo, afortunadamente mientras mi padre no estaba contrató un maestro para mí solo fueron 6 meses pero fue suficiente para mí.

_ No lo necesito, tomé uno que encontré ahí ya tiene demasiados no necesita más.

_ Si necesitas algo no dudes en decírmelo are cualquier cosa por ti.

No me gustaba que tratara de compensarme por el hecho de estar enamorado de otra mujer, solo me gustaría saber por qué no se casó con ella y por qué motivo me ha escogido a mi.

Cenamos juntos y no pensaba hacer un escándalo ya había demasiados susurros por el hecho de querer un poco de paz para mi, fui directo a la habitación me di un baño de rosas y me puse el camisón más largo que encontré no quería pasar más noches con él o terminaría completamente enamorada de él y eso solo traería dolor a mi corazón aunque fuera mi esposo.

Todos esos pensamientos fueron nublados en el momento que lo ví ahí recostado en la cama, solo con la pijama sin camisa con sus grandes abdominales marcados, dios ese hombre era un sueño.

Me recosté a su lado evadiendo su mirada para que no se diera cuenta que estaba sonrojada por ver su perfecto cuerpo.

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Mi esposa se miraba preciosa con cualquier cosa que trajera puesta, se que está molesta por lo que pasó en la tarde y no duda en tomar su distancia, lo que ella no sabe es que aunque se ponga mil abrigos sigue siendo la mujer más sexi y hermosa que haya visto.

La abrace tomando su cintura, besando lentamente su cuello pensaba solo darle un beso de buenas noches pero el simple hecho de tenerla tan cerca me excitaba, me sentía culpable por ser un hombre tan lascivo al estar cerca de ella  ¿pero como no? Ella es la mujer de mi sueños.

Con todo el dolor de mi corazón estaba a punto de soltarla, quería estar con mi mujer siempre y cuando ella estuviera de acuerdo. Justo en ese momento ella volteo estando sonrojada y tomó la iniciativa de besarme ¿Acaso estaba soñando? Si este era un sueño no quería despertar nunca. 

La noche fue larga y ajetreada, mi esposa es una mujer encantadora y estoy profundamente enamorado de ella, lo mejor que pude hacer fue tomarla como mi esposa. (El temible duque siendo domado por su pequeña esposa sin que ella lo sepa).