VEO A UN MONSTRUO

Antonella cree que el multiverso está escuchando sus pensamientos. Por esta razón, resulta interesante cuán diferente es el universo tal como lo conocemos del suyo.

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Me gusta grabar vídeos. Me hacen sentir como si fuese una súper estrella. Me hice una coleta en el cabello para salir bien acicalada. Inhalé y exhalé suavemente. Entonces puse en marcha la grabación de mi teléfono móvil que se encuentra alojado en el centro de un aro de luz. De inmediato tuve que dibujar una gran sonrisa en mi rostro, pero no se trataba de cualquier sonrisa. Tenía que parecer como si hubiera recibido una noticia donde me regalaban una fortuna de más de trescientos millones de dólares. Mi impresión tenía que ser semejante a aquello. Por tanto, lancé mi discurso:

Muy buenos días. Mi nombre es Antonella Flores y soy estudiante del Colegio Nixon. Estudiar aquí te cuesta cincuenta y ocho mil, USD. Tan solo la matrícula, sin contar con el gasto anual que es de ochenta mil, USD.

En realidad es un costo muy alto para personas de bajos recursos, pero el año próximo el colegio va a obsequiar cinco becas a la mitad y una beca completa. Los estudiantes tienen que suscribirse en el enlace oficial que voy a dejar en pantalla:

(https://www.colegionixon.com)

Luego de haber realizado el cuestionario se escogerá a los seis primeros puestos que hayan tenido el mayor puntaje. Del segundo lugar hasta el sexto lugar recibirán becas a la mitad. Les harán un descuento de hasta un cincuenta por ciento, tanto de la matrícula de ingreso, como también el mismo cincuenta por ciento para el gasto anual. En cambio, el primer lugar se hará acreedor a la beca completa con los gastos cubiertos al 100 por ciento.

Solo los alumnos más inteligentes podrán tener el único privilegio de estudiar aquí. Puedo imaginar que sus sonrisas se volvieron tan amplias al ver esta grabación. Sé que están muy felices de poder llegar hasta estas instancias que serán significativas en sus vidas. Aprovechen la hermosa oportunidad y les ruego por favor que no bajen su rendimiento para que no se pierdan esta única oportunidad. Sean los mejores estudiantes, además, aquí solo los que tienen las más brillantes notas pueden acceder.

Becas a la mitad y una beca 100 por ciento gratuita, ¡Miren este salto de felicidad que voy a hacer a la una, a las dos y a las tres. Así como yo salté muy alto así deben de saltar ustedes para que sus estados de ánimo se eleve hasta las nubes. Sean los mejores para que puedan estudiar en el mejor Colegio de los Estados Unidos".

En consecuencia pausé el video, ahora tenía por tarea editarlo, para que quede perfecto y luego lo tenía que destinar a Tik-Tok, Instagram, YouTube y Twitter. Pero también ciertos organismos iban a reproducir la noticia de las becas en el canal propio de TV del colegio, denominado, CEN.

Siempre tuve una sonrisa amplia en la grabación y demostré una felicidad que no tenía. Todo fue fingido, al final de cuentas, los seres humanos tenemos el don de mostrar una sonrisa aún hasta cuando la vida apesta. Como supondrán, me obligaron a decir esa mierda. No tenía intenciones de hacerlo, pero como obtuve una beca. Aunque no fue una beca completa tenía que hacer el video, quisiera o no. No suena tan mal. Sin embargo, en realidad no lo es tanto. Los altos mandos imponen y descomponen a su voluntad, pero igual no se me hace difícil en hacer ese tipo de videos fingidos. Lo difícil es mi vida descompuesta por muchos factores que tiemblo con tan solo pensar.

Me gusta hablar conmigo misma. Soy la única que puede comprenderse, nadie más podría. Nadie más en la vida podrá enterarse que mi belleza es basura. Al mirarme en el espejo me veo afortunada por fuera. Lo digo por mi cabello largo, amarillo y liso, es bonito, pero el color es falso, porque el verdadero color de mi cabello siempre fue de color negro. Así que no tiene nada de natural.

Me encanta el color amarillo platino y es de esperarse ya que soy una Estadounidense atrapada en el cuerpo de una latina. Mis raíces son Argentinas, pero no hablo como ellos suelen hablar. Ya entenderán más adelante el por qué. Tengo mis ojos azules. Mi piel es muy blanca. Mi alta estatura para mi edad no me hace ver tan pequeña. Ya que las mujeres por lo regular la gran mayoría somos pequeñas. Hasta en eso creo que nací afortunada. He visto unos nomos caminar por la calle y suspiro aliviada porque siento, que en aquél instante tengo la sensación de medir más de 200 metros de altura.

La belleza con la cual nací, significa para mi algo similar como el sarro de mis oídos, así de sucia me siento por dentro. Mi madre no se parece en nada a mí en su imagen por fuera, pero todo esto tiene un motivo. Se trata de mi madre adoptiva. Ella con su bello marido un día tuvieron la brillante idea de recoger a una huérfana de un orfanato. La perra Argentina, mi verdadera madre biológica ¿dónde estará? No lo sé, me da igual. Me dejaron de recien nacida en las manos de una madre superiora, de un orfanato religioso. Se trataba de una vieja llamada Sor María, creo que a todas las del convento le cambian el nombre a María. Que raro y curioso a la vez. Pues como decía, a mí me regalaron allí como a una perra con sarna.

El cachudo de mi padre biológico hoy en día tiene que ser un puto alcohólico o un maldito drogadicto. Por aquello el Malparido no se hizo cargo de mí y dejó abandonada a la zorra de mi madre que seguro que abrió las piernas muy fácilmente como una prostituta barata. Bueno, eso es lo que yo imagino, pero ahora que lo pienso, la verdad no puede estar tan alejada de la realidad.

Recuerdo muy bien aquel día cuando mi madre adoptiva se acercó a mí por primera vez, se llama Michelle, venía resguardada por un caballero de piel negra. Sentí un aura de paz en su completa humanidad que me resulta indescriptible poder descifrar, pude sentir su desaforada energía de pacificación. Es como si hubiese rociado su vestimenta con el perfume que se rocían los ángeles.