Sueños de carmesí

Una imagen se materializó en su mente, en un ambiente donde había sangre en todas partes, se hallaba un cuerpo de una mujer abandonado desangrando, cuyo cuerpo respiraba con dificultad su mirada perdía todo rastro de vida que hace unas horas existió, sin poder dar un último respiro abandono la vida, la habían dejado tirada con el puñal en el corazón como si de una escoria se tratara. La vio morir a aquella  mujer desconocida, se murió ahogándose en su propio charco de sangre de rojo carmesí, la sangre que emanaba de su cuerpo teñía sus cabellos blancos platinos color de un oro blanco  y su vestido que también era de un blanco perla se teñían de rojo, lo que veía era aterrador dejó de entrar el oxígeno a sus pulmones al momento de oír la voz de alguien, era una voz perturbadora, la imagen de aquella mujer tirada en aquel lugar se tornaba a su alrededor aún más rojo sangre, la voz perturbadora sonaba distorsionada, pero antes de que pudiera despertar pudo lograr escuchar lo que le decía, “vayas a donde vayas te encontrare, no escaparas de mi.. reina solarrr... "no termino de escuchar por completo lo que decía aquella aterradora voz, despertó sobresaltada  de golpee se sentó en la cama jadeando mientras el sudor corría por todo su cuerpo. 
La puerta de su aposento se abrió de golpe, era su nodriza quién acudió de inmediato ante los gritos de la pequeña de ocho años, no era la primera vez que su nodriza acudía  atender sus pesadillas, se sintió avergonzada, su nodriza se sentó a un costado de su cama y la abrazó.
—tranquila, ya paso solo  era un sueño, una pesadilla. alteza. —la tranquilizo.
—¿por qué tengo estos sueños? siempre es la misma mujer muriendo en ese mismo lugar ¿quién es ella? No la conozco. —solo es un sueño alteza. Respondió ella.
—¿pero, porque la sueño? Es a alguien que no conozco.
—no lo sé alteza, los sueños son extraños todos soñamos cosas que a veces no tienen sentido.
—pero nadie grita soñando y despertando en las noches. —repuso enojada la pequeña 
—pero los niños sí. —respondió dulcemente su nodriza. —Y en ocasiones los adultos también los tenemos, dependiendo cuan preocupados o deprimidos se encuentren 
—pero…—los niños suelen tener con frecuencia pesadillas, pronto cuando crezcas dejarás de tenerlas. —la interrumpió para que no cuestionara, la envolvió nuevamente en la cama mientras le cantaba una vieja leyenda y la pequeña se volvía a dormir.

Su nana se quedó un momento para serciorarse que dormía y que nada perturben sus sueños, la miró dulcemente y le dio un beso en la frente. 
—solo espera, cundo llegué el momento lo comprenderás todo. Por ahora sólo se tu misma, que nada perturbe tu inocente alma por que mañana tendrás al sol y a la luna. Susurró y abandonó la abitacion.

Mientras salía y caminaba por los pasillo asía  su abitacion se percató de la presencia de alguien, pudo reconocerlo sobre la penumbra y le hizo una  reverencia con respeto.
—¿otra vez tubo una pesadilla ? 
—lamentablemente se han vuelto aún más frecuentes y son los mismos episodios de su vida pasada, sus sueños le recurrerdan el día en que fue destruida, pero... ella, no lo sabe de que se tratan esos sueños , es solo una niña para asimilar todo ello. —repondio preocupada.

—cuando llegue el momento lo sabra, por el momento nosotros debemos asegurarnos que este segura, está vez debemos asegurar que crezca y que aprenda todos los conocimiento esenciales, para cuando llegue el momento este lista. Nesecito que te encarges de su  desarrollo, en tus manos esta que su alteza tenga una vida normal. 
—como usted ordene  señor, le prometo que estaré ahí para ella.

— De eso no lo dudo, confío en ti. 
—es un honor señor que confíe en mi  siegamente. Pero ¿señor, en cuanto a sus sueños carmesí? 
—de eso me  encargo yo, veré la forma de sellar sus recuerdos, pero no puedo asegurar que lo lograré, es su subconsciente que sale ha flote mediante sus sueños. 
—entiendo. Solo esperemos que  dejen de manifestarse. 
El asintió con la cabeza.con una mano le indicó que se retirará a descansar. Ella agacho la cabeza en forma de una reverencia y retomo su camino, ya el día empesaba a amanecer y los días difíciles vendrían pronto.

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—¿Mamá? —el niño entró a los aposentos de su madre, no la veía visto hase dos días desesperado la busco, y anhelando su regazo y sonrisa cálidos, cuando  entro no la encontró en  sus aposentos privados—¿mamá?. Volvió a llamarla angustiado. 
—ella ya no esta aquí _habló una voz detrás de él, se giró para encontrase con su padre quien lo veía detenidamente, pudo notar algo distinto en él sus ojos no tenían el mismo brillo que antes, lo miraba de una manera fría al igual como  que sus gestos y su posturas eran fríos. 
—¿donde esta mamá? . Pregunto asustado. 
—ella se fue. olvídate de ella, solo quedamos tu y yo, hazte a la idea de vivir sin ella. Dijo sin una pizca de emoción. Lo cual asustó al pequeño, su padre solía ser un hombre alegre, algo en el era diferente y daba miedo. No dijo nada más y se fue dejando al niño llorando por su madre.