Cap.88: Muerte

- Los humanos se llevaban bien con Ana cuando escapó de Ashton y recién despertó Diego, vivíamos en una mansión lejos de la ciudad, aunque Katherine tuvo que irse al castillo, enviaba cartas a Ana-

Diego (9 años): (corre por el patio de la mansión con una cometa)

Félix: hay más aire, afloja un poco la cuerda

Diego: sí (dice y afloja un poco más de la cuerda, haciendo que la cometa se eleve más) apenas puedo verla

Félix: es porque estamos contra el sol, los demás podrán verlo

Diego: Félix, mi mamá me dijo que era normal que no recordara mis recuerdos a partir de los seis, ¿también te ocurre eso?

Félix: tienes que aceptar todo lo que dice la tía, ¿comprendes?

Diego: ¿incluso si son mentiras?

Félix: deja que crezcas y lo entenderás

Diego: (chasquea con su lengua) odio esperar

Félix: mis tíos tienen que estar haciendo el almuerzo, vayamos a ayudarlos

Diego: Félix, mira allá (le señala y él se da la vuelta, sorprendiéndose al ver gente con antorchas, machetes, otras con un crucifijo y agua en una botella)

Ana: (aparece entre ellos y toca sus hombros, transportándolos a la casa) pon seguro

Grabiel: sí (coloca seguro a la puerta y ventanas)

Diego: ¿qué es lo que sucede?, ¿esa gente no era conocidos?

Ana: (ve los ojos de las personas) están siendo controladas (sonríe) un vampiro tuvo que decirle a ese maldito que estoy viva

Diego: ¿de quien habla? (pensó)

Grabiel: debe saber de Diego (le susurra)

Ana: no, ese poder solo rastrea a un ser en específico, puede utilizar a los demás para cumplir ese propósito

Personas: ¡bruja, bruja, bruja!

Ana: (irritada) incluso me buscó como una bruja, al menos nómbrame como un vampiro

Félix: tía, ¿cómo solucionaremos esto?

Ana: me buscan a mí, y no nos dejará ser libres hasta que sea eliminada

Grabiel: no permitiré que te quemen

Ana: lo lamento, yo puedo perjudicar sus vidas

Grabiel: debo protegerte, ¡no lo hagas!

Ana: (lo aleja y le muestra sus ojos rojos) ¡debes proteger a nuestros hijos y a Félix! (dice y este se sorprende) no hay que tentar con la hora de alguien (camina hacia la puerta)

Diego: (corre hacia ella, pero Félix lo detiene) ¡Mamá, no vayas!

Anahí: (lo mira) debo protegerlos, espero que lo entiendas

Diego: ¡no me dejes! (grita e intenta alcanzarla)

Ana: sé bueno (cierra la puerta con un poder y camina hacia los humanos, deteniéndose debajo del sol)

Diego: (se suelta y golpea las ventanas, sin poder romperlas) ¡mamá, mamá! (siente un dolor en el pecho y se retuerce)

Grabiel: (se acerca a él) lo siento (le pone un talismán en la frente)

Diego: (siente un mareo y lo último que puede ver, es a su madre evaporándose y desapareciendo) no (susurra, cayendo inconsciente)

- (Antes de que Ana se evaporara, alza su mano y lanza su poder, borrando los recuerdos de aquellos humanos que escucharon esos rumores y desaparece)-

Ana: gracias (se evapora)

- (Después que Ana se evaporara, los humanos recobraron sus sentidos y se fueron del lugar desconcertados)-

Félix: ve tío, sostendré a Diego