El Sacrificio del Cristal

Capítulo 2: La Búsqueda Comienza

Capítulo 2: La Búsqueda Comienza

Marcos se despertó con el primer rayo de sol filtrándose por la ventana de la pequeña habitación de la taberna. La noche había sido inquietante, llena de sueños confusos sobre dragones y castillos que se desmoronaban, y el nuevo amanecer no hizo mucho por aclarar las cosas. Se estiró como un felino, tratando de disipar la sensación de incredulidad que aún lo acompañaba. El mundo que antes era una simple idea en su mente ahora era una realidad palpable y, para ser sincero, desconcertante.

Se vistió con la túnica de viajero que le habían proporcionado. Afortunadamente, no había sido un sueño completo: su equipo había sido reemplazado, pero al menos no se había despertado en medio de un campo de batalla. Al bajar las escaleras, el tabernero ya estaba detrás del mostrador, limpiando vasos con un paño.

El tabernero lo miró con una sonrisa matutina y saludo —Buenos días, forastero. Espero que hayas descansado bien —— dijo con sinceridad.

Marcos asintió y agradeció con un gesto. No se olvido de preguntarle —¿Dónde está el Consejo?— dijo con curiosidad.

El tabernero respondio —El Consejo se reúne en el Castillo de Eron, que está justo al norte del pueblo. Aquí está un mapa sencillo para que no te pierdas. Puedes seguir el sendero principal. No es muy difícil de encontrar — termino de hablar y le entregó un mapa garabateado a mano.

Marcos tomó el mapa y lo estudió brevemente. El castillo se alzaba en una colina que dominaba el paisaje, y el sendero estaba claramente marcado. Tomó un desayuno rápido —una pequeña porción de pan y queso— y se preparó para la primera de muchas jornadas en su nueva vida.

Al salir del pueblo, el sendero era agradable, con árboles frondosos que parecían susurrar en el viento. Aunque no estaba acostumbrado a los paseos matutinos en medio de la naturaleza, la frescura del aire y el canto de los pájaros ofrecían una calma que contrarrestaba su agitación interna.

Cuando Marcos llegó a la entrada del castillo, se detuvo y se sorprendió por la impresionante fortaleza que se alzaba sobre la colilla. Las murallas eran de piedra grisácea, robustas y adornadas con estandartes de colores que ondeaban al viento. La entrada estaba custodiada por dos guardias en armaduras relucientes que lo miraron con curiosidad.

Marcos al verlos acercarse saludo—Buenos días,vengo a presentarme al Consejo— dijo tratando de sonar seguro.

Uno de los guardias, un hombre alto con una cicatriz en la mejilla, lo observó con una mezcla de desconfianza y sorpresa. El guardia pregunto —¿Y tú quién eres?— dijo con una voz ronca.

Marcos se presento —Me llamo Marcos. —Hizo una pausa, recordando las palabras del tabernero y lo culpo directamente — El tabernero de Eron me dijo que debía presentarme aqui— dijo sin verguenza o sentirse mal por el amable tabernero.

El guardia asintió lentamente y, tras un breve intercambio de miradas con su compañero, le indicó el camino. El guardia hablo —Pasa. Los consejeros están en reunión. Sigue el pasillo hasta la sala del Consejo. Ellos decidirán qué hacer contigo— dijo sin preocuparse mas por este tipo.

Marcos atravesó el castillo y se dirigió por un pasillo adornado con tapices de colores que representaban escenas de batallas y personas siendo quemadas vivas. Al final del pasillo, llegó a una gran puerta de madera tallada, custodiada por solo un guardia. le hizo un gesto para que entrara.

La sala del Consejo era amplia y majestuosa, con una mesa ovalada en el centro rodeada de altos sillones de madera. En la mesa estaban sentados cinco personas, cada una con una apariencia y vestimenta que reflejaba el elemento que gobernaban. Al fondo, en una especie de trono de piedra, se encontraba una mujer con una presencia autoritaria, con un manto azul que sugería la influencia de la región de Aqua.

Marcos se adelantó nerviosamente y se inclinó ante el Consejo. No dudo y hablo —Buenos días. Soy Marcos, de Eron. El tabernero me envió para ver qué puedo hacer para ayudar— dijo y miro de manera respetuosa a todos.

La mujer en el trono, que parecía ser la líder del grupo, lo examinó con una mirada penetrante y hablo —Bienvenido, Marcos. Soy Lady Elara, la guardiana del reino. Hemos escuchado rumores inquietantes acerca de la princesa Malva y su creciente influencia en la región. Necesitamos toda la ayuda posible— dijo sin prisa o tono.

Marcos sintió un escalofrío ante el nombre de la princesa Malva. había oído hablar de ella como una figura temida en el reino, una princesa que se decía que había caído en la oscuridad y estaba poniendo en peligro el frágil equilibrio de poder.

Marcos preguntó—¿Qué se espera de mí? — dijo tratando de sonar más competente de lo que se sentía.

Elara no fue lenta y explico —Recientemente, han aparecido fragmentos del Cristal de Eternidad en diferentes regiones. Se cree que la princesa Malva busca reunir estos fragmentos para sus propios fines oscuros. Nuestro objetivo es evitar que ella lo logre.Necesitamos que te dirijas al bosque de Veldor, al sur de aquí. Allí se cree que se encuentra el primer fragmento del Cristal. A medida que lo encuentres, estarás un paso más cerca de salvar nuestro reino— dijo con una mezcla de esperanza y preocupación.

Marcos asintió, sintiendo una mezcla de emoción y presión. La idea de embarcarse en una misión real, con la posibilidad de marcar la diferencia, era aterradora pero también increíblemente emocionante. Sabía que sería un camino lleno baches, pero también de oportunidades o eso esperaba.

Marcos respondio de manera firme—Lo haré,iré al bosque de Veldor y buscaré el fragmento— dijo con determinación

Elara sonrió levemente, y el resto del Consejo asintió en aprobación. Elara hablo —Te deseamos suerte, Marcos. Que la magia de Aeloria te guíe en tu camino— dijo con una sonrisa hermosa llena de dulzura y amor.

Con una última mirada a los consejeros, Marcos salió de la sala, sintiéndose más decidido que nunca. Se dirigió hacia el sendero que lo llevaría al bosque de Veldor, no fue tonto y recordo que debia de obtener los munistros para el viaje y sabiendo que su viaje apenas comenzaba, no se sintio preocupado de que las pruebas que enfrentarían serían muy peligrosas de lo que había imaginado. Dspues de todo, solo es un nivel 1.




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