El Resplandor De Las Mariposas

LA LUZ DE SU MIRADA

Observé a mi tío caminar sincronizado junto a mi Jacob. Venían en la dirección que yo me encontraba los hombres mas bellos del mundo. Uno me aceleraba el corazón y el otro en cambio me llenaba de extrema fortaleza. No existía nadie en el mundo que fuera capaz de poder enfrentarse a estos dos mega Titanes. Estaba sentada junto al volante y me moví hacia el asiento del lado derecho.

No despegué la mirada de mi tío, mis ojos se encontraban iluminados, le brindé una sonrisa y me dijo. Ya, ve atrás que me desesperas. Yo fui atrás con el corazón lleno de fuego y allí se hallaba a mi lado izquierdo un tesoro. Su rostro y cuerpo brillaban como si fueran oro. En su sonrisa encontré diamantes. En su mano derecha hallé algodón. En el roce de su piel encontré la textura de cuero de la más alta calidad. Como el cuero de grano entero que según me dijo mi mamita era el mejor de todos. No sé de qué animal está hecho y no digo que mi Jacob tenga cuero de animal, creo que solo hice una mala comparación. Es que no tengo palabras en mis pensamientos para poder describir lo bello que es mi novio. Estoy tratando de poder hallar sus imperfecciones.

Claro que las tiene, las tiene en su, Umm. Eh, no, quizás, no, quiero ver hacia otro lado de su cuerpo. Por su puesto que las tiene, todo el mundo tiene vastas imperfecciones.

Solo qué, creo, que estoy viendo en la dirección equivocada, ya, ya, está bien, lo acepto, estoy muy enamorada. Así es muy difícil poder encontrar imperfecciones.

Creo que no las tiene, no me juzguen seres del multiverso. Si yo digo que no tiene imperfecciones, no las tiene y punto.

Cuando el escultor hizo a mi novio, modeló tan bien su cuerpo, su rostro y también se detuvo en ahondar detalles específicos y por su puesto que le borró ciertos desperfectos. Luego nuevamente continuó y continuó trabajando con tanto esfuerzo hasta sobrepasar sus propios límites. Así, después de desgastar su mente. Al fin pudo terminar su obra maestra. Luego, con lágrimas en sus ojos pudo admirar su propia perfección. Ante él tenía una majestuosa y bella obra de arte. De inmediato el escultor le puso de nombre, Jacob.

Por cierto, de algo estoy segura que dicho escultor es el mismo que creó a mi mamita, a mi tío Oliver y a Demarco. En cambio a Deion lo hizo otro escultor, el escultor más fracasado de todos los escultores. Aquel ser espantoso creó la cosa más horripilante jamás existente. Ni el barro, ni el moho, ni los contaminantes, ni el lodo. Ni la cloaca más putrefacta no tienen tanta fealdad como Deion. No existe, ni existirá tanta fealdad en todo el mundo para poder ser catalogada como lo peor. Deion gana el primer lugar de todos los desprecios y horripilancias del mundo entero.

Íbamos los tres en el auto de regreso a casa. A menos de cien kilómetros de velocidad que manejaba mi héroe. Aunque se trataba de una pista rápida mi héroe trataba de enseñarle una lección a mi Jacob, de eso estoy segura. Quizás la lección consistía en que manejando despacio llegarías al mismo lugar del cual se tenía predestinado llegar.

Tras este viaje pude observar a varias bolas del desierto rodar como pelotas, muchos también la conocen como plantas rodantes. Las montañas estaban bañadas de una radiante luz de sol. Allí en dicho lugar. Un señor con overol y sombrero, de edad avanzada y barba blanca alrededor de su cara nos hizo de la mano. Yo le brindé una sonrisa y mi Jacob le hizo de la mano como si lo conociera. El señor vetusto tenía allí en ese lugar una hermosa cabaña.

Yo sonreí y entonces sentí que colocaron algo en mi mano. Las yemas de mis dedos apretaron la textura de un papel. Mi Jacob lo colocó allí en mi mano y tras aquel ademán me dedicó una bella sonrisa. Lo que había en mi mano era una hoja de dibujo, pero tenía dobleces que tomaron la forma de un pequeño cuadro.

Lo abrí muy desesperadamente como si la hoja iba a explotar si no lograba abrirla antes de los cinco segundos..

-Entonces leí su contenido:

Estoy convencido que eres la persona más maravillosa de este planeta. Tu presencia hace fluctuar en mí una energía sobrecogedora.

Un estímulo inesperado ha socavado en mi interior, y ha emergido un sentimiento enraizado muy visceral, además de enrevesado para poder seguirlo ocultando. Considero que, aunque aún eres un capullo a punto de florecer. Es innegable que aquellos colores vívidos de tu belleza jamás van a disminuirse. Más bien, examinó con premura que aquellos matices de tu hermosura van a quedar expuestos para que el mundo entero pueda admirarte.

De repente pude contemplar como nunca antes la luz de su mirada, esta luz se volvió mas intensa que las habituales. El brillo de sus ojos encandiló mis vistas. Me cegó con su hermosura y tuve un miedo inextricable y colosal. Dichos miedos quitarían una parte de mi vida, tales miedos tenían que ver con la perdida de mi amado.

Que podría pasar si se llegara a enamorar de otra. Y si al no poder decirle tantas cosas hermosas se llegaba a aburrir de mi tonta manera de pensar. No estaba siendo lo suficiente merecedora de su inmenso amor. El volcán de mi interior estaba a punto de hacer erupción. No me aguantaba las ganas de empujar mis labios contra los suyos. Pero algo me impedía tal movimiento. Se trataba de una fuerza majestuosa, poderosa, admirable. Dicha fuerza estaba manejando el auto. Por aquello tan solo pude aventar mi cabeza en su hombro derecho y mi semblante decayó con el hecho de tan solo divagar, ¿qué pasaría si en algún momento llegaría a perder su cariño?

Me di cuenta que era el hombre de mi vida. Jacob no tenía que decir nada para poderlo amar. Tan solo me tenía que sonreír. Sé que estaba sujetando sus palabras, pero yo con el pasar de los días estaba sujetando mi corazón. Quería decirle tantas cosas hermosas y sé que hallaría la manera en que pudiéramos conversar a solas, estaría dispuesta a darme una escapada si me lo pidiese. Yo por ahora me siento hipnotizada ante sus bellos ojos. No podría ni tan siquiera detenerme a reflexionar, lo seguiría a dónde él quisiera. Me costaría poder controlar mis emociones como también estoy segura que se me dificultaría tener el completo dominio de mi cuerpo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.