El romance de Olivia Harrison

5. OLIVIA HARRISON

 

CAPÍTULO CINCO

MUÉSTRATE (+18)

 

Quiero matarlo, quiero que estés viva y aún así, mueras por mí.

 

—¿Se puede saber de que se trata esa publicación anónima? —grita mi padre a uno de los señores que tiene el celular en la mano con aquel blog.

—¡No lo sé, señor!

—¿Y que esperas para solucionarlo? ¡Borra ese blog de inmediato!

—Sí, señor —dice caminando hacia la salida. Papá comienza a gritar molesto, cosa que mamá se tape los oídos.

—¿Qué haremos, mujer? —dice cuando se calmó, —Esto es motivo para que no me elijan, las vistas en ese tienen ese blog… mierda

—Todo estará bien, será mejor que demos otra noticia que aleje ese blog —dice mamá sonriendo, —¿Qué tal si dices sobre tu rompimiento con Peter?

—Aún no, debo de hacer un par de cosas…

—Tienes razón, vamos a anunciar tu separación con Peter. Al final, te unirás con Alfred Ward

—No me gusto y no, no dirás nada…

—Eso no lo decides, las reglas los mando yo ¿entiendes? —dice papá furioso, luego se da la vuelta y se va dando un portazo a la puerta.

Me quedo quieta sin decir nada. Siempre es lo mismo. Siempre manda la vida de los demás.

—Hija, debes de hacerlo. Es por el bien de todos. —dice ella para luego irse a su habitación.

 

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Ha pasado media hora cuando salí de casa y pedí un taxi en dirección a mi hogar, no quería abrir mi chat de mensajería por los montones de mensajes que querían una explicación.

Cuando llego a mi puerta, veo a Yohan con un libro sentado en la entrada de mi casa. Sin hacer bulla, camino despacio y me siento a su costado.

—¿Qué lees? —digo mirado un poco sobre el contenido del libro.

—Un poco de poesía —dice cerrando el libro, —¿Te gusta la poesía?

—Si, es muy hermosas.

Nos quedamos en silencio mientras nos miramos. Yohan es tan lindo, tan inteligente, tan… apuesto que me atrae mucho.

—Aparte de leer, ¿te gusta hacer otra cosa? ¿Trabajas? —digo centrándome en otra cosa.

—Dibujar —dice él mirándome a los ojos, —Y si trabajo.

—¿En qué?

—Es un trabajo de medio tiempo, en realidad. Sirvo café —dice para luego reírse, —Estoy seguro de que tú no haces lo mismo.

—Claro que no, pero estudio… —digo bajando la voz, —¿Te importa si veo unas de tus dibujos?

Observo como sonríe ante mi petición y asiente, noto sus hoyuelos se le marcan y hace que me guste más. Me invita a su casa, observo que esta como siempre, sólo que hay un aroma a floral.

—Huele bien —digo.

—Ah… compre lavanda de error —dice agarrándose la nuca de nervios, —No me gusta mucho.

Yohan se mete a una de las habitaciones, supongo para sacar las hojas pero escucho un “ven”, por lo que camino hacia la habitación. Cuando entro, lo observo sacar muchos cuadernos de dibujo.

Abro una y veo que son muy hermosa, muy lindas para ser real. Observo muchos animales, casas, jardines, una pareja unida. Una niña con sombrero sonriendo, partes de la anatomía…. Sí, es muy bueno haciendo dibujos.

—Eres muy bueno, deberías dedicarte en diseño —digo mirando muchos dibujos.

—Es sólo un pasatiempo favorito que tengo, que sea bueno no significa que debo de mostrarlo al público

—Yohan…

—¿Sí? —dice, quitando los ojos de un dibujo para mirarme.

—Eres una persona grandiosa, dibujas estupendo… aún así, no quieres hacer nada que se relacione al público. Debes hacerlo.

—Soy una persona introvertida, salir solo hará que me incomode mucho —dice mirando a la nada, —Contigo me siento tranquilo, es cómodo y es lo único que necesito.

Sonrío desviando la vista a otro cuaderno, observo muchos dibujos, pero uno me llama la atención. Un gato beige.

—¿Te gusta? —dice mirando lo mismo que yo.

—Sí, es muy hermoso… —digo, —Jamás he tenido un gato, más bien, ningún animal.

—¿Lo quieres tener? —dice pensativo.

—¿A qué te refieres?

—Podría regalarte un gato

—¿En serio? —digo regresando el cuaderno al escritorio, que él me lo regale lo haría muy especial. Él asiente y no aguanto más.

Lo abrazo y me quedo allí. Él me responde al abrazo y nos quedamos por mucho rato quietos.

—Creo…

Que me estoy enamorando de ti. Me estás empezando a gustar mucho.

—¿Qué? —dice alejándose un poco para observarme.




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