Cap. 118: Quédate

Romina: ¡Raquel, protege la sección siete! (le gritó)

Raquel: sí (afirmó y aparece en el hoyo que había hecho Teo, después mira a los vampanez, dando un suspiro)

- Mis padres se casaron por conveniencia de sus familias, mi padre amaba a una dhampir que pasaba al frente de su mansión, anhelaba casarse con ella desde que era un joven vampiro, pero tuvo que aceptar el matrimonio, a pesar que mi madre amaba intensamente a mi padre, le dolía que su amor no sea correspondido… nací y mi padre me cargó entre sus brazos, diciendo “si tan solo fueras hija de ella y mía”, la dhampir que mi padre amaba, era la reina Ana-

Raquel (4 años): (se acerca a su mamá) ¿por qué tu vientre es más grande, va a explotar?

Madre: (sonríe) no, tendré a tu hermanito, tan solo espero que sea un varón y tienes que cuidarlo bien

Raquel: ya veo, mamá, ¿qué pasa si es mujer?

Madre: (agarra los hombros de ella y los sacude) la mataría

- Sus ojos llenos de desesperación, me hizo dar cuenta lo orgullosos y egoístas que son los vampiros de la nobleza o talvez todos los vampiros son así, por lo que me decidí a no arrebatar sangre, ya que odiaba ser uno de ellos… en unos meses, nació Karima, mi padre la sostuvo y dijo: “al menos tendré nueros adinerados”-

Madre: (rompe los jarrones, mientras Raquel llevaba entre sus brazos a Karima) ¡ella no salió de mí! (gritó)

Raquel: (lleva a su cuarto a Karima y lo coloca en su cama) serás una niña generosa, por eso te llamaré Karima (sonríe)   

- Mis padres empezaron a discutir con más frecuencia, los sirvientes se reducían cada día y Karima y yo pasábamos más tiempo solas en la mansión, por lo que debía ir al mundo humano y traer alimento, pero en la luna roja, cuando Karima tenía seis años, un humano le disparó en el estómago y pulmón por haberla encontrado comiendo a su gato, esa misma noche, fue cuando asesiné al primer humano-

Raquel (10 años): (carga a Karima y corre hacia los vampiros para que la ayudaran, pero fue en vano) por favor

Hugo: (se acerca a ellas) puedo salvar a tu hermana, pero tendré que trasplantar órganos humanos y ella se convertiría en un dhampir, ¿estás de acuerdo con ello?

Raquel: por favor, haga lo posible para que ella sobreviva

- La operación se dio en su laboratorio, al día siguiente llevé a mi hermana a la mansión, y la recosté en su cama, se los conté a mis padres, mi madre quedó estupefacta y mi padre solo se fue, pasaron días y ella se estaba recuperando… volvimos a la normalidad y cuando Karima cumplió nueve años, quise darle un regalo y salí de casa, cuando llegué, vi la sangre esparcida en la mansión y corrí hacia el cuarto de Karima, mi padre había asesinado a mi madre y Karima tenía heridas de gravedad-

Padre: (la mira) llévatela y jamás vuelvan

Raquel: (carga a Karima y se transportan en el bosque, ella no sabía como ayudar a su pequeña hermana, cuando escuchó un sonido, ella voltea, viendo a un niño) ¿quién?

Diego: soldado, tú curas cualquier herida, ¿verdad?

Soldado vampiro: (nervioso) así es mi señor

Diego: (mira a Raquel) permíteme que él la cure

Karima: (abre un poco sus ojos y mira el rostro de Diego)

Raquel: (lo reconoce y hace espacio para que el soldado tratara la herida de Karima) príncipe Teo, le debo la vida de mi hermana

Diego: (mira a Karima) le diré que no te dañe

- Cuando el soldado curó a Karima, él se retiró junto a su soldado, en ese momento, decidí ser su soldado, pero tenía que buscar un lugar para vivir y decidí vivir en el mundo humano, cerca de un orfanato y sin darme cuenta, habíamos hecho una gran amistad con una niña humana, que era Angélica. Pasaron dos años y Karima y yo, juramos ser soldados de Teo, por lo cual él lo acepto, pero al saber que Teo mandaría a matar a los humanos sin compasión, escondimos el hecho de la existencia de Angélica -

Brixton (15 años): (toca la puerta de una casa) ¿soldada Raquel?

Raquel (15 años): (hace una reverencia) consejero real

Brixton: tienen una misión junto a la soldada Karima, lo demás se lo dirá en mi despacho, con su permiso (desaparece)