El rey

Capítulo 1

– N°7268, n°7263, n°0937...– Murmuraba el guardia.

La misma rutina de siempre, a estas alturas no sé quién cojones se quería escapar. La paliza que nos darían a nosotras por la fugitiva no sería nada comparado con la que le daríamos nosotras a ella. Sino decírselo a la pobre María, apenas podía caminar desde ese entonces.

– ¡N°0187 me estas escuchando!– Asentí mirando dirección al suelo. Con los años aprendes que mantener palabras o contacto visual con ellos es el peor pecado que podías cometer.

– Quita de mi vista estorbo...– Murmuró entre dientes para acto seguido empujarme.

Me junte con las demás para ir hacia el jardín. Hoy era el día de la subasta, y eso significaba que el jefe no dudaría en pegarnos un tiro como le "toquemos los cojones" dicho de sus propias palabras.

Nos pusimos en fila para salir de la  choza en la que vivíamos, porque sí, vivíamos en una choza bastante grande, pero seguía siendo la misma mierda. Éramos más de 700 chicas metidas ahí a obligación, lo único bueno era que solo nos juntábamos para dormir, el resto del día teníamos que hacer trabajos forzados. Excepto estos últimos cuatro días, el jefe nos tenía encerradas para que descansaramos y así pudieramos estar más presentables para los nuevos jefes, si nos compraban, está claro.

– Ps... Sakira...– Me gire al escuchar un murmuro detrás mío.

– ¡Eh! ¡¿Que pasa ahí atrás?!– Venía un guardia a toda velocidad hacia nosotras. Rápidamente me giré a mirar el suelo.– Tú... Habla, que hacías.– Me levanto la barbilla con la porra. Mierda.

– Señor yo estaba mirando el suelo porque me pareció ver algo brillando.– Dije mirándolo a los ojos. No puedes temblar Sakira, no.

– ¿Y tú?– Apuntó a Marga.

– Lo siento señor, pero sin querer a veces canto la canción que me enseñó mi madre señor.– Contesto ella tartamudeando.

– Pues a ver si yo sin querer te voy a partir la cara bonita...– Le pegó suavemente la cara con la porra.– Como me enteré yo de que alguna de las dos a hecho un movimiento que no debería, vais a desear no haber nacido.– Se giró hacia las chicas de delante y las llamo.– ¡En marcha!– Gritó, yendo hacia la primera fila. 

– Sakira... Hoy viene el rey... Ten cuidado...– Susurró.

Mire hacia delante y suspiré, que sea lo que tenga que pasar.

[...]

– ¡Quien me deje en evidencia delante de ellos que no dude ni un segundo que sus sesos serán el segundo plato!– Gritó mirándonos a todas.– ¡A quien no vea trabajar sin motivo que no dude que no podrá caminar en años! ¡Quien se intente escapar...– Tomo una pausa y comenzó a reírse.– Por vuestro bien que no intenteis escapar porque pagareis todas, cada una de vosotras.– Comenzó a fumarse un puro.– Y me ha dicho un pajarito que al regresar a la casita con las compañeras le espera un infierno peor.– Exhaló el humo.– Me alegra que aprendais bien zorras.– Se giró a los guardias y comenzó a caminar hacia el portón de la casa.– ¡En marcha!–

 

[...]

– Está es la n°0187, es la más nueva que tenemos pero eso no quita que no sea obediente.– Dijo el jefe.

– Mírame.– Levanté la vista y me lamente. Esos ojos negros estaban penetrando hasta lo más profundo de mi alma, sentía que cada parte de mi ahora estaba completamente descubierta por él.– No me gusta, quiero a otra.– Dijo sin más y sea fue.

– La vista abajo perra.– Murmuró el jefe en mi oído mientras me obligaba a mirar al suelo.

Sentí sus pasos alejarse y suspiré. No sé porque, pero me sentía frustrada por no haber sido lo que el rey quería. 
Esa podía haber sido mi oportunidad de escape.

– ¡Adjudicada!– Alcé la vista y la vi. ¡Mierda no!

Mire a Marga con lágrimas en los ojos, esto no me podía estar pasando. Reprimi mis sollozos moridiendome el labio fuertemente y tapándome la boca con las manos. Jadeé al ver al rey murmurando una cosa al jefe mientras esté se giraba al verme. Sentí su mirada de furia dirigida a mi, joder. Había incumplido tres reglas en menos de tres minutos, sabía que el infierno que me esperaba no era ni medio normal, pero el dolor de perder a mi hermana pequeña no se comparaba.

Ese cabrón se estaba llevando lo que más quería en la vida, y yo como una completa inútil no podía hacer absolutamente nada.

El jefe junto al rey trajeron a mi hermana dónde estaba yo, y sin decir absolutamente nada me llevaron a rastras cogiendome por el pelo hacia las puertas del infierno, que así llamábamos las chicas y yo al jodido sótano.

Allí es donde nos torturaba hasta saciarse como los sádicos que eran. Era oscuro, muy oscuro, los pocos muebles que tenían estaban roñosos y llenos de sangre seca de a saber de hace cuánto tiempo. En la mayoría de paredes habían armarios empotrados con miles de instrumento de tortura, que ni siquiera se dignaban a lavar. 
Muchas de las chicas que entraban aquí con las heridas en algunos miembros, fue tal la infección, que tuvieron que amputar ya sea el brazo, pierna...

– Te has portado mal mi querida sakira...– Murmuró el jefe tirandome al frío suelo del sótano.– ¿Y sabes quién lo va ha pagar?– Sonrió cínicamente.

– ¡Con ella no por favor! ¡Lo que sea menos a ella!– Supliqué desesperada.

– Más infracciones a la lista...– Chasqueó la lengua.– Me temo que tu hermana va a sufrir lo suficiente.– Cogieron a Marga y la ataron a la silla de en medio de la habitación. Ella no se resistía, pero yo si que no lo haría.

Me iba a levantar cuando sentí un estirón de pelo muy fuerte. Chille de dolor al sentir como me arrancaba algunos mechones.

– Rey... Ves como viene bien dejarles el pelo largo...– Río el jefe.

– Va bastante bien la verdad...– Murmuró.

– Bueno... Empecemos...– El jefe comenzó a dar vueltas por la habitación y a coger ciertos objetos, para ese punto yo ya estaba temblando.– Marga tu hermana es muy mala, mira lo que te pasa por su culpa...– Se acercó a su cuello y con un cuchillo comenzó a cortarla lentamente. Marga se mordía el labio y cerraba los ojos para evitar chillar y llorar. Lo que menos debes hacer en estos casos es hacerles ver qué tienen el poder de tu dolor.– No te quiere... ¿No lo ves?– Cogió su mano y le arrancó una uña de cuajo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.