El rompecabezas

Capítulo uno.

Hoja dos:

ALGUNAS VECES SÓLO ESTAMOS FELICES. 
PERO SIEMPRE LLEGA ALGO Y HACE QUE LA FELICIDAD SE VAYA.||

Como ya les dije en la otra hoja, el primario fue la mejor etapa (para mí) de la vida, sólo tareas, jugar con mis amigos sin tener que preocuparme por qué dirían, egresarme, decidir el secundario, etc. 
 

Durante esa pequeña pero importante etapa; me sentía más cómoda entre los chicos ¡Y como para que no! Si mis amigos empezaron siendo ellos. Pero como siempre: las nenas se deben juntar con las nenas y los nenes con los nenes. ¡Qué ganas de arruinar todo, eh! ¡Voces de adultos! 
 

Pero bueno, al momento de entrar al secundario, ¡Ay! ¡La cosa se puso difícil! El primer día de clases, entré a la escuela con una gran sonrisa y una emoción y determinación de que ese iba a ser el mejor primer año de todos. 
 

Pero me bajaron de la nube de un golpe. 
 

Mis compañeros eran insoportables, no cerraban la boca ni un solo minuto ¡Por Dios! No dejaban escuchar, y cada que les decías algo, va, para qué, se te hacían los malos y todo. 
 

Recuerdo que un día, les dije que se callaran, y uno me respondió: 
—¡Peinate primero y después hablamos! 
 

Ahí fue el primer golpe a mi autoestima y seguridad.

Pero bueno, por suerte, hice amigas. Dos para ser exacta. Abril y Lizzie. Abril era muy parecida a mí, mismo color de ojos y cabello, es un poco más alta, es calmada (hasta que se enoja, claro), y Lizzie un poco más baja, cabello rubio platinado, ojos verdes y temperamento, bueno, algo rudo. Tuve otras pero ya eran sólo conocidas, y con los chicos, pues, sí hice amigos. 
 

Con el tiempo conocí a mis compañeros; insoportables, malcriados, caprichosos, interesados, metiches, y preparados para destruir todo con un solo movimiento. Afortunadamente, intenté no darles nada de atención, pero bueno, cuando te dicen cosas es... difícil. Aprendes a llevar las cosas sobre la marcha, pero duelen igual. 


Los solía ver en silencio, las chicas se insultaban entre ellas, los chicos viendo cuál de todas era la más fácil y poder jugar con ella el tiempo que quisiera. Era tedioso. 


No quería ser igual a todos ellos, me sentía rara, todos formaban parte de una extraña "sociedad", yo no quería ser otra pieza del rompecabezas, pero, terminamos formandonos para/con la sociedad porque nos sentimos bajo presión. 
 

[***] 
 

Cuando llegaba a casa, mamá me esperaba con una sonrisa y la merienda; pero también dependía de su estado de humor. Con mi hermano lo mismo. Empecé a creer que eran bipolares. 
 

Bueno, bienvenidx a mi familia: 
 

✖Un papá que es un idiota y que nunca está o aparece hasta que necesita algo. 
✔Una mamá que trabaja y sobreprotege a sus polluelos.
✔Un hermano mayor que también trabaja y siempre se preocupa por la hermanita menor.
🚶‍♀️La hermana menor que sólo quiere llorar, comer y despreocuparse por su vida y pelear constantemente con el padre, mal mal. Y padecer de ansiedad. 
 

Muchas veces lo pensé, ¿saben? Desaparecer un rato y que todo desaparezca conmigo, los problemas, los falsos, la vida en general. Pero, también me toca pensar en los demás, como afectaría eso a mi familia y amigos. Siempre me toca pensar en los demás. 
 

Y eso ya me tiene harta.
 



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En el texto hay: adolescencia, pensamiento, psiquiatrico

Editado: 17.03.2021

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