"Estaré bien"
Trato de hacer esto lo más rápido posible,cada costura,cada moviento, pero es difícil sin ayuda y sin tener una buena máquina de coser, ya que si quiero que no me descubran tengo que hacerlo con mis propias manos.
El idiota me dijo que me ponga manos a la obra, pero el muy imbécil no me ayuda, carajo si Ezequiel se entera que estoy haciendo esto me va a linchar.
Mierda me lastime el dedo,ya es la cuarta vez que me voy lastimando mis dedos,tomo una cinta y cubro la sangre con eso,sera rapido luego limpiare la herida como corresponde.
No se cuántas noches llevo sin dormir, sintiendo que apenas cierre mis ojos el tiempo correrá en mi contra, solo me falta este traje y terminare, solo un poco más.
Cuando estoy por terminar, tocan mi puerta con mucha fuerza, mi corazón comienza a latir con mucha rapidez.
—Mierda—Digo en un susurro, escondo todo debajo de la cama y corro hacia el escritorio para tomar algún libro—. Adelante—Digo mientras noto que el libro está al revés y lo doy vuelta con rapidez.
—Ven abajo...Ahora—Dice Ezequiel mirándome con enojo, yo dejo el libro y los sigo lentamente.
Okey okey, no hay de que preocuparse, si el nos descubre no estaremos fritos, pensé en un plan alternativo cuatro veces, si no es por lo que creo también nos salvamos, pero ojalá que no sea por lo que creo.
Bajamos hasta la sala y veo a Carlo Linguini, el hijo mayor de Félix Linguini.
Característico de los Linguini, su altura, su formalidad, sus ojos fríos, y esa sonrisa hipócrita, no engañás a nadie querido y menos a una Smith,somos iguales o tal vez peor que ellos.
—Buenos días Jazmín Smith, un placer en volverte a ver—Dice Carlo extendiendo su mano, yo veo a Ezequiel que me hace señas para que lo acepte y así lo hago.
—Igualmente Carlo, pero ¿A qué se debe está repentina visita?—Ezequiel abre los ojos y me mira con recelo, yo solo le guiño un ojo, estoy muy cansada de tener que escuchar tantas tonterías.
—Señor Smith, ¿Nos puede dejar a solas?—Pregunta Carlo mirándome atentamente, yo solo viajo mí vista a Ezequiel, él está totalmente serio, como si le diera igual pero se que no.
—Quince minutos, ni más ni menos—Dice para salir de la sala, mientras cierra las puertas.
Apenas Ezequiel cierra las puertas, Carlo y yo suspiramos, mierda tener que aguantar la respiración cuesta mucho.
—Vamos suéltalo, ¿Qué haces aquí en realidad?—pregunto mientras me voy hacia el pequeño mueble donde guardan el alcohol, tomo el whisky y voy tomando tragos.
—Ufff...es imposible hablar contigo a veces, escuché que el búho ya te lo informo, espero que tengas algo hecho y que nadie te haya descubierto—Dice mientras toma asiento a mí lado y me saca la botella para también tomar un trago.
—Ya termine, pero estoy tan agotada, no puedo creer que esto esté por pasar, después de años calculando todo, esto está funcionando—Digo mirando al techo, él sonríe también mirando al techo, seremos libres después de esto.
Carlo y yo nos conocimos una vez que nuestras familias hicieron una reunión, nos hicimos amigos desde ese día, pero sabíamos que con el tiempo nuestra amistad se iba a romper por nuestras familias, no podemos comunicarnos seguido, así que el viene de vez en cuando y hablamos un rato, Carlo está involucrado en el plan de querer acabar con todo esto, él se podría decir que es infiltrado en las reuniones de los Mayores, no solo los mayores de su familia sino que en la mía también.
El Consejo.
—Okey guarda eso que ya vendrá Ezequiel—Dice levantándose y colocándose bien su abrigo, antes de que se terminara de colocar su abrigo, me miró sobre su hombro—.Tengo otra cosa por decirte.
—¿Cuál?.
—Los mayores quieren que te cases...
—Eso me dijo Ezequiel.
—El problema es con quién te vas a casar—Dice mirándome con lástima.
—¿Con quién?—Pregunto mientras me acerco un poco, él se acerca a mí oído y me susurra.
Yo solo abro mis ojos, y antes de poder decir algo Ezequiel vuelve a entrar a la sala, nos mira con sospecha.
—¿Sucede algo?—Pregunta mientras camina hacia nosotros lentamente, nosotros solo nos quedamos en silencio.
—No sucede nada Señor Smith—Dice Carlo mientras se abrocha su abrigo, toma sus guantes negros de cuero y extiende su mano a Ezequiel—.Si me disculpan, tengo que irme.
—Nos vemos pronto Carlo—Dice Ezequiel, Carlo camina hacia mí y extiende su mano yo la acepto dándole una sonrisa de agradecimiento.
—Nos vemos Jazmín.
—Nos vemos Carlo.
Luego de que Carlo saliera de la sala todo quedó en silencio, Ezequiel solo me mira muy atentamente.
—¿De qué hablaron Jazmín?—Pregunta mirándome, yo solo giro mí cara con una sonrisa.
—Nada de tu puta incumbencia—digo para salir de la sala, él solo se quedó pasmado en su lugar.
Estoy cansada de las estupideces de él y de los otros Mayores, hablando de los reyes de Roma.
Mí tío Erik pasa al lado mío en completo silencio, se detiene y me mira, yo solo sigo subiendo las escaleras y antes de poder perderme en el pasillo para irme a mí habitación su voz me detiene.
—Igual de atrevida que tu madre—Dice para seguir bajando y desaparecer en algún pasillo, yo solo me quedo parada, es la primera vez que me habla.
Conoció a mamá...sabe de ella...todos saben de ella.
Significa que ella estuvo en esta casa, ellos saben algo que yo no, pero...¿Qué es?.
Sigo mí camino en completo shock, analizando cada palabra, de Ezequiel me lo hubiera esperado, pero de algún otro mayor no es posible, ellos desde mí llegada aquí, jamás me dirigieron la palabra, ni hablar de mis queridos primos.
Entro a mí habitación y veo como algo cambió, camino lentamente y me acerco a la cama, me agacho y veo como está doblado y bien colocado, mí corazón comienza a latir con mucha fuerza.
Alguien entro aquí.