El resurgir de una leyenda

Capítulo siete.

Los días continuaron llenos de tensión y misterios. Cassandra, Damián y Marina habían intensificado su investigación sobre quién podría estar espiando a Cassandra. A medida que recolectaban información y observaban a los estudiantes y profesores, comenzaron a formar una lista de sospechosos.

Una mañana, mientras la lluvia caía sin cesar, los tres estaban en la biblioteca y de la nada Marina gritó haber encontrado algo interesante en los registros de la universidad. Siendo automáticamente regañada por la bibliotecaria Wendy.

—Miren esto..— dijo la de ojos azules, señalando un nombre en un libro de fotos de los años más grandes. —Este estudiante, Ryno Yuugh, tiene un historial bastante curioso. Se transfirió aquí hace dos y ha estado involucrado en varios incidentes extraños..—

Damián se inclinó para mirar. —¿Dices que incidentes extraños? ¿a qué le dicen incidente extraño?—

—Bueno.. según dice aquí, hubieron reportes de que había estado en lugares donde no debería estar y algunos estudiantes mencionaron sentir que estaban siendo observados cuando él estaba cerca.. ¿No es coincidencia?— explicó Marina.

Cassandra sintió un escalofrío, frotó su brazo mientras fruncía el ceño. —Podría ser él.. Pero necesitamos saber más sobre este Ryno, porque no podemos ir culpando a todos los que se vean sospechosos..—

( ● ● ● )

Durante esa semana los tres comenzaron a vigilar a Ryno discretamente, siguiendo cada uno de sus pasos hasta encontrar alguna pista.

Observaban sus movimientos y trataban de descubrir más sobre él. Ryno era un joven reservado, que rara vez socializaba y pasaba mucho tiempo en la biblioteca, aparentemente investigando algo por su cuenta. Y Cassandra notó que Ryno podía transformarse en, valga la redundancia, en un rinoceronte blanco.

Lo cual hizo eco en su cabeza, pues coincidía con la bestia gigante de ojos blancos de aquel incidente en su balcón.

Una tarde, mientras Marina estaba en clase, Cassandra y Damián decidieron seguir a Ryno. Lo vieron salir de la biblioteca con un libro antiguo y dirigirse hacia un área poco transitada del campus. Con cuidado lo siguieron, manteniéndose a una distancia segura.

Ryno entró en un pequeño edificio abandonado al borde del campus. Cassandra y Damián esperaron unos minutos antes de acercarse y escuchar a través de una ventana rota. Pudieron oír a Ryno hablando en voz baja, como si estuviera discutiendo con alguien, pero no había respuesta.

—Creo que está hablando solo..— susurró Damián.

Cassandra asintió, haciendo una mueca ante la mala vibra que le daba ese tipo. —Esto es muy extraño.. Necesito entrar y ver ese libro..—

Asi que decidieron esperar hasta que Ryno saliera.

Después de un rato, Ryno salió del edificio, así que Cassandra y Damián se escondieron para no ser vistos. Una vez que estuvo lejos, entraron en el edificio abandonado.

El interior estaba lleno de polvo y telarañas, y el aire estaba cargado de una extraña energía.

Cassandra se acercó a una mesa donde Ryno había dejado el libro. Lo abrió y comenzó a leer. Era un texto sobre metamorfos y la influencia de la magia, con un enfoque particular en la capacidad de espiar y acechar sin ser detectado que se podía copiar de los camaleones con algo de magia de imitación.

—Esto tiene que ver con lo que está pasandome..— dijo Cassandra, con un tono de voz ligeramente enfadada. —Este Ryno está investigando sobre cómo espiar a otros metamorfos con magia..—

Damián asintió, mirando alrededor en busca de evidencia física. —Debemos encontrar más pruebas.. Revisa las notas, veamos si podemos llevarnos algo sin que él se de cuenta..—

Buscaron por el edificio y encontraron varias notas y diagramas que Ryno había dejado. Todo indicaba que había estado observando a varios estudiantes, y parecía tener un interés muy particular en Cassandra.

—Esto es suficiente para confrontarlo—dijo Damián, guardando algunas de las notas como evidencia.

—Quiero golpearlo.. ¿Me dejarás golpearlo, verdad?— Cuestiono la morena, mirando expectante a su acompañante.

—Por supuesto que no.— negó rotundamente el pelinegro, girando su cabeza para mirar en forma de reproche a la chica.

—De todas formas lo haré, no eres mi abuelo..—

—Ay cállate, Cass, ¿para qué me preguntaste si te iba a dar igual mi opinión? Vamos por ese bastardo..—

—Voy a hacer de la piel de Ryno un buen uso.. Le escribiré en la nueva carta a mi abuelo que le conseguí nunca nueva decoración para colocar en la pared de la chimenea.. —

( ● ● ● )

Esa día, decidieron enfrentar a Ryno.

Lo encontraron en la biblioteca, donde solía pasar las tardes. Cassandra se acercó con determinación y un rostro serio, siendo seguida unos pasos atrás por Damián.

—Ryno Yuugh, tengo que hablar contigo— dijo Cassandra, con voz firme y antipática, mientras acorralaba al chico.

Ryno levantó la vista, sorprendido ante la llegada de aquel par. —¿Sobre qué? Por si no lo ves, estoy muy ocupado..—

—Sabemos que has estado espiándome, imbécil..— Dijo Cassandra, tomando al muchacho por la nuca de su camiseta. —He encontrado tus notas y se muy bien que has estado investigando sobre cómo acechar a otros metamorfos. Así que habla, a menos que quieras que te obligue.— Amenazó la chica, apretando su agarre a la camiseta del tipo.

Ryno palideció en el acto, sus ojos se llenaron de miedo, pero trató de fingir que mantenía un rostro tranquilo. —No tengo ni la menor idea de lo qué me están hablando..—

—Tengo pruebas de que acosas a Cassandra..— intervino Damián, sacando de sus bolsillos unos folios con las notas escritas a mano de Ryno. —Así como sabemos que has estado acechando a otros estudiantes.—

Ryno miró las notas y luego a Cassandra, quien lo sujetaba con fuerza y lo miraba como si fuese a devorárselo. —Está bien, lo admito.. He estado observándote, Cassandra. Pero no por las razones que piensas.—




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