Pov Fernando
Mire la mujer frente a mi intentaba mostrarme calmado según las palabras de mi abogado, hacerle creer que había ganado, tome la carpeta esperando mantener la calma.
Mire en su interior las clausulas que que quitarían las cámaras de seguridad en el perímetro de trabajo y eliminaba por completo el audio de ellas.
- las cámaras permiten que los trabajadores se mantengan en eso trabajando. - dije haciéndole ver el motivo.
- necesitamos empleados felices y esto contribuirá aquello.- dijo como si eso lo era todo.
- no puedes llegar aqui ayer y querer liderar la empresa como que lo has hecho toda la vida.- dije comenzando a exasperarme.
- me gustaría que me acompañaras a un lugar- dijo de repente quise negarme pero su voz no daba paso a réplicas.
Me levanté del asiento y camine a su lado llegamos a uno de los baños, el más alejado, abrió la puerta y entro en el inventando a entrar luego.
Al entrar a mi mente le costó procesar lo que mis ojos estaban viendo.
El baño estaba abarrotado de palabras obscenas dedicadas a mi y dibujos horribles y lo entendí, me había esforzado para nada me había convertido en lo único que no había querido.
Salí de ahí solo mi mente no paraba de dar vueltas, repase tanto lo visto allí que no pude volver al trabajo, salí de ahí y me dirigí a mi lugar.
Dure unos segundos en el parque meditando acerca de todo, la presión por seguir en el primer lugar me sobrepasó.
Era todo confuso, mi padre se había casado con la muchacha que había engañado vilmente, la culpa me carcomía todos los días, no sé como lo descubrió; si pague para callar a los medios, me dije que eso era lo correcto, que yo lo necesitaba más que ella en ese momento.
Me cansé de tanto pensar y decidi ir a la casa de mi padre, lo necesitaba era un hombre distante para mí aunque siempre me lleno de presentes.
Entre en la vieja casa el personal me saludo como siempre, fui a la habitación principal que se encontraba tal cual la había dejado la última vez que estuve ahí.
Sobre la cómoda reposaban sus libros favoritos siempre los releía, tome uno : El hombre más Rico de Babilonia, recuerdo que me lo regalo cuando cumplí quince años y no le preste mucha atención.
-La riqueza como el árbol nace de una semilla . La primera moneda que ahorres será la semilla que hará crecer el árbol de tu riqueza . Cuánto antes plantes tus semillas antes crecerá el arbol, cuanto más fielmente abones y riegues tu árbol, antes te refrescaras, satisfecho bajo su sombra. Aunque esto habla de la finanzas aplica para toda la vida en todos los aspectos.
Recordé sus palabras y solo ahora tenian sentido, hojee el libro intistivamente de el callo un sobre con mi nombre lo tome por inercia y lo abrí leyendo su contenido.
Querido hijo he deseado enviarte esta carta desde hace mucho, es demasiado lo que como padre tengo que decirte; hay una brecha gigante entre nosotros que no sé cómo abordar, me he dedicado a mirarte envuelto en tanto trabajo y se te nota incómodo.
Se lo que hiciste y he intentado repararlo te sorprendería toda la historia de esa chica, es muy triste, por eso voy a darle la mitad de todo lo que crees que es tuyo.
Quizás ese fue el error el creer que tenemos tanto nos insesibiliza, ojalá pueda agarrar valor y enviarte esta carta y entiendas que lo que hiciste está mal y que debes cambiar todos tus preceptos por nuevos.
Te amo hijo ojalá entiendas que no quise nunca hacerte daño.
El día siguiente llegué a la oficina y fui de inmediato a la de en frente.
-buenos días - ella estaba ahí revisando unas carpetas levanto la vista y me invitó a pasar.- quería comunicarte que me iré por dos semanas.
- bien - su tono era tosco igual que siempre que hablaba conmigo intente ignorarlo como siempre.
-me mantendré disponible por cualquier cosa puedes llamar si lo necesitas.
-esperemos que no sea necesario - dijo con altivez.
Me dispuse a salir de ahí no sin antes reparar en la fotografía de mi padre y ella que se encontraba sobre su escritorio. Ella se dió cuenta y de inmediato espero mi ataque.
- lucen bien - dije en son de paz.
- mi esposo y yo - dijo como si no lo supiera - si es una linda foto.
Aún desconocía los cimientos de ese matrimonio, sabía que mi padre buscaba resarcirla por lo que yo había hecho, pero casarse era el último recurso.
Debía dejar de pensar en mi padre, en ella, en la empresa en todo. Me marche salí dejando mi empresa en sus manos, intentando hacer espacio para entender que ahora ella era tan dueña como yo d ella editorial pero seguía sin conseguirlo.
Tal vez si me alejaba podría esclarecer mis ideas y buscar la forma de cambiar la imagen que había proyectado de mi.
Quizás en ese viaje encuentre la forma de compaginar con ella, ya era un hecho que tendríamos que convivir luego de que mi abogado explicara que no había encontrado un vacío legal en el testamento para impugnarlo.
Tendría que reivindicarme con todo, los empleados ya la aceptaban puesto que había retirado las cámaras y el audio. En la mañana la saludaban con sonrisas y la buscaban constantemente facilitándole mucho su trabajo.
Salí de la oficina dejando mi empresa en manos de ella y me sentía un fracasado aunque no lo diría nunca en voz alta, solo quedaba reinvidicarme aunque la situación no era la mejor.
Ella no me lo pondría fácil y yo no lo merecia debo confesarlo pero tampoco me arrojaría a sus pies y le haría saber que la empresa no solo es de ella que tiene que compartirla conmigo y eso lo engloba todo.
Editado: 10.06.2022