El Secreto de la Secretaria.

Capitulo 7.

        Los frenos del auto chirriaron sobre el asfalto húmedo haciendo que saliera humo por la fricción, la parte delantera del coche se desvío hacia la izquierda y el foco derecho quedó a centímetros de mi rostro cegando me por completo. Escuché una de las puertas abrirse bruscamente y luego le siguieron unos pasos apresurados que venían en mi dirección.

 

-¿Está bien señorita?

 

        Por algún motivo desconocido la voz del hombre me resultaba familiar. <<Demasiado>>. Pero no tuve demasiado tiempo para pensar de dónde ya que la voz de Sam intervino. 

 

-¿¡Qué si está bien!? ¡Maldito estúpido casi la matas! 

 

-Disculpe pero ella fue quien cayó frente a mi auto de la nada y si mal no ví, usted la estaba jalando. ¿O a caso mis ojos vieron mal? 

 

        Realmente esa voz me era familiar pero aún no había abierto los ojos para ver de quién se trataba ya que parecia un cervatillo asustado esperando a su muerte frente a los faros de algún camión. 

 

-Esto es increíble, tú eres el imbécil que casi la atropelló ¿y me estás juzgando a mí?

 

-Primero atendere a la señorita y luego podremos resolver esto si quieres.

 

          Entonces una mano cálida se poso en mi hombro mientras que la otra sujeto mi mentón y lo elevó. Entonces abrí mis ojos aún encandilada por la luz del auto. 

 

-¿Kassy? 

 

         El tipo se me acercó y entonces la luz se enfoco en su cara y supe de inmediato porque la voz me era familiar.

 

-Erick.

 

-No me lo creo. ¿Estás bien? ¿Te alcance a tocar? ¿Puedes ponerte dr pie?

 

        Antes siquiera de que pudiera responder a sus preguntas él ya me estaba jalando hacía arriba y una vez erguida comenzó a inspeccionar cada rincón de mí en busca de alguna herida.

 

-No, tranquilo estoy bien. No me tocaste ni nada.

 

-¿Estás segura? Creo que sería mejor que te lleve a un hospital.

 

-Pe...pero... Pero te dije que estoy bien....

 

-¿Si? Pues estaré más tranquilo cuando sea un doctor quien me aseguré eso.

 

       Eleve una ceja y lo mire como diciendo <<¿Es en serio?>>

 

-Entonces ¿Me estás diciendo que no confías en mí?

 

-Si, exactamente eso.

 

-Pero....

 

-Lamento interrumpir su discusión pero al parecer ya se conocen. ¿Verdad?

 

         En ese momento recordé la presencia de Samuel y el hecho de que si se enteraba de que este tipo era en realidad Erick Wooler, soltaría la lengua y le diría el motivo por el que había entrado a trabajar en su empresa. <<Vamos Kassy piensa rápido.>>

 

-Para ser honesto la conocí...

 

-Él es en realidad un amigo que conocí la otra noche y me ayudó a salir de una situación difícil.

 

-Esto debe de ser una broma. Me estuviste sermoneando porque estuve con Candás y resulta que... ¿Tú estabas con este?

 

-Es muy diferente Sam, yo no me acosté con él. En cambio tú llevas saliendo con ella desde hace noce cuánto tiempo.

 

-Te dije que la conocí en el trabajo.

 

-Y me dirás que de la nada te surgió la urgencia de dormir con ella.

 

-Oye niña yo no soy ningún reemplazo de nadie si él durmió conmigo es porque me ama.

 

-Ah, si, eso se nota. Deberías haberlo escuchado hace cinco minutos atrás.

 

-Como sea, ese tipo no me dijo quién es.

 

-Y a ti que más te da Samuel. Mejor llévate a tu ninfa antes de que se convierta en una paleta de helado.

 

-No me iré sin antes saber quién es ese.

 

        A mí cabeza acudieron cientos de escenas de telenovelas donde la protagonista fingía un desmayo para llamar la atención de su amado y en otras ocasiones simplemente para salir de alguna situación no deseada, cómo lo era mi caso. Así que busqué en mi interior por mis dotes artísticos esperando que estos fueran mejor que mi coordinación a la hora de caminar.

 

-La verdad es que... No me siento muy bien...

 

        Puse mi voz lo más debilitada que pude mientras con una mano sujetaba mi cabeza y estiraba la otra en busca de un punto de apoyo por un "mareo" imprevisto. Enseguida Erick me sujeto por la cintura y casi salto deseando que no me tocara pero entonces recordé mi papel y dejé que me sujetará.

 

-¡Kassy! ¿Estás bien?

 

        Por un momento sentí lastima por Sam, sonaba tan sincero y genuinamente preocupado, pero cuando la ninfa rubia asomó su cabeza por en sima de su hombro, recordé lo que habían hecho y la lastima se esfumó.

 

-No... No lose...

 

-Te lo dije, debemos ir a un médico.

 

-De verdad no creo que sea necesario...

 

-Es verdad si alguien la va a llevar al hospital seré yo y no tú qué eres un complemento desconocido.

 

-No soy un desconocido soy...

 

-Cambie de opinión, creo que sería mejor visitar a un médico.

 

-¿Ahora decides darme la razón?

 

         Entonces decidí que si quería que nos largaramos de ese sitio de una vez, tendría que llevar mi actuación al siguiente nivel. Me imaginé el océano tan ancho y en él flotaba pacíficamente, así fue como conseguí aflojar mi cuerpo para que se viera más realista el "desmayo". Tenía que confiar en que Erick podría sujetarme también porque si no lo lograba entonces acabaría en el hospital pero con una contusión. Efectivamente cuando todo mi cuerpo se aflojó y mis ojos se cerraron él me elevó en sus brazos y escuché como trotaba y abría la puerta de su auto, me deposito con cuidado y me colocó el cinturón de seguridad.

 

-En otro momento nos pondremos al día amigo. No creas que olvidé como la estabas sujetando.




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