PELIGRO

Jacob dio retro en el auto de forma muy violenta. Quedé adherida a mi asiento y pude sentir que mi espalda se hundió un metro. Puedo parecer exagerada, pero de algo si estoy segura es que mi cuerpo quedó hecho acordeón.

Luego de haber sentido tremenda fatiga. Jacob manejó muy rápido raspando el asfalto. Empezó a hender el aire y mi cerebro quedó hecho batido.

¿Alguien pidió cerebro de batido de fresa para llevar?

La velocidad a la que iba Jacob era de mucho riesgo. Vi el velocímetro pasar de 60 a 120 en poco lapso de tiempo. El lugar no estaba tan despejado que digamos. Pude ver varios autos de diferentes marcas y colores delante de nosotros que obstaculizaron el tráfico, pero este rebasó a uno por uno.

Había un camión oxidado de color marrón que echaba multitudinarias bocanadas de humo. La visibilidad se volvió inestable. Hasta que luego logró quedar muy atrás de nosotros.

Les digo la verdad que sentí algo de temor, pero no fue un temor extremo de inmensa cobardía. Solo se trata de un temor natural que existe en todos los seres humanos. Al final de cuentas, parece que se iba a cumplir mi tan anhelado sueño, que significa poder desaparecer de este mundo que se volvió extremadamente cruel para mí. Un día leí en la Biblia. Romanos 8: 28. Acerca de que todas las cosas funcionan juntas para bien a los que aman a Dios. Amar a Dios me resulta muy contraproducente, yo amo a Dios, pero a Dios no le parece suficiente mi forma de amar.

No logro comprender cómo es qué hay que amar a Dios. He sido cruelmente violada, ultrajada. Maltratada a tal punto en que mi moral y mi mente dejaron la estabilidad hace mucho. Antes mi cabeza era muy cuerda y muy feliz. Ahora mi cerebro está descompuesto por factores de inmersa sugestión por parte de aquellos monstruos. No existe ninguna clase de reparador que pueda arreglar este daño que resulta inminente.

Dios no tiene límites. He visto a los niños de África desnutridos, lo cual desde ya me resulta escalofriante. Me siento enfurruñada por la crueldad humana y por la supuesta ONU de derechos humanos. No hace nada favorable con un fondo de más de veinte mil millones de Dólares, pero tras todo este enojo reconozco como Ángel Salvador a alguien que admiro mucho. Me refiero a Jimmy Donaldson más conocido como "MrBeast".

Hizo pozos en África para que los residentes obtengan agua grátis, ya que estaban muriendo con agua contaminada.

Todo aquello lo hizo con un presupuesto mucho menor que los supuestos derechos de dicha organización corrupta. A la ONU, con el presupuesto de Mr Beast solo les hubiera alcanzado para gastar en sus costosos lunch.

Jimmy Donaldson estableció que no era necesario tanto presupuesto. Con 1,6 millones de dólares construyó 100 pozos para los más necesitados. Es una persona admirable. Si lo tuviera de frente daría varios palmetazos así quemen mis manos, no dejaría de aplaudir hasta que él se aparte de mi vista. En toda esta locura en que Jacob manejaba como un completo desquiciado no le demostré que sentía miedo. Después de un instante Jacob disminuyó la velocidad, se orilló y detuvo el auto. Acto seguido prendió las luces de parqueo.

En consecuencia me hizo una pregunta por completo inesperada. ¿Me odias?

Yo lo quedé mirando y le dije: Hasta la pregunta se vuelve necia. Antes de conocerte ya te odiaba, nunca me caiste bien.

Resulta que, en vez de enojarse me mostró su gran sonrisa de maniquí. Aunque la mayoría de maniquíes antigüos siempre son serios. He visto los nuevos diseños de maniquíes con una sonrisa muy elaborada, y a decir verdad creo que se ven mucho mejor ya que demuestran una felicidad innata. Debes saber algo sobre mí: me dijo. Cuando hacía carreras apostaba grandes cantidades de dinero y siempre tuve como meta acelerar tan a fondo sin que en mí prevaleciera el miedo. Por eso de apodo me pusieron "Peligro".

Por cierto, "peligro" te quiere dar un pequeño consejo. Si sabes rezar hazlo porque voy a correr muy, pero muy rápido. Y ahora que lo pienso mejor, yo nunca corro de gratis. Por poco y se me olvida que siempre corro por dinero. Lo mío son las apuestas. ¿Deseas apostar conmigo?

Jacob me trataba de intimidar, no sé a que quería jugar, pero no me iba a quedar callada. Observé el paisaje dilatado, y casas distantes rodeadas de espesa hierba. Aquel lugar que ven mis ojos tiene numerosos árboles y está lleno de animales muy lindos. Como los ciervos, conejos, entre otros.

Tras este descuido mental entonces le respondí: bueno, tú siempre has corrido en carreras ilegales por dinero. Por eso déjame darte mi punto de vista. Me sacaste a dar una vuelta en este auto como enemigos, recuerdas tus palabras. Así que los enemigos no apuestan entre sí. Se odian como mínimo y también suelen matarse. Ahora, sí tienes pensado que nos matemos entonces estás en el lado correcto. Pero, si por otro lado quieres dinero para apostar. Lo más justo sería que yo tuviera un auto y pudieramos competir de igual a igual, lo cual no es viable porque no tengo auto. Ademas que tampoco soy una demente para manejar. Y para hablar con la verdad, tampoco sé manejar.

Jacob dibujó una gran sonrisa en su rostro y luego quiso refutar mis palabras diciéndome; me sorprendes que no parezcas nada asustada.

Asustada, le respondí. Hoy desayuné tres platos de valentía. Y hablando con la verdad, estoy empachada de tanta osadía. «Me salió en verso sin tanto esfuerzo, pensé».

En este caso no quiero dinero me dijo Jacob. Pero a mí me resulta tentador apostar. Que tal si en vez de dinero, apostamos algo más.

¿A qué te refieres?. No estarás pensando que...Entonces no dije nada... Puesto que quería saber en que estaba pensando.

No, no se me vino a la mente nada perturbador, me respondió.

Menos mal, suspiré aliviada y le pregunté, que estaba pensando.

Él me respondió que podíamos apostar cuatro dedos por tres minutos.

¿Qué diablos era eso? Jamás había escuchado algo semejante. Entonces le pregunté que a qué se refería.